Un conserje escolar de California, Pedro Martínez, fue encarcelado erróneamente durante cinco años tras acusaciones de abuso sexual infantil, según reportó KTLA. Ahora, el hombre presentó una demanda contra el condado de San Bernardino y su Departamento del Sheriff, después de ser absuelto de todos los cargos en diciembre de 2023, según un documento oficial presentado esta semana ante un tribunal distrital.
El caso comenzó en enero de 2019, cuando Martínez fue arrestado por agentes del Departamento del Sheriff de San Bernardino bajo acusaciones de haber abusado de un niño de seis años en la escuela primaria Maple, donde trabajaba. Según la denuncia, una mujer describió al trabajador escolar como responsable de “recoger múltiples niños para violaciones en grupo que ocurrían de lunes a jueves”.
El relato fue cuestionado por el equipo legal de Martínez, quien calificó la acusación de “imposible y fantasiosa”. El New York Post informó que la acusadora fue identificada como “una mujer con trastornos mentales” y “adicta a los opioides, según confesión propia”.
Durante el juicio, que se prolongó por más de tres meses y terminó a finales del año pasado, Martínez fue absuelto de 10 de los cargos, mientras que el onceavo fue desestimado a mitad del proceso. “Él soportó casi cinco años de encarcelamiento injusto, separado de su familia y obligado a enfrentar el estigma de acusaciones infundadas, a pesar de la evidencia abrumadora de su inocencia”, enfatizó Katherine McBroom, una abogada del acusado.
Qué sigue para Pedro Martínez
Actualmente, la defensa legal de Martínez presentó una demanda que, además de solicitar daños compensatorios y punitivos, también denuncia supuestas irregularidades procesales, incluida la retención de pruebas y el direccionamiento de testigos. La acusación incluye a varios detectives que participaron en la investigación inicial. En un comunicado, las autoridades del condado se negaron a comentar sobre la demanda debido al litigio pendiente.
El New York Post enfatizó que, a pesar de la absolución de Martínez, el daño ya estaba hecho. El custodio, según sus abogados, ha sido “demonizado” y “etiquetado erróneamente como abusador de menores”, un estigma difícil de abandonar tras haber sufrido ostracismo en su comunidad. Además, su lucha legal ahora se centra en cuestionar la metodología de la investigación inicial, que se construyó basándose únicamente en las “afirmaciones absurdas” de la acusadora, a pesar de su historial criminal y sus acusaciones similares previas contra otros, según la denuncia.
El caso de Martínez resuena más allá de este proceso legal, subrayando una crítica hacia las prácticas investigativas que podrían estar dirigidas por sesgos e ignorancia del debido proceso. “Este caso es un recordatorio evidente de lo que sucede cuando las investigaciones son impulsadas por prejuicios”, afirmó McBroom en declaraciones recogidas por KTLA. La historia continúa desarrollándose, esperando ver su desenlace en los tribunales, mientras el Departamento del Sheriff y las oficinas del fiscal del distrito del condado permanecen bajo escrutinio legal.
Encarcelamientos injustos y compensaciones
En cuanto a la posible indemnización que Pedro Martínez podría recibir, se puede hacer una aproximación comparándolo con casos similares de injusticias legales y abuso en Estados Unidos. Las indemnizaciones por acusaciones falsas suelen incluir daños compensatorios, daños punitivos y daños por sufrimiento emocional.
Daños Compensatorios: Este tipo de compensación cubre los costos directos asociados con el abuso del sistema judicial, como los salarios perdidos durante el tiempo en prisión y gastos médicos si los hay. En este tipo de casos, también se incluye el sufrimiento emocional derivado de la acusación falsa.
Daños Punitivos: Se otorgan para castigar a los responsables de la injusticia y disuadir futuros casos similares. En demandas contra agencias gubernamentales, como en el caso del abuso de prisioneros, los daños punitivos pueden ser sustanciales, ya que buscan hacer responsable a las instituciones que permiten tales fallos.
Sufrimiento Emocional: Los daños por angustia son comunes en estos casos, especialmente cuando se trata de un daño psicológico derivado de una acusación pública falsa. Aunque más difíciles de cuantificar, estos daños a menudo se combinan con otros pagos para reflejar el impacto emocional del encarcelamiento injusto.