“He sufrido mucho”: todas las veces que “El Chapo” Guzmán pidió clemencia desde que está preso

Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo”, le pidió a través de su ex abogado, ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador por el “tormento psicológico” que aseguró sufrir en la cárcel de Estados Unidos donde purga una pena de cadena perpetua, y por el cual espera ser repatriado a México.

Esta no es la primera vez que el narcotraficante se dice víctima de malos tratos tanto en su país como en Estados Unidos. En más de una ocasión ha intentado cambiar sus condiciones de reclusión.

“En los seis años que Joaquín se encuentra en Estados Unidos no ha visto el sol”, sostuvo el abogado del “Chapo” en México, José Refugio Rodríguez, quien recibió el mensaje “verbal” de Guzmán Loera a través de Mariel Colón, una de sus representantes legales en Estados Unidos.

“Esta sufriendo un tormento psicológico y hasta cierto punto físico porque el no sacarlo al sol (...) genera un deterioro de su salud, ese deterioro puede llevar a que pierda la vida de forma prematura”, advirtió Refugio Rodríguez

También explicó que al narcotraficante no se le permite comunicarse con otros internos y que los guardias tienen prohibido hablarle en español. Señaló además que las autoridades mexicanas están obligadas a vigilar sus condiciones carcelarias, según convenios con los Estados Unidos.

Rodríguez describió, en un correo enviado a la Embajada de México en Estados Unidos, el reclamo del capo “como un SOS de quien nada en el mar ahogándose y busca un trozo de madera en donde agarrarse”.

En dicho correo, el abogado también expuso las razones por las cuales considera que la entrega de Joaquín Guzmán a autoridades estadounidenses habría violado el tratado de extradición entre ambos países.

Argumentó que con base al artículo 17 de dicho tratado, “una persona extraditada no será detenida, enjuiciada o sancionada en el territorio de la Parte requiriente por un delito distinto de aquel por el cual se concedió la extradición”.

En ese sentido, Refugio Rodríguez expuso que la entrega de el chapo a EEUU “fue en evidente violación al tratado de extradición y específicamente a la regla de especialidad”.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló este miércoles 18 de enero que “no descarta” apoyar la solicitud de ayuda del “Chapo” Guzmán.

“Cuando se trata de derechos humanos hay vías y hay instancias internacionales, entonces no es descartar porque el principal de los derechos humanos es el derecho a la vida, entonces a cualquier persona se le tiene que garantizar ese derecho”, expresó el mandatario en su conferencia mañanera.

Este asunto ya “lo está tratando la Secretaría de Relaciones Exteriores”, confirmó el mandatario.

“El encargado de América del Norte ya está viendo este asunto y sí lo vamos a revisar (...) Nada más hay que ver si procede o no procede, si tenemos, como lo menciona (el canciller) Marcelo (Ebrard), nosotros la posibilidad de hacerlo”, amplió el mandatario mexicano.

“Siempre hay que dejar la puerta abierta cuando se trata de derechos humanos”, comentó López Obrador, pese al historial criminal de Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.

“Es muy polémico todo eso, eso ya lo sabemos, pero no podemos decir ‘no’ así, se tiene que argumentar”, concluyó.

No es la primera vez que el chapo Guzmán intenta hacer un llamado público por las circunstancias en las que vive en el penal de máxima seguridad de Colorado, ADMAX.

En septiembre del 2021 le hizo llegar una declaración jurada, escrita en primera a persona, al fiscal general Merrick Garland, al director del Buró de Prisiones (BOP), Michael Carvajal, y a funcionarios de estadounidense.

El otrora líder del Cártel de Sinloa dijo sufrir depresión, hambre, trastornos del sueño, dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares y estrés.

Incluso se quejó de que el trato que ahí recibe es “cruel e injusto”, además de que “ha sufrido mucho” porque le sirven poca comida y usualmente se queda con hambre.

Guzmán, quien anteriormente escapó a través de un túnel de una prisión de máxima seguridad en México, dijo que ahora está bajo “revisiones constantes dentro de su celda, cámaras de vigilancia hasta en el sitio en donde conversa con sus defensores legales y un análisis minucioso de las cartas que ha escrito, son algunas de las medidas que toma el gobierno para evitar que se fugue”.

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