Cuál es leyenda de los volcanes: la historia que une al Popocatépetl e Iztaccíhuatl

Los volcanes del centro de México son representativos de la historia de las antiguas civilizaciones

Guardar
Los volcanes del centro de
Los volcanes del centro de México tienen nombres derivados del náhuatl. (collage/cuartoscuro)

Recientemente el volcán Popocatépetl, mejor conocido como Don Goyo, ha registrado una importante actividad que ha alertado a la población del bajío de México, la cual se encuentra en estado alerta tras las erupciones volcánicas que dejaron una importante caída de ceniza.

El volcán Popocatépetl es sin lugar a duda una de las montañas más representativas de la República, no solo por sus dimensiones, sino por las distintas historias, leyendas y mitos que lo rodean. Su nombre fue concedido desde la antigua civilización azteca, quienes consideraban a este volcán como un cuidador de la región, y a quien bautizaron como “la montaña que humea”.

No se sabe a ciencia cierta la edad del volcán, no obstante, uno de los mitos de su origen se remonta a una de las leyendas de amor más trágicas de la cultura aztecas, quienes consideraban a Don Goyo y su fiel compañera, el volcán Iztaccíhuatl, como unos dioses que fueron destinados a permanecer juntos hasta el fin del tiempo.

Cuenta la leyenda que Popocatépetl e Iztaccíhuatl se conocieron en una de las tantas guerras encabezadas por los aztecas y los tlaxcaltecas. Él era uno de los guerreros más fuertes del ejército Tlaxcalteca, y ella era hija del entonces monarca de la región. Ambos personajes se enamoraron perdidamente, pero su relación no fue librada tan fácilmente.

Foto:
Cuartoscuro
Foto: Cuartoscuro

En medio de los conflictos, Popocatépetl pidió la mano de Iztaccíhuatl, sin embargo, su padre —un hombre duro y dedicado a la guerra—no estuvo contento con la propuesta. No obstante, el monarca no se negó a la petición y en cambio encomendó al joven guerrero a ganar el privilegio de estar con su hija una vez que ganará la batalla con sus enemigos. Una tarea difícil de salir victorioso ante la fuerza de los contrincantes.

Con el objetivo de regresar con su amada, Popocatépetl partió a la misión y se convenció de cumplirla sin importar los obstáculos. El tiempo pasaba y la distancia acrecentaba la incertidumbre; un rumor de la muerte del guerrero comenzó a esparcirse en todas las regiones hasta que llegó a los oídos de la princesa Iztaccíhuatl, quien, consumida por el dolor por perder a su amor, atentó contra su vida sin mayores explicaciones.

Popocatépetl regresó victorioso y con el deseo de encontrarse con su amada, pero al enterarse de la muerte de la princesa, provocó que se sumiera en una profunda tristeza. Con el traje de guerrero aun puesto, tomó el cuerpo de Iztaccíhuatl y lo llevó a las orillas de la región, esperando un milagro para que reviviera.

La leyenda es una de
La leyenda es una de las más famosas de la civilización azteca (Wikipedia)

El guerrero se quedó a lado del cuerpo inerte de su amada por bastante tiempo, por lo que los dioses, al ver la trágica escena de los enamorados, decidieron cubrir sus cuerpos para que permanecieran juntos. Con el tiempo, los amantes se convirtieron en montañas que cubrieron la región, y a quienes los habitantes adoraban por dar protección de sus enemigos.

Actualmente, ambos volcanes son considerados como un patrimonio natural importante para el centro de México. Su leyenda de amor sigue persistiendo como una de las favoritas de la mitología de las antiguas civilizaciones.

Los volcanes ahora son parte de una región protegida del Parque Nacional de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, el cual se encuentra entre los estados de Puebla, Morelos y el Estado de México. Esta región es visitada por turistas nacionales y extranjeros que buscan conocer un poco de su historia y sus hermosos paisajes. Existen distintas actividades que los visitantes pueden hacer, no obstante, subir las montañas en excursiones es de las cosas más destacables de la región.