Una legisladora con trayectoria en educación pública será la nueva ministra de Derechos Humanos del gobierno del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, tras la abrupta salida de su predecesor en el cargo por señalamientos de acoso sexual.
Lula anunció este lunes en la red Bluesky que invitó a Macaé Evaristo, una legisladora estatal y primera mujer negra en ser secretaria de Educación en el estado de Minas Gerais (sudeste), a dirigir ese ministerio vitrina de las políticas sociales del mandatario izquierdista.
Con un doctorado en Educación, Macaé Evaristo fue la primera mujer negra en ocupar la secretaría en esa área en Minas Gerais y acumula una trayectoria en defensa de la educación pública, señalaron medios brasileños.
Evaristo “aceptó. Firmaré en breve su nombramiento”, apuntó el mandatario en un breve mensaje junto a una foto con la legisladora.
La nueva ministra ha sido profesora de educación primaria, secundaria y universitaria y ha dedicado su vida política al área de educación, en los ámbitos municipal, regional y federal.
Entre 2013 y 2014, durante la gestión de la presidenta Dilma Rousseff, estuvo a cargo de una secretaría del Ministerio de Educación que, entre otros proyectos, promocionó la apertura de cientos de escuelas en aldeas indígenas.
Actualmente, ocupa un escaño en la Asamblea Legislativa del estado de Minas Gerais, donde ha desarrollado la mayor parte de su vida pública, afiliada al Partido de los Trabajadores (PT), que lidera Lula.
El gobierno brasileño lidia con el escándalo más grave desde que asumió, en enero de 2023.
Considerado uno de los principales intelectuales de Brasil, Silvio Almeida fue destituido el viernes al frente de la cartera de Derechos Humanos, menos de 24 horas después de que fuera señalado públicamente de acoso sexual.
Según la asociación Me Too Brasil, varias mujeres denunciaron a Almeida, un abogado y profesor universitario de 48 años, incluida la ministra de Igualdad Racial, Anielle Franco.
Almeida negó vehementemente las acusaciones y llegó a atribuirlas a una “campaña racista” para desprestigiarle, en su condición de único ministro negro del Gobierno.
Sin embargo, la propia ministra Franco confirmó los hechos, para luego agradecer a Lula por haber actuado con rapidez y contundencia.
“No es aceptable reducir episodios de violencia. Reconocer la gravedad de la práctica y actuar inmediatamente es el procedimiento correcto”, afirmó la ministra, hermana de la concejala socialista Marielle Franco, asesinada en 2018 en Río de Janeiro.
La primera dama de Brasil, Rosângela da Silva -conocida como Janja-, es una voz destacada en la defensa de los derechos de las mujeres, y el jueves publicó una foto en su cuenta de Instagram en la que besaba a Franco en la frente, en señal de apoyo.
“Como suele ocurrir en casos de violencia sexual que involucran agresores en posiciones de poder, estas víctimas enfrentaron dificultades para obtener apoyo institucional para validar sus denuncias”, dijo MeToo Brasil en un comunicado el jueves. “Como resultado, permitieron que el caso fuera confirmado a la prensa”.
El viernes por la tarde, Isabel Rodrigues, profesora y candidata a concejal en un municipio del estado de Sao Paulo, publicó un video el viernes en Instagram con el objetivo de añadir su testimonio a los de las mujeres aún no identificadas. Dijo que Almeida la agredió sexualmente en 2019, metiéndole la mano por debajo de la falda y tocándole sus partes íntimas sin su consentimiento.
“Fue horrible lo que hizo Silvio. Mi terapeuta lo sabe. Mis amigos lo saben. Yo fui la víctima de Silvio. Soy una voz para estas mujeres. Por la justicia y por la verdad”, afirmó.
(Con información de AFP, AP y EFE)