Pilar Ramírez Tello, la traductora de ‘Los Juegos del Hambre’, cuenta cómo adaptó la famosa saga: “Al leer el libro, no sabíamos que sería un bombazo”

Tras más de dos décadas en el mundo editorial y con cerca de cien libros adaptados, ha recibido el cariño de miles de fans por su trabajo con las novelas de Suzanne Collins

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Pilar Ramírez Tello, la traductora
Pilar Ramírez Tello, la traductora de 'Amanecer en la cosecha', quinto libro de la saga de 'Los juegos del hambre'. (X/Molino)

Con su aparición en 2008, los libros de Los juegos del hambre no tardaron en convertirse en una de las sagas literarias más leídas de las últimas décadas. La historia de Katniss Everdeen tratando de sobrevivir en un mortífero show televisivo en el que otros 23 tributos debían acabar con su vida, pues solo uno podía salir vivo de ahí, capturó a millones de lectores. El éxito de la historia no hizo sino aumentar con los siguientes libros, En llamas y Sinsajo, con los que Suzanne Collins, la autora, cerraba la trilogía que más tarde daría origen a cuatro películas con un gran éxito en taquilla.

Sin embargo, la buena acogida que han tenido Los Juegos del Hambre, que ha continuado expandiendo su universo con Balada de pájaros cantores y serpientes y el recién publicado Amanecer en la cosecha (Molino), es mérito también de muchas otras personas del mundo editorial que, en todo el mundo, se han encargado de adaptar el libro para que lectores de todo tipo puedan disfrutarlos. Entre ellos y ellas, está Pilar Ramírez Tello, traductora de los libros y responsable de que hoy conozcamos palabras como sinsajo, rastrevíspula o morflina.

Sin embargo, tras más de veinte años traduciendo libros -lleva más de cien, asegura por escrito a Infobae España- Pilar nunca había recibido el cariño de tantas personas por la versión en castellano -tanto para España como América Latina- de esta saga. A finales de marzo, poco después de que la nueva entrega de la saga llegara a las librerías, las redes se llenaron de mensajes de agradecimiento y admiración por la labor de Pilar, quien, con algunas de sus palabras, forma parte de los mejores recuerdos de los lectores de toda una generación.

La película se desarrolla 64 años antes de que Katniss Everdeen se ofreciera voluntaria como tributo, y décadas antes de que Coriolanus Snow se convirtiera en el tiránico presidente de Panem.

Una sorpresa inesperada

“Creo que, para mucha gente, fueron unos libros que marcaron su adolescencia o su primera juventud”, reflexiona la traductora. “Eso siempre lo llevas en el corazón”. “Al encontrarme en las redes y darse cuenta de que yo era la persona detrás de esas letras, volvieron a ese momento de su vida y a esos libros que tanto les gustaron o que, en algunos casos, les ayudaron en una época difícil. Y sintieron la necesidad de contármelo y darme las gracias”.

Sin embargo, Pilar atribuye toda esta gratitud no tanto al hecho de que ella hiciera un mejor o peor trabajo, sino más bien a que esos lectores de Los juegos del hambre -y sobre todo lectoras, al tratarse de las que más activas se han mostrado en redes- “son buena gente”. “Para dedicarle un momento a decirle algo bonito a alguien hay que ser, sobre todo, buena gente”.

Ella no esperaba que el libro se convirtiera en el fenómeno global que es hoy. “Todavía no sabíamos que sería un bombazo”, recuerda. ”Así que lo leí, me encantó y me puse a traducir". De hecho, pese a su experiencia, aun hoy se siente incapaz de predecir qué libros tendrán éxito y cuáles no. “He traducido obras bellísimas que habrán leído un puñado de personas. Y otras que pensaba que fracasarían, pero han sido un éxito”.

Algunos de los libros traducidos
Algunos de los libros traducidos por Pilar Ramírez Tello. (Página web de la traductora)

El (desconocido) trabajo de la traducción

A raíz del boom en redes, Pilar decidió compartir con los fans de Los juegos del hambre algunos de los secretos de la traducción de la saga. El término charlajo, por ejemplo, aparecía en la versión original como jabberjay (mezcla del verbo jabber, que puede ser traducido como “parlotear” o “farfullar”, en este caso “charlar”; y blue jay, "arrendajo" en español). De esta palabra, se derivó posteriormente sinsajo, que en inglés se escribía mockingjay (mockingbird, es decir “sinsonte” + jabberjay, ya traducido como “charlajo”).

“Las dificultades fueron las habituales de muchas de las novelas de género fantástico o ciencia-ficción: comprender y reproducir en mi idioma los términos o los conceptos que no existen en nuestra realidad”, señala Pilar. Parte de este trabajo, y de la complejidad que supone trasladar una novela de un idioma a otro pasa desapercibida en la mayoría de las ocasiones. “Trasladar una obra de un idioma a otro conlleva todo un proceso cuyo objetivo final es que quien lea la traducción disfrute de una experiencia lo más parecida posible a la de quien lee la obra original”, reivindica.

Ella misma pone el siguiente ejemplo: si nos encontramos la palabra en inglés cat, lo más fácil sería sustituir esta palabra gato. Sin embargo, “hay que saber que si ese gato aparece en la frase it’s raining cats and dogs, ya no es un gato, sino que toca poner algo como ‘está lloviendo a cántaros’ o ‘a mares’ o ‘está cayendo una manta de agua’ o... Y, claro, ¿con qué expresión te quedas? Pues tendrás que ver quién está diciendo la frase, el estilo del autor, autora o autore, si es jerga o lenguaje culto, en qué época se pronuncia, a qué público va dirigido… Y así con todo”.

Por si fuera poco, el resultado puede ser muy distinto de un traductor a otro, “incluso la misma persona puede traducir lo mismo de una forma diferente en distintos momentos de su vida (me ha pasado)”. No existe la traducción perfecta, algo que no se ve como un límite, sino como la posibilidad de que dos traducciones de un mismo texto, pese a ser distintas, sean “igual de estupendas”.

El personaje de Haymitch Abernathy,
El personaje de Haymitch Abernathy, interpretado originalmente por Woody Harrelson, es el protagonista de 'Amanecer en la cosecha' y de la película que ya han anunciado. (Lionsgate)

La amenaza de la Inteligencia Artificial

La difícil labor de los traductores se ha visto últimamente amenazada por un agente que está, de hecho, revolucionando el sector editorial. Se trata de la Inteligencia Artificial generativa, que ha protagonizado numerosas polémicas. “Lo que están haciendo con las ilustraciones es criminal. Con la maravilla de profesionales que tenemos…“, destaca Pilar.

En el ámbito de la traducción, ella se centra en dos aspectos. El primero, que “su uso no es ético porque se ha ‘alimentado’ usando material robado. Es lo que hay. Yo no he dado mi permiso para que una empresa privada cree un producto sirviéndose de mis traducciones, pero es lo que ha pasado. Un producto con el que se lucra”.

Por otro lado, “un libro traducido con IA generativa es un libro mediocre. Ya hemos visto algunos ejemplos. Lo que suele hacerse, por lo que me cuentan, es usar la IAg para hacer la traducción y después pasarle el resultado a un traductor para que lo arregle, pagándole una tarifa mucho más baja”. La revisión, sin embargo, no puede igualar la calidad de un libro traducido desde cero... aunque, al final, los lectores acabemos pagando exactamente el mismo precio.

Inteligencia artificial. (REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración)
Inteligencia artificial. (REUTERS/Dado Ruvic/Ilustración)

Su propia experiencia en la profesión

Para ser traductora, es necesario “tener una formación especializada”. “La carrera de traducción y los cursos o talleres sobre el tema ayudan, también conocer en profundidad tu lengua materna y contar con un nivel alto del idioma de partida. Y es importante leer mucho”. En el caso de Pilar, tuvo la suerte de que muy pronto comenzó a trabajar en editoriales especializadas de los géneros de literatura juvenil, fantasía, ciencia ficción y terror, un amplio abanico que le ha llevado a disfrutar aún más de su trabajo y, al mismo tiempo, encontrarse con verdaderos retos.

Preguntada por los libros más difíciles de traducir y los que más ha disfrutado, reconoce que es una cuestión “complicada”. “Difíciles fueron Cerode Kathe Koja, El hombre invisible y La isla del doctor Moreau, de H.G. Wells, Mitología de la A a la Z, de Annette Giesecke, las dos antologías de Gemma Files… Todos ellos libros maravillosos. Gustar, creo que ahora mismo lo que más disfruto son los álbumes infantiles, como los que he traducido para Dr. Buk: ¡Malditas ardillas!, El HIPOpopótamo, ¡Hay un oso en mi silla!... Porque son cortitos y, aunque te exigen mucho, son muy divertidos".