Eva Ayllón acusa a su expareja Paco García de manipular a su hijo y abandonarlo durante 21 años

Eva Ayllón, una de las voces más emblemáticas de la música criolla peruana, se ha sincerado sobre una de las etapas más difíciles de su vida: la relación con su expareja Paco García, padre de su hijo menor Francisco García Ayllón. En una entrevista con Magaly Medina, la cantante reveló que el productor musical estuvo ausente durante toda la crianza de su hijo y que recién lo reconoció legalmente después de dos décadas.

La intérprete relató que su romance con Paco García duró cerca de cinco años y estuvo marcada por dificultades. “Fue una relación muy mala, ni siquiera quiero recordarla”, expresó con pesar. Al quedar embarazada, el productor le pidió insistentemente que no tuviera al bebé.

Durante esos años, Ayllón crió sola a su hijo, sin apoyo económico ni emocional de Paco García. “Nunca me dio dinero. Más bien, me mandó a vender un carro que me había regalado para que yo pudiera pagar la clínica”, detalló la artista, quien aseguró que su expareja rechazaba firmar a su hijo como suyo: “Siempre hacía comentarios de que quería una prueba de ADN”.

La intérprete relató que fue su hijo Francisco quien, ya siendo adulto, tomó la iniciativa de acercarse a su padre biológico con el fin de realizarse una prueba de ADN y entablar un vínculo. Fue recién entonces que Paco García accedió a reconocerlo legalmente. “Esperó cerca de 21 años para recién conocer a su hijo”, recordó Ayllón.

No obstante, según la cantante, el interés de García por mantener una relación con su hijo fue breve y superficial. “Hasta donde yo supe, le hizo un regalo de una computadora, una Mac, y luego se desapareció nuevamente”, comentó, dejando entrever la falta de compromiso del productor musical.

Paco García en la boda de Francisco

Por otro lado, la reconocida intérprete de música criolla confesó que desconoce en qué momento Paco García volvió a acercarse a la vida de su hijo Francisco. Sin embargo, aseguró que el productor musical no solo asistió a la boda celebrada en mayo en Chincha, sino que además fue quien financió el evento y ocupó un lugar destacado durante la ceremonia.

Este hecho ha afectado profundamente a Eva Ayllón, quien no asistió al matrimonio debido al distanciamiento que mantiene con su hijo menor, luego de que él interpusiera una denuncia contra Natalia Málaga. La cantante se siente doblemente dolida: por el alejamiento con su hijo y por la presencia protagónica de una figura paterna que, según afirmó, estuvo ausente durante más de dos décadas.

“Él (Francisco) sabe que su padre me puso maletas en la puerta de su casa cuando yo estaba embarazada de dos meses. Ahora se han vuelto a juntar. Él ha hecho la boda, mientras que yo no sabía que se iba a casar, no sabía absolutamente nada hasta que me llega la invitación por WhatsApp, una invitación muy informal y desagradable para una madre"

Sospechas de manipulación

Eva Ayllón dejó entrever que el reencuentro entre Paco García y su hijo Francisco no habría sido del todo espontáneo ni libre de intereses. Según su testimonio, el productor musical —ausente durante más de 20 años— podría estar ejerciendo una influencia directa en las decisiones de su hijo, particularmente en el contexto de la denuncia legal que Francisco ha iniciado contra Natalia Málaga.

La artista sospecha que García no solo ha reaparecido en la vida de Francisco para asumir un tardío rol paternal, sino que estaría detrás de varias de las acciones que han contribuido al quiebre familiar. “Mi hijo ha tenido ayuda de terceros, entre ellos su padre. Él está detrás de todo esto porque mi hijo no tiene la condición económica como para hacer esto”, declaró con firmeza.

Ayllón también cuestionó las verdaderas motivaciones de su expareja, insinuando que podría estar usando esta situación como una forma de redención personal tras años de ausencia. “Creo que, aparte de gustarle el espectáculo, él (Paco) pensará que haciendo esto él va a resarcir todo lo que le ha hecho”, expresó. Sin embargo, la artista lamentó con dolor que ese proceso se esté dando a costa de una relación maternal profundamente deteriorada. “Ahora no sé qué tendrá mi hijo en la cabeza”, concluyó.