
Ahí lo vemos, orondo y rosado. El doctor Ginés González García nos aporta un aire de querubín a los setenta y cinco años de su edad. Lo llamamos Ginés, como corresponde a nuestras maneras campechanas y confianzudas, como de codete que ha impuesto la pandemia al saludar. Él es Ginés, como Cristina es Cristina, Alberto es Alberto, Néstor es Néstor, Lilita es Lilita, como jugadores de fútbol brasileños.
Alumbrado en la ciudad de San Nicolás, muy histórica y muy metalúrgica, propicia a los primeros albores del peronismo donde se albergó con entusiasmo juvenil, no cuesta imaginar a Ginés un niñito rubio con sus rizos y sus ojos hipnóticos , con una chispa melancólica en ocasiones. Rizos, ojos celestes, un argentino de tronco celta, gallego si lo prefieran.
En puro y brumoso presente se le pidió que asumiera como ministro de Salud. Sanitarista y cirujano, no iba a llegar virgen: lo había sido de Duhalde y de Kirchner, y ocuparía también la embajada en Chile. Lo cierto es después de algunos mohines y rezongos, Ginés aceptó. No sin inquietud, algunos recordarán su posición favorable al aborto y el reparto de profilácticos entre argentinos jóvenes – gobierno Kirchner-, pero muchos sin duda recordarán también la furia santa del obispo castrense Antonio Baseotto: gritó, evangélico, que merecía ser atado por el cuello con una piedra de molino y arrojado al mar. Difíciles de conseguir la piedras de molino, erizó la parte donde el cura aludió tirar a Ginés al mar. Demasiada cercanas las revelaciones de hombres y mujeres al mar desde aviones durante los años militares, monseñor matizó lo dicho pero el regusto amargo quedó.
Como quiera que sea, Ginés, criatura del Señor, hace lo que puede. Le llegó el virus desde China por comer tanta sopa de murciélago así, tan de golpe, que lo agarró con los perros atados y contó que no iba a llegar nunca hasta aquí porque era muy lejos y se iba a cansar por el camino. Bueno, cualquiera se equivoca. El buen Ginés supuso que era de mayor urgencia atender el dengue, centro de una campaña carísima de cuarenta años, invisible: la gente, parece , no “descacharra " suficiente.
Hoy vamos a Ginés con los malabarismos de la vacuna rusa y única, las misteriosas , exigencias imposibles de Pfizer, arrebolados los mofletes, el país sin plata ni para comprar los frasquitos de cualquiera.
No olvide el barbijo, Ginés, ministro, a pesar de cierto sofoco. Duros tiempos. Es lo que hay.
SEGUIR LEYENDO
Últimas Noticias
Murió un argentino en una ruta uruguaya tras chocar su camioneta con un camión
El siniestro ocurrió en el kilómetro 202 de Ruta 2, entre las localidades de Rodó y Santa Catalina, en el departamento Soriano. La víctima era oriunda de la localidad entrerriana de Concordia

“Vimos todo”: habló el primer testigo del accidente de tránsito en el que murieron dos jóvenes en Monserrat
El accidente ocurrió la noche del 28 de noviembre pasado en el cruce de las avenidas Huergo y Belgrano. La fiscalía pide colaboración a personas que hayan presenciado lo sucedido

Tragedia en la Ruta 22: murió el chofer de un colectivo tras chocar contra un camión
El hecho ocurrió a la altura de la localidad de Médanos, en el sur bonaerense. La mayoría de los 50 pasajeros que viajaban sufrieron heridas leves. Aseguraron que había mucho humo en el tramo por un incendio

Pánico y gritos durante un violento asalto en una heladería de Mar del Plata: hay un detenido
El episodio fue en un local de Grido ubicado en Avenida Colón. Todavía hay tres prófugos. El video del robo

Escuchó tiros en su cuadra, denunció y la Policía encontró un arsenal en la casa de su vecino
El sospechoso tiene 36 años y quedó detenido. En su casa hallaron armas, 400 balas disparadas y 278 municiones



