Infraestructura sin pausa: cómo acompañar el ritmo de Vaca Muerta

“No hay milagros: si no hay infraestructura, no hay desarrollo”, destaca Martín, sobre el camino que se debe recorrer para materializar en hechos todas las posibilidades que hoy se generan alrededor de Vaca Muerta. La logística y su necesidad de inversiones son clave en este complejo pero apasionante proceso.

¿Qué desafíos presenta actualmente el crecimiento de la industria del oil & gas en la región?

El principal desafío que tiene la industria en Neuquén es la infraestructura. Sin infraestructura, no se puede progresar. Para que una formación como Vaca Muerta pueda explotarse de manera eficiente y dentro de la ventana de tiempo que hay antes de que avance la transición energética, se necesita avanzar en rutas, conectividad, servicios, seguridad, lugares donde las empresas puedan instalarse.

Desde el sector privado tratamos de contribuir en eso, de atacar los puntos de dolor. Por eso decidimos instalar el primer depósito fiscal de la provincia. También hicimos el primer parque industrial privado, porque si las empresas no tienen dónde radicarse, si tienen que ocuparse de conseguir agua o conectividad en lugar de enfocarse en sus negocios, es muy difícil.

Y con respecto a la ubicación, Añelo fue durante años el epicentro operativo, pero eso va mutando. Quienes somos de la zona sabemos que la actividad se va desplazando: fue Plaza Huincul, después Rincón de los Sauces, Añelo, ahora hay mucha actividad en San Patricio del Chañar, incluso en Rincón nuevamente. Nosotros creemos que la capital de Vaca Muerta es Neuquén capital. Y este parque está camino a las zonas operativas, pero cerca de Neuquén, lo que permite que quienes trabajan acá puedan volver a sus casas. En Añelo eso es mucho más difícil, y tiene un costo logístico y de seguridad altísimo.

¿Cómo imaginás este escenario dentro de diez años?

La mejor forma de imaginar cómo será dentro de diez años es mirar cómo era hace diez años. No hay milagros. El desarrollo de Vaca Muerta no se va a multiplicar por quince en dos años si no hay infraestructura.

Va a seguir habiendo crecimiento, demográfico y empresarial. Neuquén ha cambiado muchísimo en diez años. Alguien que no viene hace una década y vuelve ahora, no reconoce la ciudad. Y ese ritmo de crecimiento creo que va a seguir. Vamos a necesitar más recursos humanos, más tecnología, más conectividad, más infraestructura. Y eso es algo continuo: la infraestructura no se resuelve una vez y ya está. Es un proceso permanente.

¿Qué rol tiene la logística en ese contexto?

La logística tiene un rol preponderante. Quizás es mucho decir que la logística es todo… pero no estoy tan lejos de pensarlo así. Siempre está estresada, siempre exigida. Y para mejorarla, hay que seguir pensando en infraestructura. El ferrocarril, por ejemplo, podría ser clave si avanza. Hay algunos proyectos dando vueltas y ojalá se concreten. La logística presiona a quienes gestionan desde lo público para que le den soluciones, y eso va a seguir pasando.

Y en términos de comercio exterior, ¿qué oportunidades ves para Neuquén?

Neuquén puede ser la puerta de entrada a la Patagonia y tiene muchísimas oportunidades. Si se concreta el desarrollo de la terminal de cargas en el aeropuerto, por ejemplo, eso potenciaría muchísimo la logística y el comercio exterior. Es un proyecto que está en carpeta.

Hace diez años, Neuquén no tenía ni depósito fiscal. Hoy lo tiene, y ya está saturado. Eso muestra cómo las empresas reconocen el potencial y eligen desarrollarse con apoyo del comercio exterior. Cuando los procesos se agilizan, todo fluye mejor. Así que creo que Neuquén tiene una oportunidad inigualable en ese sentido.

Liderás un grupo con operaciones en comercio exterior, logística, transporte, obras… ¿cómo es tu día a día para estar al tanto de todo?

La clave es tener buenos equipos. Profesionales que dejan todo en cada una de las áreas. Dentro del grupo hacemos obras de infraestructura: redes de agua, energía, cloacas, tendidos de fibra, construimos naves, oficinas, desarrollamos conectividad.

Todo eso forma parte de la idea de ofrecer una experiencia completa. Pero sin equipos comprometidos, capacitados, apasionados, que entiendan la cultura y la transmitan, sería imposible. Si tengo que destacar una sola cosa, es eso: el equipo en cada área. No hay nada más importante.

¿Cuáles son tus perspectivas a futuro?

Son muy buenas. Estamos con un grado de avance del 70-75% en el parque industrial, con muchas empresas ya instaladas y otras por instalarse. Estamos evaluando nuevos proyectos vinculados a urbanizaciones de gran magnitud, y pensando en cómo seguir invirtiendo dentro del parque.

Vamos a construir una estación de servicio, y también almacenes para equipos y herramientas, algo muy necesario en la región. No paramos. Somos optimistas. Entendemos que Argentina es un sube y baja permanente por temas políticos y económicos, pero ya sabemos cómo funciona.

La clave está en adaptarse, estar convencidos del rumbo, armar equipos sólidos, leales, profesionales. No importa si sos una pyme o estás arrancando. Si tenés un buen plan y sos consistente, Neuquén es una tierra de oportunidades. No hay que dejarse vencer por los vaivenes. Siempre hay que mirar para adelante.