Un ‘jardín de ladrillos’ enfría el aire con agua del Ebro para generar socialización

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Sergio Jiménez Foronda

Logroño, 27 abr (EFE).- La instalación urbana ‘Jardín de ladrillos’, construida a partir de ladrillos de terracota reutilizables, permite a sus participantes enfriar el aire de manera autónoma con agua traída del río Ebro y generar un lugar de encuentro y socialización.

Así lo ha afirmado a EFE el arquitecto Quentin Gérard, miembro del colectivo ‘make it rain’ y que participa con esta intervención en la décima edición del Festival Internacional de Arquitectura y Diseño de Logroño Concéntrico, que acoge a un centenar de profesionales de una veintena de nacionalidades.

La instalación de ‘make it rain’ se puede visitar hasta que finalice Concéntrico, el próximo 1 de mayo, de tal forma que cualquier ciudadano que se acerque al patio del Museo de La Rioja, donde se localiza, podrá contribuir a enfriar el espacio con un simple traslado de agua recogida de forma previa en el río Ebro.

Gérard (Tours, Francia, 1986) ha explicado que esta pieza consiste en una explanada de ladrillos que no están pegados entre sí, lo que permite su posterior uso, y están situados bajo un toldo para que un espacio público con “falta de sombra y vegetación” se humedezca y refresque con la intervención del público.

Ha explicado que quien pasee por el patio del Museo de La Rioja encontrará una balsa llenada con agua del Ebro, gracias a la colaboración de la Asociación de Vecinos Norte de Logroño, que ha ayudado a su traslado dentro unos kayaks.

Junto a la balsa de agua, los visitantes disponen de unas pequeñas regaderas con las que llevar el agua hasta el espacio de ladrillos y verterla sobre los mismos para que, mediante “una reacción de evaporación, haga que el aire caliente baje su temperatura”, ha precisado.

“Se trata de un sistema que existe desde hace años, por ejemplo, en la India”, y que en esta obra se ha puesto en marcha mediante “un ladrillo totalmente básico e industrial, que se puede emplear para refrescar y jugar con el clima”, ha destacado.

De esta forma, ha proseguido, se crea “un lugar más social, en el que los habitantes del barrio pueden encontrarse en un espacio fresco y no en la sequedad de sus pisos, y estar juntos para disfrutar de la ciudad”.

“Para nosotros era importante transformar el espacio del patio del Museo de La Rioja con una instalación que permita jugar con lo existente", ha remarcado, hecha a partir de ladrillos que se pueden reutilizar y otros materiales que son alquilados, así como que fuese un lugar accesible para sillas de ruedas y cochecitos de bebé, por ejemplo.

Ha incidido en que “casi todos los elementos que componen la instalación han sido alquilados y pueden reutilizarse de forma directa tras su desmontaje”; y permiten que “el patio del museo se convierta en un refrescante descanso” para quienes pasen a visitarlo.

“El ladrillo de terracota y el agua son dos herramientas centrales en la composición de nuestras instalaciones urbanas de baja tecnología y transitorias" y "las imaginamos como elementos urbanos capaces de reducir la temperatura del aire de manera totalmente autónoma”, ha subrayado.

Ha expresado que, mientras que en Bruselas este colectivo trabaja con agua de lluvia, en Logroño han decidido hacerlo con agua del río Ebro, con la que “los visitantes están invitados a participar en el fenómeno de la evaporación utilizando las regaderas para humedecer este gran jardín de ladrillos antes de instalarse en él”.

Este proyecto participativo del colectivo ‘make it rain’, también integrado por Guillaume Deman, Elisabeth Terrisse de Botton y Matthieu Brasebin, acoge este sábado juegos para los más pequeños y, durante los dos días siguientes, una conferencia sobre el agua y un taller centrado en los microorganismos acuáticos. EFE

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