Las boxeadoras peruanas que hacen sparring con hombres y sueñan con hacer historia en Santiago 2023

Cada vez falta menos para el inicio de los Juegos Panamericanos Santiago 2023 y los deportistas clasificados son conscientes de ello. Tal es el caso de Alondra Benites y Evelyn Tolentino, boxeadoras peruanas que vienen preparándose de la mejor manera para poder dejar el nombre de nuestro país muy en alto.

Muchos no saben del esfuerzo que hacen ellas para salir adelante y a la vez, cumplir con sus duras horas de entrenamiento. Es por ello que Infobae Perú las buscó para conocer un poco más de lo que hacen.

Durante la charla, ambas nos contaron cómo fueron sus inicios en el deporte que tanto les apasiona. Además, se sinceraron y revelaron detalles poco conocidos sobre la vida que llevan fueran del cuadrilátero. Sin duda, una lucha diaria que no muchos están dispuestos a afrontar.

Alondra, la única pugilista nacional de la categoría mosca (50 kilogramos), inició cuando tenía 17 años. Cada golpe que recibió le sirvió para mantenerse fuerte a lo largo de un camino que no ha sido fácil, pues muy aparte de ser deportista también es estudiante de farmacia. Ella, al igual que muchos, aprendió a organizar sus tiempos para poder seguir creciendo.

- ¿Qué nos puedes contar sobre tus inicios en el boxeo?

En mi familia desde que soy niña siempre hemos visto boxeo en la televisión. Un día recuerdo que mi mamá pasó por el Estadio Nacional y me comentó que habían abierto academias de boxeo, entonces me preguntó si quería estar. Le dije que me inscribiera y ya son siete años los que vengo practicándolo.

- ¿Tienes alguna referente?

De niña veía todas las peleas de Kina Malpartida. Siempre la he admirado por todo lo que consiguió, aparte se le veía muy apasionada en lo que hacía. Lamentablemente, no hemos coincidido en ningún evento. Me gustaría conocerla.

- ¿Cómo vienen siendo los entrenamientos de cara a tu participación en los Juegos Panamericanos?

Ahorita estamos llevando un plan de entrenamiento distinto. Ya empezamos a bajar las cargas y estamos más enfocados en la parte física. También estamos haciendo full guanteo. Los trabajos son a doble turno, en la mañana desde las siete y en la tarde hasta las dos. El entrenamiento que teníamos antes era de mantenimiento, solamente acumulábamos cargas y desde que nos enteramos que íbamos a ir a los Panamericanos, la rutina cambió. Los profesores se encargaron de gestionar para que podamos alojarnos en Videna y desde ese momento todo ha sido bastante intenso.

- También estudias, ¿cómo manejas tus tiempos?

Antes de estudiar yo ya estaba entrenando, entonces busqué un instituto que se acomodara a mis horarios. Yo estudio farmacia de manera semi presencial y ya estoy por acabar el quinto ciclo, es algo que he podido llevar a la par.

- ¿Cuáles son tus expectativas para Santiago 2023?

Mi objetivo principal es llegar al podio sin importar el color de la medalla. La idea es estar entre las mejores y darle una alegría al país. El tener la posibilidad de clasificar a París 2024 es una motivación muy grande, entonces me voy a esforzar mucho para poder lograrlo porque es el sueño de todo deportista. Voy a dar todo de mí.

- Un mensaje para las niñas que les gustaría empezar a practicar boxeo...

Les diría que se animen a practicar un deporte distinto y que no tengan miedo de hacerlo. Las mujeres también somos fuertes y podemos demostrarlo.

Por su parte, Evelyn ha tenido que dejar atrás su vida en Trujillo para dedicarse a lo que más le gusta y no solo eso, también a su menor hijo. En una lucha constante por alcanzar la gloria, la boxeadora de 27 años se mudó a la capital para instalarse en la sede legado Videna y sumar mayor cantidad de estímulos con miras a su primera participación en unos Juego Panamericanos.

- Cuéntanos un poco sobre tus inicios...

Yo inicié en el mundo del boxeo a los 15 años cuando estudiaba en el colegio Fe y Alegría de Villa El Salvador. Muy cerca de ahí, había un coliseo y vi que había boxeo, me llamó mucho la atención y empecé a entrenar. Después de ocho años, sigo practicándolo y es mi pasión.

- Tu hijo está lejos, ¿ha sido duro el proceso?

Es muy complicado pero gracias a Dios tengo el apoyo de mis padres, sin ellos quizás no hubiera podido cumplir mis sueños. Mi hijo tiene nueve años, entiende la situación, sabe que mamá va a ir a representar al país y está muy emocionado, al igual que yo. Tenerlo es una gran motivación, pero a la vez es muy difícil porque lo extraño mucho.

- Colaboraste como voluntaria en Lima 2019, ahora la historia cambia...

En 2019, fui voluntaria en los Juegos Panamericanos y ahora tengo la suerte de participar. Estoy muy feliz y agradecida por la oportunidad. Un Panamericano es la fiesta de América, a qué deportista no le gustaría vivir esto.

- Junto a Alondra, pueden ser las primeras peruanas en clasificar a unas Olimpiadas en la historia del boxeo nacional, ¿cómo te sientes con ello?

Siento bastante presión y a la vez motivación. Me entusiasma mucho pensar que podemos llegar a ser las primeras boxeadoras peruanas en llegar a unos Juegos Olímpicos. Creo que este sería el inicio de algo muy grande para las siguientes generaciones.

- Hacen sparring con los hombres, debe ser duro...

Es fuerte entrenar con los chicos, pero nos ayudan bastante. Uno que otro siempre se ‘pica’ porque como mujeres a veces también golpeamos fuerte. Antes se medían por temor, pero ahora todos entrenamos por igual.

- Eres mamá y deportista, ¿qué les dirías a aquellas personas que se encuentran en una situación similar a la tuya?

Invito a todas las niñas y hasta incluso, madres, para que se animen a hacer lo que les apasiona. Que sepan que nunca es tarde para empezar. En tiempos difíciles como estos, en donde la sociedad está cada vez peor, este deporte también puede servir como defensa personal.