Evo Morales dijo que llegó a la Argentina “envalentonado y animado” y que no le tiene “miedo a la detención”

A menos de una semana de su arribo como refugiado al país sudamericano, el ex presidente de Bolivia dijo estar listo para “aportar a la campaña” de cara a las elecciones presidenciales que el cuestionado Gobierno provisional en La Paz deberá organizar el año próximo tras su renuncia

Compartir
Compartir articulo
Evo Morales sobre su llegada a la Argentina

El ex presidente boliviano Evo Morales, refugiado en Argentina tras renunciar a su cargo en un contexto de acusaciones de fraude y presiones de las Fuerzas Armadas, aseguró este martes que ha llegado al país sudamericano “fuerte, envalentonado y animado” para participar de la campaña política en Bolivia de cara a las nuevas elecciones esperadas en el país andino.

“Llegué a México triste, destrozado. Después de dos semanas empecé a recuperarme”, relató Morales durante una conferencia de prensa realizada en la ciudad de Buenos Aires y en referencia a su estadía de un mes en aquel país, el primero en ofrecerle el asilo político tras el estallido de la crisis política en Bolivia.

El 11 de diciembre, un día después de la asunción del presidente Alberto Fernández en Argentina, Evo arribó junto a cuatro miembros de su gobierno para solicitar el estatuto de refugiado en este país, que comparte una frontera con Bolivia y alberga a una numerosa colectividad boliviana.

Llego a Argentina fuerte, envalentonado y animado para aportar en la campaña. Estoy convencido de que vamos a ganar nuevamente las elecciones nacionales que vienen el próximo año”, expresó, lo cual señalaría que el Gobierno argentino le ha permitido realizar declaraciones políticas sobre los sucesos en Bolivia, aunque no así sobre lo que ocurra en el país donde se encuentra refugiado.

Evo Morales sobre el pedido de captura en su contra

Morales, del partido Movimiento al Socialismo (MAS), renunció efectivamente el 10 de noviembre en medio de una serie protestas generalizadas luego de que fuera acusado de haber realizado fraude en las elecciones presidenciales, en las que se impuso en primera vuelta por un muy escaso margen, y tras recibir presiones y amenazas de parte de las Fuerzas Armadas y la policía.

"Ante la escalada de conflicto que atraviesa el país, velando por la vida y la seguridad de la población, sugerimos al presidente del Estado que renuncie a su mandato presidencial permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”, expresó Williams Kalima, en ese entonces comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia.

Dado que también el vicepresidente Álvaro García Linera, la presidenta del Senado Adriana Salvatierra y el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda, renunciaron junto con Morales, el cargo de presidenta provisional recayó en la vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez Chávez, a la espera de que haga un llamado a nuevas elecciones, en las que el ex presidente no participará como candidato y para las cuales aún no hay fecha.

Desde entonces, Morales y los miembros de su gobierno han denunciado un golpe de Estado en el país, obteniendo el apoyo de numeroso líderes en la región, mientras que el gobierno provisional de Áñez, del Movimiento Democrático Social, niega esta designación y avanza sobre la acusación de fraude contra el líder, basada en una serie de informes realizados por la Organización de Estados Americanos (OEA).

Manifestación contra Evo Morales en La Paz, Bolivia, el pasado 8 de noviembre (Reuters/ Carlos Garcia Rawlins)
Manifestación contra Evo Morales en La Paz, Bolivia, el pasado 8 de noviembre (Reuters/ Carlos Garcia Rawlins)

Al respecto el ministro interino de Gobierno de Bolivia designado por el gobierno provisional, Arturo Murillo, señaló en una entrevista con la agencia EFE este lunes que “en las próximas horas” saldrá una orden de detención contra Morales. La orden está basada en una “denuncia de terrorismo”.

Sobre este pedido de captura, Morales cuestionó este martes desde Buenos Aires a la “supuesta presidenta autonombrada de facto”, en referencia a Áñez. “Parece juez que da un mandamiento de apremio. ¿Es juez o fiscal o es presidenta, qué es finalmente? Así se manejan las dictaduras”, consideró.

“No tengo miedo a la detención. ¿Cuántas veces he sido detenido y procesado?”, se preguntó.

El ex presidente también cargó contra el informe preliminar de la OEA develado el 10 de noviembre, y cuya versión final se dio a conocer a comienzos de diciembre.

Evo Morales sobre la paz en Bolivia

“El informe de la OEA era para incendiar y que haya matanza en Bolivia”, comenzó diciendo Morales, asegurando que su gobierno había acordado la publicación del reporte preliminar el 13 noviembre, pero sin embargo el organismo lo hizo el 10, generando una serie de hechos que culminó con su renuncia, en su opinión.

Luego de conocerse las primeras tendencias en las elecciones presidenciales del 20 de octubre y tras la suspensión temporal de la transmisión de los resultados, que en un principio marcaban la necesidad de una segunda vuelta y poco después una victoria de Morales en primera vuelta por muy escasos votos, una ola de protestas en contra del gobierno y de disturbios sacudieron al país, y la violencia aumentó aún más tras la renuncia del presidente, cuando tuvieron lugar también numerosas manifestaciones a favor del líder cocalero y uan fuerte represión de parte de las fuerzas de seguridad. De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, al menos 32 personas han muerto desde entonces.

“Yo les dije: con este informe van a incendiar Bolivia y va a haber muertos. La OEA mediante Luis Almagro es responsable de los muertos”, agregó Morales, acusando al Secretario General del organismo.

Consultado sobre los dudas recolectadas en el informe final de la OEA con respecto a las mesas de votación para ciudadanos bolivianos en el extranjero, especialmente en Argentina, donde hubo numerosas irregularidades, el ex presidente argumentó que el reporte “no dice que hay fraude”.

Una manifestación en apoyo a Morales, el 21 de noviembre (Reuters)
Una manifestación en apoyo a Morales, el 21 de noviembre (Reuters)

“Dice que hay irregularidades, observaciones, actas. Para la OEA ganar con el 90% de los votos es fraude”, explicó, en referencia a numerosas mesas que mostraban esos niveles, y aún superiores, de apoyo a favor del presidente.

En concreto, el informe final de la OEA cataloga una serie de irregularidades y manifiesta en sus conclusiones que “el equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los comicios en dos planos”.

“A nivel de las actas, a partir de la alteración de las mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del procesamiento de los resultados, a partir del re direccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas. A ello se suman irregularidades graves, tales como la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible”, señala, sin usar nunca la palabra fraude.

Finalmente, Morales defendió su gobierno y enumeró sus principales, a su juicio, logros, argumentando que el golpe de Estado fue “contra el litio”, por el desarrollo que su administración había hecho de ese estratégico mineral.

“Yo participé de muchas reuniones de las Naciones Unidas en Nueva York, donde presidentes de sistemas capitalistas proclaman la paz, la paz, la paz. Pero yo estoy convencido de que no va a haber paz sin justicia social”, resumió.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: