Los motivos de la ruptura entre Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero: diferencias en la filosofía de trabajo y el plan de desarrollo profesional del tenista

El tenista murciano y su entrenador separan sus caminos después de siete años y ahora se pondrá a las órdenes de Samu López

Guardar
Carlos Alcaraz y Juan Carlos
Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero tras la final de Roland Garros (EFE)

La decisión de separar los caminos profesionales de Carlos Alcaraz y Juan Carlos Ferrero marca el cierre de una de las duplas más exitosas del tenis español en los últimos años. El vínculo entre ambos, que se sostuvo durante siete temporadas, llegó a su fin debido a un cúmulo de diferencias en la forma de entender el entrenamiento y el desarrollo profesional del joven tenista murciano. Es por ello, que tenista y entrenador han decidido separar sus caminos.

Carlos Alcaraz y su círculo más directo venían analizando desde hace tiempo la posibilidad de introducir cambios en su preparación diaria. Es innegable que junto a Ferrero, Carlitos han conseguido un elevado número de títulos que le han situado a la cabeza del tenis mundial: seis títulos de Grand Slam repartidos entre Roland Garros, Wimbledon y el US Open, además de configurar una vitrina con 24 trofeos en total. Sin embargo, distintos matices en la filosofía de trabajo y la orientación profesional comenzaron a surgir en los últimos años. La convergencia que caracterizó los inicios de la relación fue quedando atrás, dando paso a conceptos contrapuestos sobre entrenamiento, gestión de calendario y planteamiento de los retos a futuro.

La entrada de Samu López como integrante del equipo técnico significó un primer paso hacia el relevo que ahora se confirma. Su llegada no respondió a una urgencia inesperada, sino a una búsqueda deliberada de nuevas voces capaces de aportar ideas frescas y revitalizar la rutina diaria del tenista. Tanto Alcaraz como su entorno consideraron que esa renovación era necesaria para mantener la progresión del actual número uno del mundo y ampliar sus posibilidades en el circuito profesional. Así, Samu López se presentó como el encargado de imprimir otra visión y fortalecer las capacidades del tenista, acompañado por una estructura adaptada a los objetivos planteados para las próximas temporadas.

El tenista español Carlos Alcaraz
El tenista español Carlos Alcaraz celebra con su entrenador Juan Carlos Ferrero tras ganar la final individual masculina del Abierto de Francia (REUTERS/Yves Herman)

El punto de inflexión definitivo se produjo a raíz de los desacuerdos sobre el lugar de residencia y entrenamiento. Alcaraz planteó la necesidad de establecer su base principal en Murcia, priorizando la cercanía con su familia y su entorno cotidiano. Ferrero, en cambio, proponía otro modelo de preparación, al considerar crucial el ambiente de alta competencia para el perfeccionamiento deportivo. La coexistencia de ambos planteamientos resultó insostenible a largo plazo, desencadenando la ruptura.

Las palabras de despedida de Ferrero

En su mensaje de despedida, Ferrero expresó claramente su voluntad de seguir acompañando a Alcaraz. “Me hubiera gustado seguir. Estoy convencido de que los buenos recuerdos y las buenas personas siempre encuentran la manera de volver a cruzarse. Gracias de corazón”, afirmó el entrenador, quien fue testigo directo del despegue profesional de Alcaraz. Por su parte, el jugador dedicó palabras de gratitud a quien lo acompañó desde sus inicios. “Son tantos los recuerdos que me vienen a la cabeza, que quedarme solo con uno no sería justo. Me has hecho crecer como deportista, pero sobre todo como persona. Y algo que valoro muchísimo: he disfrutado del proceso. Me quedo con eso, con el camino recorrido juntos”, compartió Alcaraz al repasar los años compartidos en el circuito.

Carlos Alcaraz cierra otro año como número uno

En la última temporada, la desvinculación ya se había manifestado en distintos torneos, donde Ferrero no asistió a todas las competiciones. En muchos casos, la función de acompañamiento y supervisión recayó sobre Samu López, lo que afirmó el proceso paulatino de sustitución dentro del equipo de trabajo. Esta transición buscó atenuar el impacto de la separación, preparando el terreno para una nueva etapa, en la que la adaptación y la innovación adquieren un protagonismo relevante.

Con esta reestructuración, Carlos Alcaraz mira al futuro con la meta puesta en el único título de Grand Slam que todavía no conquistó: el Abierto de Australia. El inicio de la temporada 2026 servirá como estreno para la nueva sociedad técnica que formará junto a Samu López, quien asumirá de manera oficial la responsabilidad como entrenador principal. El reto inmediato será mantener la regularidad y la ambición que caracterizaron la irrupción de Alcaraz en el circuito internacional y, al mismo tiempo, superar el desafío pendiente para completar su colección de grandes trofeos.