En conmemoración del Día de las Víctimas del Holocausto

1) Hoy debemos recordar a las víctimas del Holocausto, una de las páginas más dolorosas de la historia de la humanidad. Como dijo el año pasado el Señor Presidente, Javier Milei, una de las “atrocidades más grandes de las que se tenga memoria contra el pueblo judío y contra la humanidad toda”.

A mi juicio, la Shoah es el hecho más cruel y terrible de la historia de la humanidad. Un crimen aberrante y cruel que no solo devastó millones de vidas, sino que también dejó una marca imborrable en nuestra conciencia colectiva.

Este día nos exige reflexionar sobre los horrores del pasado y sobre nuestras responsabilidades como sociedad en la búsqueda de Justicia y en la defensa de los Derechos Humanos. ¿Qué ocurrió y cómo estamos hoy? Especialmente en nuestro país.

2) El Holocausto nos dejó lecciones profundas, y una de las más importantes es la obligación de defender y hacer valer los Derechos Humanos. En ese entonces, la humanidad falló al permitir que la deshumanización y la injusticia se convirtieran en ley. El derecho penal nazi alteró el orden jurídico sagrado. Esa herida en nuestra historia nos recuerda que los Derechos Humanos no son privilegios, sino principios fundamentales que deben protegerse con firmeza, siempre y para todos. En nuestra concepción preferentemente rigen la vida, la libertad, la propiedad y la protección de la familia, los menores, los vulnerables y todos somos iguales ante la ley y estamos firmemente comprometidos en proteger “la libertad”. Queremos ser el país más libre del mundo.

3) Pero no basta con recordar el pasado; debemos actuar en el presente. Defender los Derechos Humanos significa construir un futuro donde la Justicia, la paz y el respeto, la tolerancia, el sentido común, la idoneidad y el mérito prevalezcan. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de alzar la voz por quienes no pueden hacerlo, de proteger a los vulnerables y de asegurar que nunca más suceda una tragedia como la que ocurrió y siguieron ocurriendo en distintos lugares del mundo.

4) Hoy, al recordar a las víctimas del Holocausto, renovamos nuestro compromiso de luchar contra el antisemitismo, el racismo y cualquier forma de discriminación. Es prioridad del Ministerio a mi cargo y así se encuentra plasmado en el Nuevo Código Penal en el que trabajo por orden del Señor Presidente, Javier Milei. Nos comprometemos a educar y formar a las nuevas generaciones porque la educación es el antídoto más importante contra cualquier forma de intolerancia, xenofobia y ataque racial o religioso y para que, la sociedad entienda que la diversidad no es una amenaza, sino una riqueza que debemos valorar. Y frente al delito y la discriminación se impone el máximo castigo, como dije, trabajo en ello en la reforma al Código Penal.

5) Como abogado, entiendo que la justicia no solo es un concepto abstracto, sino una herramienta concreta y necesaria para reparar el daño, sanar las heridas, dar el ejemplo y prevenir la repetición de tragedias similares. Los Juicios de Núremberg y también de Frankfurt, que recorrí de joven y que siguieron al Holocausto, marcaron un antes y un después en la historia del derecho internacional. Fueron un faro de esperanza para las víctimas y una señal al mundo de que incluso los crímenes más atroces no quedan impunes. Así lo aprendí recorriendo los campos de exterminio como Dachau o el museo del holocausto en Israel, que me conmovieron. Debemos tener siempre presente la idea de que los Derechos Humanos trascienden fronteras y que la dignidad humana no puede ser violada sin sus consecuencias.

Y aún padecemos hechos de violencia aberrante como el ocurrido en Israel el 7 de octubre de 2023, y que motivó una legítima defensa de personas y derechos por parte del Estado de Israel.

Como el mundo vivió el Holocausto, en Argentina nuestra propia historia nos obliga a actuar y no quedarnos impávidos ante la injusticia. Los atentados terroristas contra la Embajada de Israel en 1992 y la AMIA-DAIA en 1994 no solo dejaron un dolor profundo en las víctimas, sus familias y todos los argentinos, sino que también evidenciaron la necesidad de establecer un sistema judicial más eficaz para enfrentar el terrorismo y garantizar Justicia.

Así, elaboré, a pedido del Presidente, un proyecto de ley de juicio en ausencia, que se encuentra en la Cámara de Diputados y que resulta un paso clave en este sentido. No se trata de venganza, sino de establecer un mecanismo legal, idóneo y necesario, que rige en el mundo civilizado y que permite juzgar a los responsables de estos crímenes atroces, aun cuando no estén físicamente presentes. Se trata de ofrecer a las víctimas, a sus familias y a todos los argentinos la posibilidad de obtener verdad, justicia y reparación, que conozcan qué ocurrió y quiénes fueron los autores del brutal atentado. Esta herramienta es una prueba de que el Derecho puede adaptarse a las realidades más complejas para garantizar que no existe la impunidad y que los criminales no se burlen de la Ley y la Justicia. No se puede tolerar ni aceptar el terrorismo. El año pasado el Señor Presidente dijo: “Posición de intransigencia”.

En ese marco, es muy importante resaltar que la Justicia no solo se trata de sentencias en tribunales. También se trata de construir una sociedad en la que el odio y la discriminación no tengan cabida, no las podemos aceptar. El Holocausto y la memoria nos enseñan que el silencio, la indiferencia y la inacción son aliados del mal. Hoy, al recordar a las víctimas, no solo lamentamos su ausencia, sino que honramos su memoria y nos comprometemos a defender los Derechos Humanos, cada día, en cada espacio, en cada decisión.

La Justicia, cuando se ejerce de manera firme y transparente, permite reconstruir lo sucedido y eso cierra heridas. Así como los Juicios de Núremberg y Frankfurt marcaron un camino, en Argentina debemos hacer lo mismo. No podemos permitir que el paso del tiempo borre el sufrimiento y haga perder pruebas, ni oculte la responsabilidad de los culpables. Por eso, es fundamental obtener la ley de juicio en ausencia, educar y dotar de legislación penal adecuada.

No podemos olvidarlos. Quien olvida su historia, no aprende y puede repetirla. Recordemos siempre que, como dijo el Señor Presidente, Javier Milei, en su discurso del año pasado: “Este nuevo Gobierno tiene la vocación de volver a convertir a la Argentina en un país libre y pujante, un país que vuelva a ser visto con esperanza y admiración. Un país que vuelva a ser un lugar de destino, que pueda acoger una vez más a quienes huyen del yugo de la opresión y solo buscan paz y la posibilidad de prosperar, como lo hizo con el pueblo judío”. Y añado: Tenemos que lograr justicia ejemplar en los atentados, los asesinatos y la discriminación.

6) Hoy rendimos homenaje a las víctimas del Holocausto, Que este día nos inspire a ser incansables en la búsqueda de la verdad, la Justicia y a no permitir que la hostilidad se presente. El antisemitismo no murió en el Holocausto. Sigue existiendo y está latente. Debemos estar atentos y combatirlo con el máximo peso de la Ley, con más libertad, más igualdad, más justicia y más memoria.

Deben triunfar la democracia, el Estado de Derecho y la libertad y los gobiernos debemos proteger estos valores insoslayables. Solo así podremos construir un futuro en paz y armonía, con solidaridad, sin discriminación y donde la dignidad de cada persona sea verdaderamente respetada. El mal nunca debe triunfar sobre el bien.

Construimos juntos el presente y proyectamos un futuro de esperanza. Debemos permanecer unidos contra el odio, ahora y siempre.

Shalom y libertad.