Día de la Mujer: dejen de manipularnos

Hoy se destinan $1.3 billones de pesos a políticas de género. Pero a pesar de que cada vez se proclaman más derechos, los “feminicidios” desde 2014 no dejaron de aumentar

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(Amnistía Internacional)
(Amnistía Internacional)

Casi 60 mujeres fueron asesinadas en los poco más de dos meses del 2021. En el Día de la Mujer nos unimos para reivindicar nuestros derechos. Pero urge preguntarnos si las mujeres realmente estamos ampliando nuestros derechos o si los estamos perdiendo, manipuladas para instaurar la “ley del más fuerte”.

Desde antes del #NiUnaMenos, el movimiento feminista hegemónico fue creciendo hasta alcanzar la conducción del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad, el Ministerio de Justicia, el Ministerio de Seguridad y la Secretaría Legal y Técnica de la Presidencia. Entre sus supuestos logros enumeran La Ley Micaela, el Programa de Justicia Menstrual y la legalización del aborto, en cuya promulgación, el presidente Alberto Fernández se autoproclamó como quien puso “fin al Patriarcado”. Hoy se destinan $1.3 billones de pesos a políticas de género. Pero a pesar de que cada vez se proclaman más derechos, los “feminicidios” desde 2014 no dejaron de aumentar.

Cada vez es más difícil ser mujer y más aún, ser madre en la Argentina. Se destinan millones a promover el aborto, pero muchísimas embarazadas y niños por nacer o recién nacidos mueren en las ruinosas maternidades de todo el país. Se pagan millones a burócratas y ONGs que promueven la igualdad de género pero a Úrsula la mataron porque las Comisarías de la Mujer no atienden los fines de semana. Se gastan millones en lunchs y almuerzos de lujo de “nuestro” Ministerio pero nadie controla que los agresores cumplan las órdenes de restricción. Y mientras las mujeres tenemos cada vez más miedo de salir a la calle, las Ministras de Seguridad y de Justicia callan ante la liberación de delincuentes. Es un feminismo elitista y burócrata que vive en una realidad paralela entre conversatorios y banquetes. Porque cada vez somos más las asesinadas, violadas, violentadas, discriminadas, desempleadas, empobrecidas y desamparadas.

Pero se viene algo más peligroso: la llamada “Reforma Judicial Feminista, Popular y Democrática” que busca “deconstruir la Justicia”. Es la nueva campaña de las mismas feministas y organizaciones que fueron utilizadas para promover el aborto, desde Diana Maffía y Ofelia Fernández hasta las Católicas por el Derecho a Decidir. Según Rocío Liébana, militante de la Colectiva Feminista, “en el marco del debate abierto por el proyecto de reorganización del fuero federal que presentó Alberto Fernández en el Congreso” buscan “plantear los problemas del Poder Judicial que se vienen señalando desde el feminismo popular así como también propuestas que le disputen a la mirada punitivista”.

Es parte de la contradicción constante de un Gobierno que dice una cosa y hace otra cosa. Se desgarra las vestiduras con cada mujer violada o asesinada pero al mismo tiempo defiende el “no punitivismo” y justifica a los delincuentes para que dejen de ser castigados con una pena. Es lo que en parte, causó el regreso a sus hogares, con un dudoso control, de más de 1100 presos en la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, entre los que se encuentran asesinos, violadores y corruptos.

Es un círculo vicioso: mientras se “deconstruye”, es decir, mientras que se desarma y destruye el Estado, la ley y las instituciones por intereses personales, el conflicto crece. Y cuanto mayor es el conflicto, más se justifica el aumento del poder de un Estado cada vez más autoritario, corrupto e ineficiente, que ya no es capaz de cuidar a los ciudadanos sino al contrario, atropella cada vez más sus derechos. Es el mismo paradigma de Justicia deconstruida que persigue a Carolina Píparo y excarcela a Amado Boudou. Quedó en evidencia con el ataque violento por parte del Presidente, al Poder Judicial, al cual intenta someter para liberar a los amigos y perseguir a los opositores, durante la apertura de sesiones del Congreso.

Llegaron al poder para ampliar los derechos de las mujeres y cada día tenemos menos derechos y más miedo. Llegaron para combatir la pobreza y sustentan su poder sobre el aumento de los pobres. Llegaron para unir a los argentinos y construyen su poder sobre la división. Iban a volver mejores pero están destruyendo todo. Sin educación, salud, seguridad, trabajo ni ley, no hay derechos ni empoderamiento de la mujer ni de nadie.

No, Alberto no le puso fin al Patriarcado. Nos está convirtiendo en esclavas y esclavos de un Estado autoritario que perpetúa la violencia, irónicamente al completo servicio de una autócrata que busca detentar la suma del poder. Está escondiendo detrás de un relato falaz, el encubrimiento de todos sus delitos y el fracaso de todas sus políticas, incluidas las de género. Mientras tanto señala con su dedo machista y violento a todos los que se animan a sacar a la luz sus errores.

En el Día de la Mujer, seamos más unidas, conscientes y empoderadas que nunca: dejen de matarnos. Dejen de mentirnos. Dejen de manipularnos. No caigamos en la trampa de levantar la bandera de la Reforma Judicial Feminista para destruir la Justicia y garantizar la impunidad de Cristina y sus cómplices. Así no vamos a terminar con la violencia machista. Vamos a terminar con la república, la democracia, la seguridad, la Constitución y el orden jurídico. Son las únicas barreras que nos protegen de las y los más violentos y fuertes.

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