El verano ha pasado y los Juegos Olímpicos y Paralímpicos han terminado. Sin embargo, todavía quedaban asuntos por resolver. El domingo 8 de septiembre, París se despidió de la antorcha olímpica después de varias semanas llenas de deporte y, como no podía ser de otra forma, lo hizo entregando las últimas medallas. Entre otras pruebas, se decidió a los campeones de maratón. Alberto Suárez Laso abrió la veda al colgarse la plata en la clase T12. Elena Congost aumentó la épica española en la modalidad femenina T12, pero su alegría no duró mucho.
La deportista y su guía, Mia Carol, cruzaron la línea de meta en tercera posición, más de tres minutos por delante de la china Misato Michishita. Sin embargo, la normativa 7.9.5 les jugó una mala pasada. En ella se indica que no se debe soltar la correa y que el guía no puede cruzar la línea de meta antes que el deportista. A escasos metros del final, el acompañante de Congost, acalambrado, estuvo a punto de caer al suelo. En ese momento, la atleta, en pleno acto reflejo, soltó la cuerda que les unía apenas uno o dos segundos. Aun así, esto fue suficiente para que los jueces los descalificaran una vez finalizaron el recorrido.
“Ha sido lo que me ha dejado sin nada, sin premio. Sí que me ha dado mucho cariño, mucho reconocimiento mediático, pero me ha quitado ese momento dulce de celebrar ese momento de fiesta. El colofón a una temporada perfecta. Y, sobre todo, lo que es a nivel económico. Al final, es nuestro trabajo y nadie trabaja gratis. Para poderse dedicar a lo que deseas, necesita una estabilidad económica y más con cuatro hijos. Todo lo había hecho por ellos, básicamente”, reconoció Congost a Infobae España. No obstante, el Comité Paralímpico Español (CPE) ha podido solucionar esta cuestión y, pese a que no podrá colgarse la presea de bronce, sí que recibirá la beca ADOP.
En qué consiste la beca
El viernes 8 de noviembre, la Comisión Permanente del Comité Paralímpico Español (CPE) se reunió y decidió conceder a Elena Congost una beca extraordinaria, similar a la que hubiera recibido por ganar la medalla de bronce. La corredora había visto obligada a faltar a la cita de Tokio 2020 debido a su maternidad. Sin embargo, ya sabe lo que es estar en esta competición y también ganar. Logró la plata en la prueba de los 1.500 metros en Londres 2012 y el oro en el maratón en Río 2016.
Tras lo ocurrido, el CPE anunció que Supongo que estudiaría la posibilidad de la beca extraordinaria. La atleta no pudo contener la alegría al hablar de ello con Infobae España: “Si se acaban materializando (las becas) podré seguir con mi trabajo, mi sueño y mi carrera deportiva e intentar quitarme esta espinita que ayer (8 de septiembre de 2024) ya parecía que me quitaba”.
Desde el Comité indican que “desde ahora (recibirá) una beca de 2.050 euros al mes, la misma cantidad mensual que cobrará también su guía. Su entrenador, por su parte, pasará a percibir 900 euros al mes, cantidades correspondientes a la beca Podio Bronce, que es la que le hubiera correspondido de haber recibido la medalla en París”. La beca se mantendrá hasta la aprobación del Plan ADOP del año 2025 y las resoluciones de los Paneles de Decisión que tenga previsto el plan pendiente de aprobación. Esto “podría suceder en el primer cuatrimestre del año próximo (2025)”.