El candidato de Estados Unidos para el BID quiere limitar la influencia del régimen chino en América Latina

Mauricio Claver-Carone busca convertir al banco latinoamericano en una potencia financiera

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Mauricio Claver-Carone, asesor de la Casa Blanca en asuntos de América Latina y candidato a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (Bloomberg)
Mauricio Claver-Carone, asesor de la Casa Blanca en asuntos de América Latina y candidato a presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (Bloomberg)

Un asesor principal del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que convertiría al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un peso pesado del sector financiero para contrarrestar la influencia china en el hemisferio occidental en caso de que ganara la presidencia del prestamista multilateral.

Mauricio Claver-Carone dijo que el banco con sede en Washington podría reemplazar a Beijing como prestamista de referencia en toda la región en un momento en que la administración de Xi Jinping está retrocediendo.

El año pasado, el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación de China proporcionaron US$1.100 millones en financiamiento a Gobiernos de la región y empresas estatales en comparación con más de US$35.000 millones en 2010, según un reporte del Diálogo Interamericano y el Centro de Políticas de Desarrollo Global de Boston University. Incluso el BID ha recurrido a Beijing en busca de apoyo, que Claver-Carone atribuyó a la falta de aceptación de demócratas y republicanos en Washington.

El candidato ha estado haciendo las rondas por algunos de los accionistas más grandes del banco en América Latina y Europa, presionando por un aumento de capital.

BID Invest podría ser una herramienta extraordinaria”, dijo Claver-Carone en una entrevista, refiriéndose a la rama de inversión del prestamista.

Claver-Carone está montando una campaña para encabezar el BID, que presta alrededor de US$13.000 millones al año, luego de que su nominación por parte de Trump provocara controversia por romper una tradición no escrita según la cual la presidencia del banco es para latinoamericanos.

Si bien el cubano-estadounidense es uno de los favoritos en las elecciones del 12 de septiembre, no hay garantía de que se lleve a cabo la votación. Una minoría de accionistas, incluidos Argentina, México y Chile, buscan retrasarla y podrían impedir un quórum.

Críticos también argumentan que Claver-Carone trae un bagaje partidista que podría resultar particularmente desafiante si el candidato presidencial demócrata Joe Biden gana las elecciones estadounidenses en noviembre.

En la Casa Blanca, Claver-Carone dirigió una política de línea dura contra Cuba, así como un esfuerzo diplomático para ganar reconocimiento internacional del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó. Abogado de formación, anteriormente se desempeñó como director ejecutivo para Estados Unidos en el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Para calmar la preocupación que genera un norteamericano al mando de una organización normalmente dirigida por latinoamericanos, Claver-Carone dijo que nombrará a líderes del Caribe y Centroamérica. También se comprometió a elegir a los mejores asesores de una cohorte de formuladores de política más jóvenes que han manejado las consecuencias del covid-19.

Soy un gran admirador del ecuatoriano Richard Martínez, de María Antonieta Alva, de Perú, del jamaiquino Nigel Clarke y de la uruguaya Azucena Arbeleche”, comentó Claver-Carone. “No hay escasez de talento de nueva generación en toda la región”.

(C) Bloomberg.-

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