Irene Pinilla, doctora: “Dormir boca abajo es la peor postura para tu piel”

La especialista Irene Pinilla advierte de los efectos de ciertas posturas al dormir, aunque su mensaje vuelve a recordarnos cómo incluso el descanso se ha convertido en un nuevo frente de autoexigencia estética

Guardar
Sueño profundo, descanso reparador (Imagen
Sueño profundo, descanso reparador (Imagen Ilustrativa Infobae)

Dormir es, en teoría, el momento en el que dejamos de cumplir expectativas. Sin tareas y, sobre todo, sin la presión permanente de hacerlo todo perfecto. Sin embargo, incluso ahí se han ido colando discursos sobre cómo deberíamos mejorar el rendimiento de nuestros cuerpos.

En uno de sus vídeos recientes, publicados en su perfil de TikTok, la doctora Irene Pinilla (@dra.irenepg), explica por qué considera que dormir boca abajo puede maltratar la piel más de lo que pensamos. Su mensaje, si bien puede tener como el cuidado de la piel, irrumpe en un terreno cada vez más saturado de exigencias. Asistimos a un contexto social en el que muchos gestos cotidianos parecen susceptibles de mejorarse para evitar las consecuencias naturales de la vida.

Pinilla sostiene que la peor postura para la piel del rostro es dormir boca abajo, porque al apoyar toda la cara contra la almohada se genera presión constante, se comprime el tejido y se favorece la aparición de marcas. Además, señala que esa presión repetida noche tras noche podría, según ella, desplazar mínimamente la grasa facial, acentuar la hinchazón matinal y acelerar ciertos signos de envejecimiento.

Una mujer cuidándose el rostro,
Una mujer cuidándose el rostro, aceptando que el cambio de la piel es una consecuencia natural de la edad (Imagen Ilustrativa Infobae)

La especialista también advierte sobre dormir de lado, que aunque es una postura común y cómoda, empieza ya a dejar “huella estética”. Explica que solemos comprimir siempre el mismo lado del rostro, lo que podría marcar líneas o hacer que esa zona pierda firmeza con el tiempo. Su recomendación es clara: cuando se piensa en la piel, la postura ideal es dormir boca arriba, porque permite que la cara “respire” sin aplastarla ni estirarla.

Además de la postura, la doctora propone soluciones concretas para quienes quieran minimizar estas supuestas consecuencias: almohadas con el centro hundido, que evitan aplastar la mejilla, o sujetadores especiales con una banda entre los pechos para evitar que se junten cuando se duerme de lado. Cambios pequeños, dice, que reducirían de forma notable la aparición de marcas o arrugas.

Son recomendaciones que muchas personas pueden valorar, pero que también abren la puerta a una reflexión incómoda.

Diego Golombek habla sobre la importancia del sueño en Infobae en Vivo

¿Información útil o un nivel de exigencia difícil de sostener?

La transformación de la piel es una realidad humana. Envejecer no es un fallo del cuerpo. Por su parte, cuidarse es algo muy positivo y seguir algunos consejos de belleza puede ayudar en este proceso. Sin embargo, cuando cada hábito cotidiano pasa a verse como una amenaza estética, el mensaje deja de ser bienestar para convertirse en una carga difícil de sostener.

Las redes sociales, además, amplifican estas advertencias. Aunque muchas de estas recomendaciones nacen con buena intención, pueden reforzar la idea de que cualquier marca es consecuencia directa de no haber hecho lo correcto. Esa sensación de responsabilidad constante es difícil de gestionar para cualquiera que simplemente intenta vivir su día a día con normalidad.

Dormir boca abajo puede no ser la postura ideal para la piel según los especialistas. Pero también es, para muchas personas, la posición en la que el cuerpo realmente descansa. Y descansar —sin culpa ni exigencias— también es una forma de cuidado.