Centro Prodh acusó sumisión de la CNDH y Fiscalía tras masacre en Nuevo Laredo

La organización en pro de los Derechos Humanos se pronunció por las ejecuciones extrajudiciales de civiles a mano de elementos de la Sedena

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Tras las detonaciones varias personas se retiraron de la zona

El fortalecimiento de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha vuelto a intensificar las alertas de organizaciones civiles tras la masacre de cinco civiles registrada en la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo.

De acuerdo con el Comité de Derechos Humanos de dicha región del estado de Tamaulipas, seis jóvenes fueron acribillados por los elementos castrenses: dos de ellos, destacó, fueron rematados en la nuca cuando yacían inconscientes en el pavimento, mientras que el único sobreviviente se mantiene en estado grave de salud.

Este acto ha sido reprochado como una consecuencia de la militarización como estrategia de seguridad pública — y por la cual se ha criticado contundente y reiteradamente al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

“Los hechos muestran las preocupantes consecuencias de la innegable militarización del curso”, externó el Centro Prodh (Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez) en su pronunciamiento compartido vía Twitter.

(CUARTOSCURO)
(CUARTOSCURO)

Tras compartir el comunicado del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, el Centro exigió a las autoridades civiles iniciar e informar de las investigaciones pertinentes por el multihomicidio de los cinco jóvenes tamaulipecos y uno oriundo de Estados Unidos (EEUU).

En ese sentido, la organización enfatizó que las diligencias no deben emprenderse por la secretaría a cargo de Luis Cresencio Sandoval, si no por la Fiscalía General de la República (FGR) y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); mismas que, hasta esta publicación, no han emitido pronunciamiento alguno del reprobable hecho. Así pues, el Centro Prodh acusó:

“Es preocupante que estas instituciones no se pronuncien y que no intervengan, mostrando en los hechos subordinación a los castrenses”.

Cabe recordar que la ejecución arbitraria desató un enfrentamiento, incluso a golpes, entre habitantes y decenas de familiares con el personal militar por considerar que las víctimas no estaban armadas y tampoco existía un argumento para privarlas de la vida.

Bajo dicha consideración, el Centro llamó a garantizar la seguridad de testigos y del único sobreviviente durante las indagaciones pertinentes, así como a defensores de Derechos Humanos y periodistas que se encuentren documentando el evento.

Human Rights Watch se pronunció

Tas los hechos, Tyler Mattiace investigador de Human Rights Watch externó preocupación por las denuncias en las cuales se señaló a militares no sólo de ser los presuntos responsables del asesinato de los jóvenes, también de intimidar a quienes les hicieron frente.

Ante ello, urgió a autoridades investigar a los cuerpos castrenses y llevarlos ante la justicia.

Cabe señalar que uno de los que resultaron agredidos por los militares fue Raymundo Ramos, presidente de la Comisión de Nuevo Laredo, luego de presentarse al lugar de los hechos para auxiliar a una mujer de la tercera edad que requería atención médica, pero cuyo acceso fue negado por el Ejército.

“Cuando el personal del Ejército Mexicano intentaba arrastrar la camioneta de las víctimas hacia instalaciones de la FGR, familias de las víctimas y colonos comenzaron a intercambiar golpes con varios de los militares y el operativo se salió de control”, narró Ramos Vázquez, detallado que por menos tres militares accionaron sus armas.

“Esta confrontación de familiares de las víctimas y vecinos de la colonia Manuel Cavazos Lerma es la más clara manifestación de hartazgo a los abusos que cometen los militares en Nuevo Laredo”.

Las víctimas de la masacre fueron identificadas como como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Gustavo Ángel Suárez Castillo (estadounidense) y Alejandro Trujillo Rocha. En tanto, el joven sobreviviente responde al nombre de Luis Gerardo, quien actualmente se encuentra hospitalizado tras recibir al menos dos impactos de bala en su cuerpo.