Blacky, el perro callejero que “no volverá a tener miedo” luego de que un hombre le robara su cobija

Lo que parecía ser otro triste episodio de maltrato callejero se transformó en un final feliz; Blacky, el perro que fue despojado de su cobija en las calles de Iztapalapa, en Ciudad de México, hoy tiene un hogar donde podrá estar seguro, sin preocupaciones por el alimento, y sobre todo, descansará cobijado.

Después de que en redes sociales comenzará a circular un video que muestra a un hombre robándole la cobija al can, mientras este descansaba en la intersección de Avenida 5 de Mayo y San Ignacio. Las imágenes, que se compartieron rápidamente en TikTok, X y Facebook, no solo desataron indignación, también despertaron el interés por ayudar al lomito.

En la grabación, de apenas 23 segundos, se observa a un sujeto que, tras asegurarse de que nadie lo vea, jala la cobija del perro, quien intenta resistirse. El animal reacciona, ladra e intenta recuperar su prenda, pero al final el hombre se aleja sin mostrar remordimiento.

El incidente no solo visibilizó el abandono y la vulnerabilidad que viven miles de animales en situación de calle, también motivó a que muchas personas ofrecieran apoyo a Blacky.

Algunos usuarios compartieron imágenes de sus propias acciones en favor de perros sin hogar, mientras que otros exigieron encontrar al perrito para brindarle una nueva oportunidad.

Así fue el proceso de adopción

Esther Díaz, administradora del grupo de Facebook Perritos y Gatitos en Apuros CDMX, fue quien hizo un llamado para ayudar a Blacky a conseguirle un hogar.

Díaz explicó que el lomito también es conocido como El perro del 8, y detalló:

“(...) le decimos el perro del 8 porque llegó a este vecindario y no tiene casita, se acomodó en una cajita como el Chavo del 8 en un barril”.

Afortunadamente, las buenas noticias no tardaron. A solo un día del lamentable episodio, Blacky ya tenía una candidata para adoptarlo. Díaz informó que estaban evaluando si era la persona ideal para él, y en caso de concretarse, el can se iría a su nueva casa acompañado de su inseparable caja, su único refugio hasta ese momento.

El 22 de junio, finalmente, se confirmó lo que muchos esperaban: Blacky había sido adoptado. Su nueva humana, Angie RS (como se hace llamar en su perfil de Facebook), compartió emocionada:

“Así recibimos a Blacky el día de hoy. Muchas gracias Esther Díaz por permitirnos que sea parte de nuestra familia... no volverá a tener miedo... estará lleno de amor”.

Sucesos como el de Blacky son un recordatorio de que la adopción puede cambiar la vida de un animal y, al mismo tiempo, la de quienes abren su corazón y su hogar. Mientras miles de perros siguen sobreviviendo en las calles, esta historia nos recuerda que siempre es posible hacer la diferencia.

Abandono animal en México: un barril sin fondo

México enfrenta una grave crisis de abandono animal ya que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), siete de cada diez perros y gatos en el país viven en las calles, sin acceso a alimento, atención veterinaria o un hogar seguro; siendo el Estado de México quien lidera la lista de las entidades con mayor cantidad de animales en situación de calle.

Las causas son múltiples: falta de compromiso de los dueños, dificultades económicas, cambios de vivienda o problemas de comportamiento en los animales, que muchas familias no saben cómo manejar. A esto se suma la cría irresponsable, que agrava el problema al aumentar la población sin control.

Frente a esta realidad, organizaciones y empresas han emprendido iniciativas para cambiar el panorama. Un ejemplo es PetCo, que recientemente alcanzó las 100 mil adopciones en el país. La compañía colabora con más de 60 centros de adopción y realiza eventos permanentes para promover que perros y gatos rescatados encuentren un hogar.

Su director general, Alejandro Ahuad, hizo un llamado a la población para considerar la adopción como una alternativa responsable:

“En México somos de los países que más perros y gatos en situación de calle tiene y hace mucho más sentido dar en adopción que estar haciendo cualquier otro tipo de actividades (como la venta)”, destacó.

Activistas y especialistas coinciden en que adoptar no solo cambia la vida de un animal, también contribuye a reducir la sobrepoblación y el abandono. Pero para lograr un cambio real, advierten, es necesario fortalecer los centros de adopción y, sobre todo, promover una mayor cultura de respeto y responsabilidad hacia los animales.