Voló a Australia para trabajar, quedó sin empleo por la pandemia y lanzó su propio emprendimiento

Chiara Sieburger (23), la nieta Tini de Bucourt, planeó proyectarse profesionalmente en las pasarelas, pero el destino y la pandemia la sorprendieron y su vida dio un giro inesperado. En medio de la crisis sanitaria lanzó su proyecto gastronómico y halló su vocación

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Chiara se metió al mundo de la moda con 18 años, en este retrato fotografiada por su tía Cecilia De Bucourt, hija de Tini también modelo
Chiara se metió al mundo de la moda con 18 años, en este retrato fotografiada por su tía Cecilia De Bucourt, hija de Tini también modelo

La historia de Chiara Sieburger (23) es un poco el sueño de muchos. Quiso volar desde Buenos Aires a la otra punta del planeta para seguir su carrera como modelo, pero se dejó sorprender en el destino. Lejos de ir en contra de la corriente, se lanzó, y pudo conectar con su verdadera pasión: la gastronomía.

Con 18 años, Chiara se subió por primera vez a una pasarela de la moda vestida por grandes marcas. Quizás para seguir el legado familiar de su abuela, la reconocida mannequin Tini De Bucourt y su tía Cecilia; y otro poco porque era lo que disfrutaba. A esa pasada le siguieron tapas de revistas, editoriales de moda nacional e internacional y estudiar Diseño de Indumentaria.

Chiara y Tini en la pasarela de Buenos Aires fashion week
Chiara y Tini en la pasarela de Buenos Aires fashion week

Con ganas de salir a explorar el mundo, a mitad del año pasado le propuso a una amiga hacer un gran viaje de vacaciones, uno de esos que se extienden en el tiempo. “Apliqué para la visa Work and Holiday en Australia, hice los trámites, me la aprobaron y tuve toda la intención de seguir mi carrera de modelo allá. Imaginé que podría trabajar como en la Argentina y encima tendría una proyección internacional. Era una manera de ahorrar para luego seguir recorriendo el planeta”, le cuenta a Infobae desde Australia.

Así fue, preparó las valijas, se despidió de su familia, amigos e inclusive de un novio. “Quería una experiencia personal diferente, asī que por más que me costó el desarraigo, me animé”, agrega.

Viviendo en Belrose en la afueras de Sidney
Viviendo en Belrose en la afueras de Sidney

Para los extranjeros que llegan con visa es bastante simple conseguir un trabajo, ya sea en las granjas de las zonas regionales, en restaurantes o centros turísticos. Tanto Chiara como su amiga lograron un puesto en un local de gastronomía italiana. “Yo tenía que estar en las hornallas y mi amiga en el salón, como moza. Nos encantó, y ahí pude aprender mucho de cocina. Encima pagan bien y en Australia la calidad de vida es excelente”.

El plan de modelaje fue quedando atrás, casi en el olvido. “Fue perdiendo fuerza, no acordaba de esa idea, y la verdad preferí no buscar, porque me reconecté con mi pasión”.

Pero pronto llegó la pandemia, y antes de que sacudiera a la Argentina, golpeó a Australia. En marzo decretaron una estricta cuarentena, que se extendió un mes y medio. “Nos quedamos sin trabajo, y por lo tanto sin plata. Tenía los ahorros para algunos meses más, pero al estar lejos de casa y sin certezas de cuánto tiempo estaría sin ingresos empecé a tener miedo, y me replanteé la idea de volver a Buenos Aires antes de tiempo”.

Inquieta, y decidida a revertir su situación, decidió hacer menús para sus roomates (compañeros de la casa que alquilaba). “El dueño del restaurante en el que habíamos trabajando nos dio unos containers, y nos organizamos de tal modo que armamos menús semanales para nuestros vecinos. Era todo casero con un toque italiano : empanadas de carne amasadas desde cero, pastas con salsa. Recetas simples. Armamos un flyer que repartimos por la zona, y nos empezaron a llamar seguido. Nos fue muy bien y fue la manera que encontramos para sobrevivir durante ese período difīcil”, reconoce sorprendida.

La propuesta del emprendimiento que la ayudó a sobrevivir
La propuesta del emprendimiento que la ayudó a sobrevivir

Listen es el nombre que le pusieron a su emprendimiento. “A los australianos les gusta mucho la carne, y como argentinos somos especialistas, así que las empanadas fueron un éxito”. También hacían postres como tiramisú y brownies, porque Chiara también ama la pastelería, algo que heredó de su casa, donde pasaba largas sesiones preparando exquisiteces en familia.

Las pastelería italiana es algo que disfruta de hacer, es precisa y detallista
Las pastelería italiana es algo que disfruta de hacer, es precisa y detallista

El take away siguió hasta el levantamiento de la cuarentena. “Una vez que reabrieron las actividades en abril me mudé a Belrose (cerca de Sidney) en busca de playa. El día que llegué conseguí trabajo. Ahí hago mis tortas y otras recetas que adoro. El chef es muy generoso conmigo, las incluyó en las cartas. Estoy todo el día en la cocina, no paro”.

“En estos meses descubrí otra faceta mía distinta, en Argentina estudiaba diseño de indumentaria y ahora quiero estudiar cocina”, reconoce.

Volver a casa, una pregunta sin respuesta

Chiara tiene ganas de seguir expandiendo su carrera profesional en el rubro gastronómico, aunque extraña sus afectos. “Mi casa es mi casa, pero en Australia se vive muy bien y todo es bastante sencillo de conseguir”.

Orgullosa de su nieta, Tini de Boucourt, definió a Chiara con estas palabras: ”Es decidida, está llena de vida, vivaz, inteligente, llena de fuerzas por descubrir. Misteriosa, no copia, se anima a ser. Chiara es un reflejo de femineidad, sabe lo que quiere, es personal y única. Creo en ella, se que busca su camino y estoy allí para guiarla lo más que pueda”.

Tini le pintó un cuadro en homenaje a su nieta
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