Ni un paso atrás: Unidos por la Patria, por más derechos

En el fragor de la campaña queda cada vez más claro los proyectos de país que defienden los diferentes espacios políticos. La semana pasada una de las precandidatas a Presidenta del espacio que propone “dinamitar todo” dejó en claro su pensamiento xenófobo y profundamente ignorante al decir que las universidades estaban llenas de extranjeros. Se ve que Patricia Bullrich nunca llegó a leer todo el Preámbulo de la Constitución Nacional que garantiza que los derechos son para todos “los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”. Los hombres y las mujeres, agrego, además.

La señora Bullrich es toda una experta en militar del lado de la pérdida de derechos, desde el descuento compulsivo a jubilados y trabajadores públicos durante la gestión de la Alianza de la que fue Ministra de Trabajo a la justificación de la represión que acabó con la vida de Santiago Maldonado durante su gestión como Ministra de Seguridad, pero sus dichos no son una expresión aislada sino una constante de Juntos por el Cambio.

Uno de los candidatos a legislador por la Ciudad se despachó con expresiones xenófobas, racistas, homofóbicas y clasistas a las que, ignorando que son delito, se justificó diciendo que eran en broma. Diversos candidatos de ese espacio se pelean para ver quién es más duro en sus declaraciones contra los manifestantes en las calles, como si el problema fuera la protesta y no la causa de las mismas; la derecha de siempre.

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Esas expresiones muestran que lo que está en juego en esta campaña son, precisamente, modelos de país. En Unión por la Patria tenemos claro que no podemos permitirnos volver atrás. Nos costó mucho recuperarnos de los cuatro años de (des)gobierno macrista: fueron años tristes, de improvisación, de creer que el Estado puede ser administrado como si fuera una empresa y de llenar los espacios de gestión con CEO´s profundamente desconocedores de la gestión pública, de hablar de república y de institucionalidad mientras se intentaba ocupar vacantes de jueces por decreto, de destruir producción industrial y miles de puestos de trabajo, de ponernos de rodillas ante el Fondo Monetario Internacional.

Frente a los profetas del odio, en Unión por la Patria defendemos seguir por el sendero de recuperación de los diferentes sectores de la producción nacional para seguir creando empleo y aspirar a la mejora constante de las condiciones de vida de las trabajadoras y los trabajadores. Para eso es necesario consolidar el camino de estabilidad macroeconómica para eliminar para siempre el drama de la inflación. Ese es el compromiso de Sergio Massa y el de los candidatos y candidatas de nuestro espacio para defender derechos y conquistar los que faltan, para defender nuestro futuro, el derecho a la educación, a la salud, al acceso a la universidad y la formación profesional, a las jubilaciones dignas, al trabajo en buenas condiciones y bien remunerado.

La ampliación de derechos no se garantiza por arte de magia. Es resultado de decisiones de políticas públicas como se hizo durante los 12 años de gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández y como se hizo estos últimos cuatro años, a pesar de la pandemia, del difícil contexto geopolítico que impactó sobre el precio de productos y de la peor sequía en los últimos cuarenta años. El camino no ha sido fácil, pero pudimos dejar atrás el ajuste y el endeudamiento del gobierno Macri, los cuatro peores años de la Argentina democrática.

Seguir por el camino de la recuperación demanda un compromiso constante porque la conquista de derechos es una construcción colectiva en la que cada persona aporta desde su lugar. Desde la Presidencia de la Cámara de Diputados intenté, desde el primer minuto, generar consensos para garantizar derechos para todas y todos. La semana pasada aprobamos una modificación a la Ley 26.704 para eliminar el trámite de fe de vida que debían presentar periódicamente los titulares del sistema de seguridad social y que va a mejorar la vida de más de cuatro millones de personas. También se discutió sobre la regulación del ejercicio profesional del acompañamiento terapéutico, una actividad esencial para mejorar la calidad de miles de personas; un tema esencial en materia de cuidados que fue resultado de la acción conjunta de representantes del pueblo junto a diversas organizaciones de acompañantes terapéuticos, así como también obtuvo media sanción a la Ley Olimpia que tipifica la violencia digital por motivos de género.

Esos proyectos amplían derechos y muchos otros aguardan ser tratados, pero no hemos conseguido colaboración de los bloques opositores, en especial del bloque mayoritario de Juntos por el Cambio que demuestra estar más interesado en la elección que en legislar. Iniciativas importantes tales como la creación de nuevas universidades distribuidas a lo largo del territorio nacional, que van a permitir formar más profesionales, siguen a la espera de que algunos sectores quieran sesionar.

Para seguir avanzando y no volver atrás necesitamos ampliar la base parlamentaria, más diputadas y diputados comprometidos con el desarrollo y el bienestar, con la ampliación de derechos, que entienden la política como herramienta de transformación al servicio de las mayorías populares. Este 13 de agosto es el primer paso.

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