Madrid, 6 jun (EFE).- '¿Cuántas provincias hay en España?', '¿En qué ciudad hay un acueducto romano patrimonio de la Humanidad?' El examen del Instituto Cervantes que debe aprobarse para lograr la nacionalidad española, con preguntas como las citadas, ha superado el millón de inscritos desde su puesta en marcha en 2015, con el 97,09 % de aprobados.
Al cierre de mayo, un total de 1.009.054 personas -el 71 % procedentes de países hispanohablantes- se han apuntado a un examen que se llama oficialmente prueba de Conocimientos Constitucionales y Socioculturales de España (prueba CCSE), informa el Cervantes en un comunicado.
Por nacionalidades, encabezan la lista de candidatos venezolanos (129.093), colombianos (125.782) y marroquíes (91.861). Las mujeres matriculadas superan a los hombres, con un 54,3 % frente a un 45,7.
La práctica totalidad de los inscritos (el 96 %) se han examinado en algunos de los 212 centros repartidos en España. El resto eran en su mayoría personas que optaban a la nacionalidad por su origen sefardí y podían hacer el examen en su país de origen, opción que eligieron 26.274 candidatos en México, 13.525 en Colombia, 11.445 en Estados Unidos y 8.527 en Venezuela, entre otros.
El examen consta de 25 preguntas, de un total de 300 posibles, sobre la Constitución española y la realidad social y cultural del país organizadas en dos apartados: Gobierno, legislación y participación ciudadana y cultura, historia y sociedad españolas.
Las preguntas ofrecen tres opciones de respuesta o verdadero/falso y deben responderse en un máximo de 45 minutos.
Los exámenes se celebran el último jueves de cada mes -salvo en agosto y diciembre- y en estos momentos está abierto está abierto el plazo de inscripción para las convocatorias de julio, septiembre, octubre y noviembre.
A lo largo de estos nueve años la prueba se ha ido adaptando y en estos momentos se realizan también convocatorias especiales para personas no alfabetizadas, que pueden hacer el examen oral.
También hay pruebas especiales para candidatos con capacidad visual o auditiva reducida, parcial o totalmente; con movilidad reducida o con ciertas dificultades de aprendizaje (dislexia o disgrafía), explica el Cervantes, que ha diseñado una aplicación gratuita para preparar el examen.
El Instituto también administra las pruebas a candidatos que residan en centros religiosos de clausura, que estén ingresados en centros sanitarios durante más de dos meses o estén presos. EFE
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