Inmunidad “sobrehumana”: investigan si las dos dosis de la vacuna tras la infección por COVID aceleran el sistema inmune

Las personas que recibieron dos inyecciones de Pfizer o Moderna, y ya cursaron la enfermedad, desarrollan súper anticuerpos, según un estudio científico. Qué efectividad tendría para las futuras variantes

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Los investigadores encontraron anticuerpos en estos individuos que pueden neutralizar fuertemente las seis variantes de preocupación probadas, incluidos Delta y Beta (Getty)
Los investigadores encontraron anticuerpos en estos individuos que pueden neutralizar fuertemente las seis variantes de preocupación probadas, incluidos Delta y Beta (Getty)

Desde el inicio de la pandemia, la cantidad y calidad de la inmunidad adquirida ya sea por la enfermedad, primero, o por las vacunas, después, fue motivo de análisis y estudio continuo. A medida que avanza el tiempo, existe una creciente evidencia científica de que la infección más la doble vacunación confiere una especie de “inmunidad sobrehumana”.

Al parecer, las personas que cursaron un cuadro de COVID-19 y luego se aplicaron las dos dosis de la vacuna Pfizer o Moderna pueden tener una forma de superinmunidad que no sólo supera la protección actual ofrecida por la vacunación o la infección por sí mismas, sino que incluso puede ofrecer una defensa duradera contra todas las variantes futuras.

Los investigadores descubrieron que después de una infección previa por COVID y el esquema completo de alguna de esas dos formulaciones el sistema inmunológico de algunas personas se acelera para producir una gran cantidad de anticuerpos “flexibles” que parecen ser capaces de responder bien a muchas formas de coronavirus, incluyendo posibles variantes futuras. Según publicó The Telegraph, los investigadores llaman a esto “inmunidad sobrehumana” o “inmunidad híbrida” según el estudio publicado en la revista Science.

En un estudio publicado el mes pasado, el virólogo de la Universidad Rockefeller Paul Bienasz y sus colegas encontraron anticuerpos en estos individuos que pueden neutralizar fuertemente las seis variantes de preocupación probadas, incluidos Delta y Beta, así como varios otros virus relacionados con el SARS-CoV-2. “Esas personas tienen respuestas asombrosas a la vacuna”. Para Theodora Hatziioannou, viróloga de la Universidad Rockefeller que estudió a estos pacientes, “son quienes están en la mejor posición para combatir el virus”.

Para el estudio, los investigadores analizaron a personas que habían recibido las dos dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna (Getty Images)
Para el estudio, los investigadores analizaron a personas que habían recibido las dos dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna (Getty Images)

También pudieron derrotar a un virus especialmente diseñado para contener 20 mutaciones que se sabe que evitan que los anticuerpos del SARS-CoV-2 se unan a él. Cuando se probaron, los anticuerpos de personas que sólo habían sido vacunadas o que sólo habían experimentado una infección previa fueron impotentes contra el virus cultivado en el laboratorio. Pero los anticuerpos en personas con la “inmunidad híbrida” lo superaron.

Con estos resultados, los científicos ahora están estudiando a estos pacientes para comprender mejor la inmunidad COVID. Y si bien la mayoría de los expertos coinciden en que no se puede confiar en la “inmunidad natural” por sí sola y no es motivo para retrasar o renunciar a la vacunación, puede resultar útil en la hoja de ruta para salir de la pandemia y responder a las preguntas en curso sobre quién debe recibir inyecciones de refuerzo.

De hecho, el planteo de llevar adelante programas de refuerzos en Gran Bretaña este otoño fue impulsado sobre la base de la creencia de que los niveles de anticuerpos contra el coronavirus disminuyen. Sin embargo, se sabe que los anticuerpos no son el único indicador de inmunidad, y varios estudios recientes sugieren que otras células inmunes están involucradas cuando el cuerpo responde al COVID-19.

Un estudio reciente del University College de Londres analizó una cohorte de 129 trabajadores de la salud con alto riesgo de infección durante 16 semanas. De estos, 57 nunca dieron positivo por el virus. Los científicos descubrieron que los trabajadores sanos habían montado una respuesta de células T “robusta” frente al COVID.

Las células T son parte del sistema inmunológico adaptativo del cuerpo: recuerdan infecciones pasadas. Los investigadores concluyeron que las células T que se habían enfrentado a resfriados comunes también pueden reconocer al SARS-CoV-2. “La evidencia apunta a la protección que se origina por la exposición previa a coronavirus endémicos del resfriado común”, dijo el autor Francois Balloux, profesor de biología de sistemas computacionales en UCL. Sin embargo, también sugirió que es posible que hayan tenido COVID anteriormente sin saberlo. “La infección latente a niveles bajos de SARS-CoV-2 también podría haber jugado un papel”, aseguró

Estudios anteriores ya habían demostrado que la vacunación después de la infección estimula una respuesta de anticuerpos que es más vigorosa y probablemente más duradera (Getty)
Estudios anteriores ya habían demostrado que la vacunación después de la infección estimula una respuesta de anticuerpos que es más vigorosa y probablemente más duradera (Getty)

Danny Altmann es profesor de inmunología en el Imperial College de Londres y consideró: “El estudio de la UCL preguntó si existe alguna firma inmune que pueda estar presente en personas que están claramente expuestas al virus pero que nunca se han visto como positivas para la PCR o anticuerpos. ¿Podría haber algún tipo de vía inmune innata que para algunas personas elimine el virus antes de que se establezca? El documento muestra evidencia de este tipo de respuesta en algunos, pero el problema es que no se puede saber fácilmente si lo tiene y ciertamente no sería una alternativa a vacunarse”.

Estudios anteriores ya habían demostrado que la vacunación después de la infección estimula una respuesta de anticuerpos que es más vigorosa y probablemente más duradera que la recuperación o la vacunación sola. Los estudios indican que la inmunidad natural durará alrededor de ocho meses, y que después de aproximadamente un año, el sistema inmunológico puede volverse más vulnerable a las variantes.

Sin embargo, la vacunación estimula de manera muy eficaz la memoria del coronavirus por parte del sistema inmunológico. En un estudio, los investigadores encontraron que las personas que estaban previamente infectadas y vacunadas desarrollan 100 veces más anticuerpos protectores contra la variante beta en comparación con las que sólo se habían infectado.

Otro un informe reciente publicado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU concluyó que las personas vacunadas después de contraer COVID tienen la mitad de riesgo de reinfección en comparación con las personas previamente infectadas que no fueron vacunadas en absoluto.

Al parecer, el efecto es tan poderoso que varios artículos concluyeron que una dosis es suficiente para proteger a quienes previamente tuvieron COVID y produjeron anticuerpos. Francia, Alemania e Italia se encuentran entre los países que recomiendan una sola dosis para estas personas.

En opinión de Eleanor Riley, profesora de inmunología y enfermedades infecciosas en la Universidad de Edimburgo, “no es inusual que la infección brinde una protección más amplia que la vacunación. La vacuna contiene la proteína de pico, que es solo una de las más de 20 proteínas que produce el virus. Potencialmente, esto significa que las personas previamente infectadas pueden tener sistemas inmunológicos que reconocen y se movilizan contra una mayor parte del virus completo, incluidas las partes que son menos propensas a mutaciones que el pico. Esto podría protegerlo contra futuras variantes”.

La vacunación estimula de manera muy eficaz la memoria del coronavirus por parte del sistema inmunológico (Europa Press)
La vacunación estimula de manera muy eficaz la memoria del coronavirus por parte del sistema inmunológico (Europa Press)

Lo cierto es que por más alentadores que resultan las conclusiones de esta investigación primero, la persona primero tendría que contraer el virus, lo que la pone en riesgo de hospitalización, COVID prolongado e incluso la muerte.

Para Riley, “la respuesta inmune después de la vacunación es mucho más predecible y estar vacunado le dará al cuerpo todas las oportunidades para montar una buena respuesta inmune si posteriormente se expone al virus”. La buena noticia es que la inmunidad híbrida puede entrar en acción independientemente de si las personas están infectadas antes o después de ser vacunadas, y se pueden desarrollar anticuerpos flexibles incluso en personas que están “simplemente” doblemente vacunadas.

En un estudio reciente, publicado en línea a fines de agosto, el inmunólogo John Wherry y sus colegas, de la Universidad de Pensilvania, mostraron que las personas no infectadas que recibieron dos dosis de la vacuna COVID también comienzan a producir anticuerpos más flexibles que pueden reconocer mejor las variantes. Según Riley, “los anticuerpos mejoran en eficacia con el tiempo. Es posible que se tengan menos anticuerpos, pero los existentes son mejores y más efectivos. Parece que es un caso de ‘supervivencia del más apto’”.

“Con base en todos estos hallazgos, parece que el sistema inmunológico eventualmente tendrá la ventaja sobre este virus -concluyó Bieniasz-. Si tenemos suerte, el SARS-CoV-2 eventualmente entrará en esa categoría de virus que nos produce solo un resfriado leve”.

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