Talavera de la Reina (Toledo), 23 mar (EFE).- El temporal de lluvias que ha mantenido durante semanas en aviso amarillo a las provincias de Toledo y Guadalajara empieza a remitir en Castilla-La Mancha, aunque los desembalses han provocado un aumento de la crecida del Tajo, que a su paso por Talavera de la Reina ha derrumbado el Puente Viejo, un símbolo para el municipio.
El puente Viejo o de Santa Catalina, es un Bien de Interés Cultural que ha servido históricamente como vía de comunicación con la vega ubicada en la margen sur de la ciudad, y las primeras referencias documentadas sobre su construcción datan del año 1227, lo que le convierte en uno de los más antiguos de Toledo.
Símbolo de la ciudad, también es conocido como puente "romano" por tener su origen en una estructura anterior de época romana, parcialmente aprovechada como cimentación de las primeras pilas en el margen septentrional.
El alcalde del municipio informaba de madrugada del derrumbe de dos tramos de esta construcción, y durante toda la mañana cientos de vecinos han acudido a la zona, que está acordonada por precaución, para mostrar su dolor y consternación por la catástrofe.
A lo largo de la mañana, se han sucedido los mensajes de apoyo a los talaveranos, entre ellos el del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha tendido la mano del Ejecutivo para la reconstrucción del puente en un mensaje en la red social X.
"Contad con el Gobierno de España para la reconstrucción del puente romano. Protegeremos el patrimonio de todos", ha indicado Sánchez.
Por su parte, el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, que ha visitado Talavera, ha avanzado que aunque la Junta priorizará la atención a las familias desalojadas por la crecida de los caudales, colaborará en la reconstrucción del bien.
García-Page, al igual que el alcalde del municipio, ha resaltado que los sistemas de prevención han funcionado, ya que el puente se mantenía cerrado desde el pasado lunes, por lo que no se han lamentado víctimas.
También ha acudido a Talavera de la Reina el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien ha mostrado su solidaridad a los vecinos de la zona y ha reclamado un plan nacional del agua que aborde, de manera técnica, las infraestructuras necesarias para hacer frente a los episodios de precipitaciones intensas como los registrados en los últimos días en varios puntos de España.
Según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no se esperan grandes lluvias para los próximos días, y la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) confía en que el descenso de las precipitaciones permita reducir los desembalses.
Sin embargo, el nivel de los ríos Tajo y Alberche sigue muy altos y los efectos de las inundaciones en la región mantienen un centenar de viviendas y personas desalojadas en Escalona (Toledo) y alrededor de un centenar de viviendas desalojadas en Santa Cruz de Retamar (Toledo), que se encuentran en casas de familiares o en albergues de la zona.
Escalona sigue siendo la población más afectada y no se espera que los vecinos puedan volver a su casa en las próximas horas, según indica su alcalde a EFE, aunque el nivel del río Alberche está empezando a bajar.
Además, no se espera que el agua llegue finalmente al Hospital Nacional de Parapléjicos, ribereño al Tajo y donde la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabaja desde el jueves colocando barreras para evitar una posible inundación del edificio.
En Toledo, se han cerrado los puentes peatonales por precaución, mientras que en Gudalajara se mantienen dos vías cerradas al tráfico por balsas de agua, barro y rocas.
Por todo ello, el Gobierno mantiene activo el Plan Especial de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones en Castilla-La Mancha (PRICAM) en estado de emergencia para Guadalajara y Toledo.
Desde que se activó el PRICAM, el pasado 8 de marzo, se han registrado un total de 238 incidentes relacionados con el temporal, la mayoría de ellos localizados en las dos provincias más afectadas. EFE
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