El sabotaje que silenció organizaciones mexicanas; escuchas, relaciones y control en tiempos de Guerra Fría

Archivos desclasificados del caso John F. Kennedy revelan que servicios de inteligencia espiaron a la Central Campesina Independiente mediante una operación

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La Operación Lienvoy llegó a
La Operación Lienvoy llegó a espiar instituciones mexicanas con presuntos nexos comunistas. Jesús Avilés de Infobae México

El pasado 19 de marzo, a raíz de una Orden Ejecutiva firmada por el actual presidente norteamericano Donald Trump, los Archivos Nacionales de Estados Unidos publicaron una serie de archivos desclasificados sobre el caso John F. Kennedy (JFK), algunos de ellos contenían información sobre la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en México y cómo espiaba a organizaciones y personajes a través de la llamada “Operación Lienvoy”.

Las operaciones de espionaje de Lienvoy se realizaron de 1958 a 1969 coincidiendo con un periodo de la historia de México conocido como la “Guerra Sucia” en el cuál de acuerdo con el artículo “El Ejército mexicano durante al Guerra Sucia” publicado por el Archivo General de la Nación (AGN) se caracterizó por la persecución de grupos disidentes por elementos del gobierno.

Además, como consecuencia de malas prácticas de algunas instituciones del entonces régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el surgimiento de ideas de izquierda propias de la “Guerra Fría” comenzaron a formarse asociaciones civiles y organizaciones alternas que buscaban gestionarse de forma diferente a la oficial, sin embargo muchas de ellas fueron fuertemente reprimidas y incluso espiadas.

La CCI, una organización en el ojo del huracán

Las organizaciones espiadas tenían alguna
Las organizaciones espiadas tenían alguna relación con ideas de izquierda. (National Archives U.S. documento no.104-10187-10030)

El archivo 104-10187-10030, menciona cómo la CIA tenía una constante vigilancia sobre la Central Campesina Independiente (CCI) y a Braulio Maldonado Sández, uno de sus integrantes a través de la manipulación de señales telefónicas por la operación Lienvoy, a pesar de que el propósito de la organización estaba únicamente relacionada con la representación de campesinos marginados.

De acuerdo con un artículo “Los campesinos mexicanos y la guerra de Independencia. Un recorrido historiográfico” del académico Peter F. Guardino la CCI fue una organización agraria en México, fundada en 1963, que tuvo como objetivo principal representar y defender los intereses de los campesinos, especialmente de aquellos sectores marginados como los sin tierra, jornaleros agrícolas y pequeños propietarios.

Sin embargo, aunque los objetivos de la CCI aparentemente no estaban relacionados con movilizaciones sociales de índole comunista, contó con el apoyo del expresidente mexicano Lázaro Cárdenas quién era descrito por la operación Lienvoy cómo “procomunista y antiestadounidense, amigo íntimo de Fidel Castro y cercano a los gobiernos de la URSS y China” según el informe de personalidad del archivo 104-10187-10030.

Además, de acuerdo con un artículo de la historiadora Doralicia Carmona la CCI había surgido como una respuesta comunal a la ineficiencia de la entonces Confederación Nacional Campesina (CNC), que estaba subordinada al PRI y funcionaba como un brazo político del régimen.

Sin embargo, con el paso de los años, la organización enfrentó represión y divisiones estratégicas en su estructura, incluyendo detenciones arbitrarias de sus líderes y campañas de desprestigio poco comprensibles de concretar sin el uso de herramientas sofisticadas de espionaje.

Por ejemplo, un informe extraído del AGN de la entonces Dirección Federal de Seguridad (DFS) fechado el 21 de abril de 1966 detalla actividades de la CCI, incluyendo su relación con el Partido Comunista Mexicano y la Liga Leninista Espartaco lo que refleja la vigilancia estatal sobre la organización dentro de un contexto de represión que pudo incluir detenciones y desapariciones.

Además, en el artículo académico titulado “Cuando ardía la Huasteca” escrito por José Zúñiga Flores exmiembro de la CCI se señala que la región enfrentó una fuerte represión estatal contra los campesinos que luchaban por la tierra, lo que implica que los militantes de este tipo de organizaciones alternas a las del régimen estaban en riesgo constante.

Finalmente, las reformas neoliberales de los años 80 y 90, como la modificación del Artículo 27 constitucional en 1992, que permitió la privatización de tierras ejidales, transformaron el panorama agrario y redujeron el impacto de las luchas campesinas tradicionales, poniendo fin al intento de una organización de campesinos alternativa.

¿Cómo funcionaba la operación Lienvoy?

En el documento 104-10187-10030 se
En el documento 104-10187-10030 se detalla parte de la logística de la operación Lienvoy. (National Archives EEUU)

En el archivo número 104-10187-10030, se mencionan en múltiples ocasiones los nombres clave LIELEGANT, que presuntamente se refería a Rodolfo Echeverría Esparza; LIENVOY-2, supuestamente Luis Echeverría Álvarez.

El equipo encargado de las escuchas incluía aproximadamente a diez personas, entre las que se encontraban amigos y conocidos de los supervisores, así como oficiales del Ejército Mexicano, explicó el licenciado Gerardo Alfonso Méndez Gutiérrez en su tesis “Los espías que vinieron al trópico: los servicios de inteligencia extranjeros en México, 1904-1970”.

Según el especialista, el trabajo se dividió en tareas específicas, donde cuatro agentes, identificados como LIENVOY-4, LIENVOY-5, LIENVOY-11 y LIENVOY-12, se encargaron de monitorear las conversaciones, mientras que otros tres agentes se dedicaron a transcribirlas.

Las conversaciones de la embajada cubana fueron transcritas por LIENVOY-6 y LIENVOY-7, mientras que LIENVOY-16 se ocupó de las comunicaciones de la embajada soviética, incluyendo su traducción al español. Además, el agente LIENVOY-15 actuó como vigilante y LIENVOY-14 como archivista.

Por otro lado, los agentes de la CIA asumieron la responsabilidad de transcribir y traducir las conversaciones de las embajadas soviética, checoslovaca, polaca y yugoslava. El mantenimiento del equipo y la supervisión técnica estuvieron a cargo del agente estadounidense Arnold F. Arehart, quien permaneció en el puesto hasta 1969 con la función de garantizar que la estación de la CIA recibiera copias de todas las conversaciones consideradas de interés