Ciudadanía argentina: por qué el cambio a Migraciones puede ordenar un proceso clave

El país dio un paso que muchos sistemas ya ensayaron: sacar de los tribunales el inicio del trámite de ciudadanía por naturalización y llevarlo al órgano técnico que administra residencias y controles migratorios

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"El desafío es una transición
"El desafío es una transición prolija y reglas finas para la vía por inversión", destaca el autor del texto (Imagen Ilustrativa Infobae)

La ciudadanía por naturalización dejó de iniciarse ante juzgados federales y pasa a la Dirección Nacional de Migraciones (DNM). La centralización promete trazabilidad, tiempos claros y mejor coordinación con Renaper. El desafío: una transición prolija y reglas finas para la vía por inversión.

Un giro institucional con lógica

Argentina dio un paso que muchos sistemas ya ensayaron: sacar de los tribunales el inicio del trámite de ciudadanía por naturalización y llevarlo al órgano técnico que administra residencias y controles migratorios: la DNM. No es un detalle: concentra en un único expediente todo el ciclo residencia → naturalización → DNI, bajo estándares administrativos y soporte digital.

Hasta ahora, la persona manifestaba su voluntad de naturalizarse ante un juez civil y comercial federal. Con la reforma, la DNM recibe, instruye y otorga la carta de ciudadanía, y coordina de forma directa con Renaper la emisión del DNI. Además, el inicio es 100% online en el portal a distancia de Migraciones.

Como política pública, tiene sentido: quien mejor conoce el legajo, entradas y salidas, residencias y antecedentes administrativos del solicitante es Migraciones. Al reducir idas y vueltas interinstitucionales, se bajan fricciones y se ganan certezas.

Qué cambió, en términos prácticos

1) Autoridad y foro

  • Antes: manifestación y carta ante juez federal.
  • Ahora: DNM instruye y otorga la carta; Renaper emite el DNI coordinado.

2) Puerta de entrada digital

  • El expediente se inicia en RaDEX, dentro del territorio argentino.
  • Notificaciones y requerimientos llegan al buzón del expediente (menos papelerío, más trazabilidad).

3) Vías de acceso

  • Vía “clásica”: 18+, dos años de residencia legal y continua previos a la solicitud, con verificación directa del legajo migratorio.
  • Vía por inversión: una Agencia especializada (en Economía) evalúa si la inversión es “relevante”; con su informe, DNM debe decidir en 30 días hábiles.

4) Requisitos estandarizados

  • DNI argentino, antecedentes penales vigentes, acreditación de actividad/medios de vida y CUIT/CUIL. Migraciones puede pedir ampliaciones (domicilio, continuidad, etc.).

Cómo se tramita hoy (vía “clásica”)

  1. Usuario en RaDEX → “Ciudadanía por naturalización”.
  2. Carga documental: DNI, RNR, ocupación/ingresos, CUIT/CUIL.
  3. Control de continuidad: DNM coteja 24 meses de residencia legal (sin quiebres).
  4. Subsanaciones (si hubiera) y resolución.
  5. Carta de ciudadanía y emisión de DNI por RENAPER.

Claves para no trabarse

  • Iniciar desde Argentina.
  • Tener DNI vigente y RNR (antecedentes penales) al día.
  • Respaldar actividad/medios de vida y domicilio.
  • Si hubo pases entre categorías de residencia, ordenar el timeline de los últimos 24 meses.

Cómo opera la vía por inversión (y qué falta)

  • Dossier económico ante la Agencia: inversión propuesta, origen y trazabilidad de fondos, impacto.
  • Informe técnico a DNM.
  • Decisión en 30 días hábiles desde ese informe.
  • Carta y DNI.

Lo pendiente es la letra chica: criterios públicos y medibles de “inversión relevante”, umbrales sectoriales, mecanismos de debida diligencia y controles de riesgo (AML/FT). Sin esos parámetros, el canal existe pero requiere precisión para ser previsible y competitivo frente a programas comparables.

Efectos esperables (si se gestiona bien)

  • Menos dispersión: un solo organismo mira residencia, continuidad, antecedentes y naturalización.
  • Más trazabilidad: expediente electrónico, hitos claros, notificaciones unificadas.
  • Mejor coordinación con RENAPER: carta → DNI sin saltos entre fueros.
  • Previsibilidad: la vía de inversión, con plazo a decidir, ordena expectativas de inversores y empresas.

Los “peros” de la transición

  • Expedientes viejos: los casos ya iniciados en juzgados seguirían su curso donde están; hace falta comunicación oficial que despeje dudas (migración de legajos, oficios, etc.).
  • Desactualización informativa: todavía abundan guías y blogs que dicen “ante juez federal”. Chequear sólo fuentes oficiales.
  • Litigiosidad puntual: hubo decisiones que cuestionaron la reforma “para el caso”. No frenan la operatividad general, pero demandan prolijidad en la instrucción y en los actos fundados.

Qué mirará DNM con lupa

  • Continuidad real de los 24 meses: cortes de residencia, ausencias relevantes, cambios de categoría.
  • Solvencia y ocupación: relación consistente entre ingresos, actividad y permanencia.
  • Antecedentes: RNR vigente y, si existieron causas, documentación completa (sentencias, sobreseimientos).
  • Para inversión: trazabilidad, impacto y perfil de riesgo del solicitante y la estructura.

El traslado a Migraciones es sano y necesario. Centraliza, digitaliza y profesionaliza un trámite que no debía arrastrar la inercia del fuero federal. Si el Gobierno publica rápido los criterios de inversión, establece SLA internos razonables y cuida la ejecución operativa (subsanaciones ágiles, checklists claros, interoperabilidad con Renaper), la ciudadanía por naturalización puede ganar seguridad jurídica y tiempos competitivos.

¿La vara? Un proceso previsible y medible que sirva tanto a quienes cumplieron dos años de arraigo en regla como a quienes apuesten por la vía de inversión. En un mundo que compite por talento y capital, los detalles marcan la diferencia.

El autor es abogado argentino especializado en Derecho Migratorio y dirige Global Mobility Argentina