Sarah Ferguson sufre un nuevo batacazo profesional: los programas televisivos en los que colaboraba rescinden su contrato

La exmujer del príncipe Andrés sufre una ola de odio y animadversión tras conocerse que su relación con Jeffrey Epstein era mucho más cercana de lo que había asegurado

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Sarah Ferguson sale de la
Sarah Ferguson sale de la catedral de Westminster al finalizar la misa de réquiem de la duquesa de Kent. (REUTERS/Toby Melville).

La exduquesa de York, Sarah Ferguson, atraviesa uno de los momentos más complicados de su vida pública. A finales de septiembre, salió a la luz un correo electrónico enviado en 2011 en el que se refería al polémico empresario Jeffrey Epstein como “un amigo fiel y supremo”. La difusión de este mensaje ha desencadenado una serie de consecuencias que afectan tanto a su carrera profesional como a su reputación.

Según informa el Daily Mail, Ferguson ha sido desvinculada de la cadena británica ITV y ya no participará en los programas This Morning ni Loose Women. Una fuente cercana a la emisora confirmó que “Fergie -como se le apoda de forma cariñosa- no volverá a aparecer en la ITV, no hay nada previsto para ella. Siempre formó parte del grupo, pero ya no”. Durante años, la exduquesa se había convertido en un rostro habitual de la televisión diurna, siendo incluso considerada “la salvadora” de la programación gracias a su cercanía y naturalidad frente a las cámaras.

Ferguson, de 65 años, debutó en Loose Women en abril de 2023 y también participó como presentadora invitada en This Morning a finales del mismo año. Su paso por ambos espacios había sido recibido con entusiasmo por parte de la audiencia y del equipo de producción, que valoraba su frescura y su capacidad para aportar un enfoque distinto. Sin embargo, la revelación de sus comunicaciones con Epstein ha sido determinante para que ITV decidiera cortar la relación de manera definitiva.

El escándalo no solo ha afectado a su carrera televisiva. Varias organizaciones benéficas británicas con las que colaboraba han decidido apartarla de sus filas. Entre ellas se encuentran Julia’s House, Teenage Cancer Trust, Prevent Breast Cancer, Natasha Allergy Research Foundation, Children’s Literacy Charity y la British Heart Foundation. Cada una de estas entidades ha declarado que, a raíz de los correos electrónicos publicados, consideraban inapropiado mantener a Ferguson en roles de patrocinio o mecenas, aunque en algunos casos su implicación activa había disminuido en los últimos años.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Un exmatrimonio ‘desamparado’

A esto se suma la complicada situación familiar y residencial de la exduquesa. Desde 2008, Sarah ha compartido Royal Lodge con su exmarido, el príncipe Andrés, pese a haberse divorciado en 1996. La mansión, de 30 habitaciones y ubicada en Windsor Great Park, ha sido escenario de una convivencia peculiar entre ambos, descrita como una combinación de amistad y dependencia mutua. Sin embargo, la paciencia del rey Carlos III parece haberse agotado y ha buscado alternativas para que ambos se muden.

Entre las opciones planteadas se encuentran Frogmore Cottage, antigua residencia de Harry y Meghan Markle, y Adelaide Cottage, recientemente desocupada por Guillermo y Kate Middleton. Fuentes cercanas aseguran que no existe una exigencia formal de ocupar estas propiedades, sino que se trata de “alternativas previamente consideradas”. Aun así, la presión para abandonar Royal Lodge se ha intensificado, especialmente tras la renuncia del príncipe Andrés a todos sus títulos el 17 de octubre de 2025. Andrés justificó su decisión argumentando que “las continuas acusaciones distraen del trabajo de Su Majestad y de la familia real”.

El príncipe Andrés de Gran
El príncipe Andrés de Gran Bretaña y su exesposa, Sarah Ferguson, duquesa de York, salen de la catedral de Westminster al finalizar la misa de réquiem, el día del funeral de Catalina, duquesa de Kent, en Londres, Gran Bretaña, el 16 de septiembre de 2025. (REUTERS/Toby Melville/Foto de archivo).

El escándalo que rodea a Sarah Ferguson también ha tenido repercusiones económicas. Tras la polémica, la madre de las princesas Eugenia y Beatriz ha intentado mantener su nivel de vida con proyectos editoriales, conferencias y la venta de propiedades, como una vivienda en Belgravia que adquirió en 2022 y vendió recientemente por un precio inferior al de compra. Aun así, estas medidas parecen insuficientes para sostener el elevado coste de mantener Royal Lodge.

Para los expertos en asuntos reales, la situación refleja la tensión entre tradición y modernización dentro de la monarquía británica. La convivencia prolongada de los exduques de York en una mansión de tal magnitud se percibe como insostenible tanto económica como moralmente. La posibilidad de reubicarlos en residencias más modestas responde a un intento del monarca de equilibrar la herencia real con la gestión responsable de recursos y propiedades.