Salud ginecológica: cómo mantener un útero sano

Los miomas uterinos, la endometriosis y el cáncer de cuello uterino figuran entre las principales causas de consulta ginecológica, hospitalización y tratamientos prolongados

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Una de las recomendaciones para
Una de las recomendaciones para mantener un útero sano es acudir al ginecólogo al menos una vez al año, incluso si no existen molestias (Sistema Metropolitano de la Solidaridad-Sisol)

La salud del útero es un pilar fundamental del bienestar integral de las mujeres. Este órgano no solo cumple un rol clave en la menstruación, la fertilidad y el embarazo, sino que también está estrechamente vinculado al equilibrio hormonal y a la salud general. En el Perú, diversas enfermedades ginecológicas afectan a miles de mujeres cada año. Según el Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social del Perú (EsSalud), afecciones como los miomas uterinos, la endometriosis y el cáncer de cuello uterino figuran entre las principales causas de consulta ginecológica, hospitalización y tratamientos prolongados.

A pesar de ello, muchas mujeres acuden al médico cuando los síntomas ya son intensos o persistentes. La prevención y el autocuidado son claves para detectar a tiempo cualquier alteración y reducir el riesgo de complicaciones. Conocer cómo cuidar la salud del útero, cuáles son las enfermedades más comunes que lo afectan y qué factores pueden dañarlo permite tomar decisiones informadas y responsables sobre la salud ginecológica.

Cómo mantener un útero sano

Cuidar la salud del útero implica adoptar hábitos saludables y mantener un seguimiento médico regular. Una de las recomendaciones básicas es acudir al ginecólogo al menos una vez al año, incluso si no existen molestias. Los controles preventivos, como el Papanicolaou y las pruebas de detección del virus del papiloma humano (VPH), permiten identificar cambios celulares antes de que se conviertan en enfermedades graves.

La alimentación también cumple un rol importante. Consumir una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales y alimentos con antioxidantes, ayuda a regular las hormonas y a fortalecer el sistema inmunológico. El Minsa y EsSalud recomiendan, además, mantener niveles adecuados de hierro para prevenir la anemia, especialmente en mujeres con menstruaciones abundantes.

Entre las enfermedades uterinas más
Entre las enfermedades uterinas más frecuentes se encuentran los miomas uterinos, que son tumores benignos formados por tejido muscular (Instituto Médico de la Mujer)

Otro aspecto clave es la actividad física regular. El ejercicio contribuye a mejorar la circulación sanguínea en la zona pélvica, ayuda a controlar el peso y reduce el riesgo de alteraciones hormonales. Asimismo, dormir bien y manejar el estrés son factores importantes, ya que el estrés crónico puede afectar el equilibrio hormonal y la salud reproductiva.

Mantener una adecuada higiene íntima, evitando el uso de duchas vaginales y productos perfumados, también es fundamental. Estas prácticas pueden alterar la flora vaginal y favorecer infecciones que, si no se tratan, pueden extenderse al útero.

Enfermedades más comunes que afectan al útero

Entre las enfermedades uterinas más frecuentes se encuentran los miomas uterinos, que son tumores benignos formados por tejido muscular. Aunque muchas veces no presentan síntomas, en algunos casos pueden causar sangrados abundantes, dolor pélvico y problemas reproductivos.

La endometriosis es otra afección común, caracterizada por el crecimiento de tejido similar al endometrio fuera del útero. Esta enfermedad puede generar dolor intenso durante la menstruación, dolor durante las relaciones sexuales y dificultades para concebir.

Los controles preventivos, como el
Los controles preventivos, como el Papanicolaou y las pruebas de detección de VPH, permiten identificar cambios celulares antes de que se conviertan en enfermedades graves (Freepik)

El cáncer de cuello uterino es una de las principales preocupaciones de salud pública en el país. Según el Minsa, esta enfermedad afecta principalmente a mujeres en edad reproductiva y está asociada, en la mayoría de los casos, a la infección persistente por el virus del papiloma humano. La detección temprana mediante exámenes preventivos es clave para un tratamiento exitoso. Otras afecciones incluyen la adenomiosis, las infecciones uterinas y los trastornos menstruales, que pueden impactar significativamente en la calidad de vida si no se tratan de manera oportuna.

Enemigos de la salud uterina

Existen factores que pueden dañar seriamente la salud del útero. Uno de ellos es el descuido de los controles ginecológicos. La falta de exámenes preventivos retrasa el diagnóstico y reduce las posibilidades de tratamiento oportuno.

El tabaquismo es otro enemigo importante, ya que afecta la circulación sanguínea y aumenta el riesgo de cáncer ginecológico. El consumo excesivo de alcohol también puede alterar el equilibrio hormonal y debilitar el sistema inmunológico.

Las infecciones de transmisión sexual no tratadas representan un riesgo significativo, ya que pueden causar inflamación crónica y afectar el útero y otros órganos reproductivos. Asimismo, el estrés prolongado y una mala alimentación pueden favorecer desequilibrios hormonales que impactan directamente en la salud uterina.