Cuál es la leyenda de los fantasmas que recorre la Basílica de Guadalupe

El templo religioso es una de las edificaciones más vistadas por turistas nacionales y extranjeros

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Los peregrinos acampan afuera de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, el lunes 12 de diciembre de 2022 temprano. (AP Foto/Aurea Del Rosario)
Los peregrinos acampan afuera de la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, el lunes 12 de diciembre de 2022 temprano. (AP Foto/Aurea Del Rosario)

La Basílica de Guadalupe es considerada como uno de los lugares más visitados por turistas nacionales y extranjeros, no solo por su representación religiosa, sino por ser una de las edificaciones con más historia de la capital.

Aunque la Basílica que ha sido popularizada en las últimas décadas es el recinto más visitado por los feligreses y turistas, su historia como un lugar en honor a la virgen de Guadalupe se remonta a siglos atrás.

A un lado de la gran edificación de la actual Basílica se encuentra el primer templo de la Virgen Morena, la cual fue inaugurada en el siglo XVIII (1709), siendo la primera receptora de millones de personas que buscan visitar el lugar considerado un lugar sagrado y distintivo ubicado en el cerro del Tepeyac.

Es en esta pequeña Basílica donde se cuenta la leyenda urbana de una entidad de otra dimensión, la cual aseguran, aquellos y aquellas que han sido testigos, es un fantasma que deambula por los pasillos.

Las y los peregrinos volvieron a reunirse en el atrio de la Basílica para celebrar a 'La Guadalupana'. (Twitter/@DesdeLaFeMx)
Las y los peregrinos volvieron a reunirse en el atrio de la Basílica para celebrar a 'La Guadalupana'. (Twitter/@DesdeLaFeMx)

De acuerdo a los relatos, la figura de una mujer recorre el recinto sagrado antes de que las puertas sean abiertas. No obstante, los testigos aseguran que la mujer, o el fantasma de ella, son reconocibles por su peculiar imagen, pues con ella carga un par de velas que parecen ser eternas.

Además de su “luz”, la mujer anuncia su presencia con un peculiar sonido que parece ser emitido por unas campanas, no obstante, no todos aseguran esta versión. Sin embargo, la leyenda destaca que el ente se pasa el tiempo rezando y orando, por lo que es considerado como inofensivo, pero inexplicable.

Cabe destacar que el fantasma de la mujer no es la única leyenda que existe del recinto sagrado, pues los testigos también han destacado otro ente que deambula la capilla, y que, a diferencia de la mujer, ha sido difícil sorprender.

De acuerdo con los encargados del lugar existía un hombre que se encargaba de tocar las campanas del recinto religioso, sin embargo, murió a causa de una enfermedad. No obstante, este no fue motivo para que las campanas dejarán de sonar, aun cuando no habían designado a nadie para la labor.

Las personas aseguran que es el espíritu del capellán es quien persiste en estar en el trabajo, no obstante, nadie ha sido capaz de cerciorarse el porqué del sonido de las campanas.

(AP Foto/Eduardo Verdugo, Archivo)
(AP Foto/Eduardo Verdugo, Archivo)

No es de extrañarse que las leyendas sobre fantasmas en templos o recintos religiosos sean popularizadas, sin embargo, la historia de la mujer que deambula por los pasillos de la Basílica de Guadalupe y la del hombre que tocaba las campanas ha sorprendido a los seguidores de la Virgen Morena y a los visitantes.

La antigua Basílica de Guadalupe es uno de los recintos religiosos más antiguos de la Ciudad de México, la cual comenzó sus simientes en el año de 1694 y finalizó en 1709. Fue ubicada en el cerro del Tepeyac, el cual fue considerado el lugar sagrado de la Virgen Morena.

Su construcción estuvo a cargo del arzobispo de México, Francisco de Aguiar y Seijas, quien fue reconocido por su labor al recaudar fondos para la construcción del recinto. El lugar por mucho tiempo fue considerado como el templo de la Virgen de Guadalupe, en donde miles de capitalinos y de más entidades visitaban para pedir sus mandas.

Por un largo tiempo, y ante la construcción de la nueva Basílica, el lugar fue olvidado por los visitantes. No obstante, aún es posible visitar esta pequeña iglesia si se consigue subir la pequeña montaña en la que fue instalada.