El Senado uruguayo aprobó la reforma jubilatoria impulsada por el gobierno de Luis Lacalle Pou

Los parlamentarios dieron luz verde al proyecto en general con 18 votos de 30, en una sesión que duró hasta cerca de la medianoche. En febrero se debatirá en la Cámara de Diputados

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El Senado uruguayo (AFP/Archivo)
El Senado uruguayo (AFP/Archivo)

El Senado de Uruguay aprobó el proyecto de reforma del sistema de Seguridad Social del país, que entre sus principales cambios prevé aumentar la edad que los trabajadores necesitan pueden jubilarse. Los parlamentarios dieron luz verde al proyecto en general con 18 votos en 30 en una sesión duró hasta cerca de la medianoche, consignaron El País y El Observador.

Presentado el pasado 20 de octubre por el Ejecutivo encabezado por el presidente, Luis Lacalle Pou, este ha sido rechazado por la principal fuerza política de oposición, el izquierdista Frente Amplio. Ese día, en una conferencia de prensa, el mandatario remarcó que la reforma -elaborada por una Comisión de Expertos en Seguridad Social, presidida por el abogado Rodolfo Saldain- es “necesaria, sostenible y solidaria”.

Este martes, durante su intervención en la Cámara Alta, el senador oficialista Sergio Botana, del centroderechista Partido Nacional, señaló que el proyecto es positivo, porque “siembra igualdad, aumenta la jubilación al pobre y asegura la de todos”.

“Votamos una reforma para que los trabajadores del futuro también se jubilen; una reforma que ayude al niño, a la mujer, a la persona con discapacidades, a los trabajadores con dificultades para generar causal”, apuntó.

Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay
Luis Lacalle Pou, presidente de Uruguay

Por su parte, Silvia Nane, senadora del Frente Amplio, coalición de izquierdas que gobernó Uruguay entre 2005 y 2020, expresó que su fuerza no acompaña el proyecto por considerarlo “incompleto, injusto y fuertemente negativo en algunos aspectos centrales”.

Nane esgrimió que a pesar de mostrarse como “el paladín” del proyecto, Lacalle Pou incumple con esta reforma una de sus promesa de campaña, la de no aumentar la edad jubilatoria, que, bajo este proyecto pasará de los 60 a los 65 años de edad.

La senadora opositora dijo que considera “grave” que se modifique de esta forma “las reglas del juego” para un millón de trabajadores con la mira puesta en las finanzas y no en las personas.

“Estas reformas no deben tener en cuenta exclusivamente la sustentabilidad financiera, deben contemplar que el sistema siga teniendo la cobertura y que mejore la protección que brinda a las personas, o sea que tenga sustentabilidad social”, remarcó.

Por otro lado, Guillermo Domenech, senador por Cabildo Abierto, uno de los cinco socios de la coalición de Gobierno, explicó que si bien vota el proyecto, lo hace pese a sus “objeciones” respecto a la Caja Notarial que espera sean “superadas” una vez el proyecto pase a la Cámara de Representantes.

Según indicaron a la agencia EFE fuentes parlamentarias, en febrero de 2023 habrá una sesión especial para dar ingreso al mencionado proyecto a la Cámara Baja.

Jubilados hacen fila en Uruguay (@elpaisuy)
Jubilados hacen fila en Uruguay (@elpaisuy)

El proyecto aumenta la edad mínima de jubilación

El Gobierno impulsó esta reforma que amplía la edad de jubilación hasta los 65 años, asegurando que aunque se trata de una medida impopular, “es lo que hay que hacer”.

Este proyecto de reforma, que deberá pasar ahora por la Cámara de Diputados, amplía la edad mínima de jubilación en varias escalas que van desde los 63 hasta los 65 años, dependiendo de la fecha de nacimiento y los años cotizados hasta el momento, según ha informado El Observador.

En concreto, el texto recoge que los nacidos en 1973 se jubilarán con 63 años en 2036, los de 1974 lo harán con 64 años en 2038 y en 2040 los de 1975 con 65. La actual edad de jubilación en Uruguay es de 60 años.

No obstante, la reforma recoge dos excepciones para no retirarse con 65 años de edad. La primera es por una “carrera laboral extensa” y afecta a aquellos que tengan 30 años aportados cuando entre en vigencia la ley, y a aquellos que en general alcancen los 40 años de trabajo.

La otra forma de acceder a una excepción es trabajar en un puesto “particularmente exigente”, como es el caso de los trabajadores de la construcción y los trabajadores rurales que desempeñen puestos de trabajo que impliquen “un alto grado de esfuerzo físico”. En ese caso, podrán jubilarse a los 60 años de edad con 30 años cotizados.

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