El espécimen de cuatro centímetros de diámetro fue localizado cerca del municipio de Rodas, en la provincia central de Cienfuegos, durante la exploración de nuevos sitios en la llamada Región Paleontológica Damují, en los alrededores del río del mismo nombre.
Su descubridor, el investigador y miembro de la Sociedad Cubana de Geología Carlos Rafael Borges, halló el fósil en las márgenes de un arroyo donde existen afloramientos de estratos cretácicos y se preserva una rica fauna marina de invertebrados macrofósiles.
Hasta ahora en Cuba solo existían dos hallazgos previos de estrellas fósiles, ambos realizados en el siglo pasado por el paleontólogo cubano Mario Sánchez Roig (1890-1962). Los especies Nymphaster miocenicus y Stauranderauster sanchezi son geológicamente más jóvenes y datan del periodo Terciario.
El pasado marzo también se reportó en Rodas el descubrimiento de un diente fosilizado de 5,5 centímetros de largo y 4 de ancho, el cual se cree que pertenecía a un ejemplar muy joven de Carcharodon Megalodon, un escualo gigante que habitó los mares del archipiélago cubano hace millones de años y podía alcanzar los 18 metros.
De acuerdo con un censo realizado en 2013, en Cuba se han registrado 3.268 sitios arqueológicos aborígenes -desde cuevas ceremoniales con arte rupestre hasta cementerios o talleres líticos- de los cuales más de 1.800 estaban sin registrar en aquel momento.
A pesar del interés y la labor de los expertos cubanos, la Sociedad Espeleológica de Cuba estima que el 60% de los 304 sitios de arte rupestres registrados hasta 2017 no cuenta con protección patrimonial y el 31 % se encuentra fuera de los límites de las áreas protegidas de la isla.
Con información de EFE
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