Conquista los castillos de Cáceres con este recorrido: 8 fortalezas medievales que narran historias de resistencia y batallas

Estos enclaves permiten adentrarse en la historia medieval de España a través de sus muros, torres y salas

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Vista del pueblo y el
Vista del pueblo y el castillo de Montánchez, en Cáceres (Adobe Stock).

Cáceres se presenta como un auténtico museo al aire libre para quienes desean adentrarse en la historia medieval de España. La combinación de una geografía estratégica y un pasado de fronteras conflictivas ha dejado un legado de numerosas fortalezas y castillos, dispersos tanto por las sierras del norte, los valles interiores, zonas cercanas a la frontera con Portugal o en pleno corazón de pequeñas localidades de gran encanto.

Cada castillo, en sus distintas fases de conservación, narra episodios de defensa y reconquista, entrega y resistencia, convirtiendo la visita a Cáceres en un viaje por el tiempo entre murallas y torres. Es por ello, que se ha hecho un recorrido por los castillos y fortalezas de Cáceres, las cuales descubren un sinfín de historias que narran conquistas, amores y batallas.

Castillo de Montánchez

En lo alto de la Sierra de San Pedro, el castillo de Montánchez se erige como símbolo de la confluencia de culturas en Extremadura. Sus orígenes se remontan a la época romana, si bien la base actual corresponde a la fortificación almohade del siglo XII. Más adelante, la Orden de Santiago levantó nuevas murallas y dotó la fortaleza de bodegas y una nueva torre del homenaje. A 1.000 metros sobre el nivel del mar, se conservan tres aljibes originales, un estanque y una ermita, además de vistas panorámicas que convierten a este castillo en uno de los mejores miradores para contemplar los paisajes cacereños, especialmente en otoño, cuando adquieren todo su esplendor.

Castillo de Granadilla

La localidad fue abandonada como consecuencia de la construcción de un embalse y ahora su visita es totalmente gratuita

Enclavado en el singular pueblo amurallado de Granadilla, declarado Conjunto Histórico-Artístico, el castillo del siglo XV fue parte de una alcazaba árabe anterior y posteriormente restaurado tras el abandono forzoso de la villa por la construcción de un embalse en el siglo XX. El edificio, levantado por orden del Duque de Alba, llama la atención por su planta polilobulada, sus cuatro alturas y las mazmorras comunicadas por una escalera de caracol. El recinto se ubica en el acceso de la localidad y desde allí parte la muralla que rodea completamente el pueblo, convertido hoy en ejemplo de recuperación patrimonial en la provincia de Cáceres.

Castillo de Belvís de Monroy

El castillo de Belvís de Monroy destaca entre las fortalezas extremeñas tanto por su estado de conservación como por la unión de estilos arquitectónicos, desde el gótico hasta el barroco. Sus orígenes escritos aparecen en el siglo XIII, aunque sucesivos propietarios han dejado su impronta en la configuración actual. La construcción se divide en murallas, torres perimetrales y el propio castillo, presidido por una notable torre del homenaje que le confiere porte militar y palaciego. Aunque el paso del tiempo ha afectado ciertas zonas, su atractivo y singularidad justifican la visita a esta localidad de la provincia cacereña.

Castillo de Trevejo

Trevejo, en Cáceres (Turismo de
Trevejo, en Cáceres (Turismo de Extremadura).

En el reducido, pero pintoresco pueblo de Trevejo, situado en la Sierra de Gata y distinguido como uno de Los Pueblos Más Bonitos de España, emerge la silueta inconfundible de su castillo. Esta fortaleza, cuya construcción inicial data del siglo XII y que fue profundamente remodelada en el XV, ofrece un recorrido ascendente desde la Iglesia de San Juan Bautista, rodeada de antiguas tumbas talladas en la piedra, hasta los restos que dejaron franceses tras su destrucción en el siglo XVIII. Del recinto original resisten la torre del homenaje y algunos lienzos y dependencias, testigos del paso de la Orden del Temple, la de Santiago y finalmente la casa de los Zúñiga.

Castillo de Peñafiel

Ubicado en el municipio de Zarza la Mayor, el castillo de Peñafiel fue originalmente levantado por los musulmanes bajo el nombre de Racha-Rachel y rebautizado tras la Reconquista. Dominando la frontera con Portugal desde una imponente atalaya, se accede al castillo a través de una ruta de senderismo muy popular que conecta con el país vecino. Cedido a la Orden de Alcántara por Alfonso IX, la fortaleza conserva una torre del homenaje del siglo XV, con ventanales y aspilleras originales, mientras de sus dependencias sobreviven muros, aljibe y hornos. Desde su altura se aprecia la integración del entorno cacereño y portugués, con vistas inmejorables al río Erjas.

Castillo de Trujillo

Vista del castillo de Trujillo,
Vista del castillo de Trujillo, en Cáceres (Adobe Stock).

Quizá el más afamado de la provincia es el castillo de Trujillo, que se alza sobre el casco histórico de la localidad homónima. Erigido entre los siglos IX y XII sobre restos de una antigua alcazaba, domina el cerro Cabeza del Zorro con su característico granito de cantería, diecisiete torres cuadradas y cuatro puertas originales. El interior conserva tanto el patio de armas como la albacara, mientras las murallas acogen la Ermita de la Virgen de la Victoria. Este castillo es reconocido asimismo por servir de escenario para la conclusión de la séptima temporada de Juego de Tronos, añadiendo atractivo a, ya de por sí, una de las fortalezas más impresionantes de Extremadura.

Castillo de los Duques de Alba

En el municipio de Coria, su castillo es el testimonio más antiguo de dominio nobiliario conservado. Declarado Bien de Interés Cultural en 1988, su torre del homenaje fue erigida en el siglo XV bajo mandato del primer Duque de Alba. Integrada en el extremo noroeste de la muralla romana y cerca de una antigua fortificación templaria, la estructura sorprende por su volumen y hermetismo, con escasos vanos y torrecillas semicirculares. Aunque el interior no se puede visitar al tratarse de propiedad privada, el entorno se puede admirar desde el exterior, donde permanecen el puente levadizo, las almenas y motivos decorativos renacentistas que evocan la grandeza de la casa de Alba.

Castillo de la Arguijuela de Abajo

En la ruta de la Vía de la Plata se encuentra el castillo de la Arguijuela de Abajo, uno de los pocos perfectamente conservados de Cáceres. Mandado construir en el siglo XV por Francisco de Ovando y finalizado en el XVII, el castillo pertenece hoy en día a los descendientes de los Marqueses de Castro Serna y ha sido reconvertido en un complejo hostelero. Se caracteriza por su jardín amurallado, terrazas y olivares, además de la Ermita de Santa María de Gracia y Esperanza. La estructura responde al tipo de ‘casa fuerte’, con torres de defensa, matacanes, garitas y galerías porticadas que forman su patio interior.