Limpieza las 24 horas, inspecciones y multas: Almeida endurece la vigilancia de las basuras ante el “empeoramiento de las conductas incívicas”

Los municipios más afectados son Puente de Vallecas, Carabanchel, Usera y Villaverde

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Las calles de Madrid llenas
Las calles de Madrid llenas de basura el pasado viernes 25 de abril (Noelia Tabanera)

El Ayuntamiento de Madrid ha aprobado un plan de choque para atajar el repunte de suciedad en las calles, especialmente visible en los distritos del sur. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, reconoció en el último Pleno municipal que “la limpieza viaria de las calles de Madrid no está en los estándares que a nosotros nos gustaría”, aunque matizó que esto “no significa que Madrid esté sucio”.

El anuncio llega tras un estudio técnico que confirma un “empeoramiento del estado de las vías imputable a conductas incívicas de algunos ciudadanos y el sector comercial”, según admitió el propio Consistorio en una nota de prensa.

El origen del problema: residuos abandonados pese a contenedores vacíos

El análisis municipal identifica como principal causa el abandono de desechos a pie de contenedor. “Numerosos establecimientos comerciales no están cumpliendo con los horarios del servicio de recogida puerta a puerta, dejando sus residuos en los contenedores que solo deberían estar usando las comunidades de vecinos”, señaló Almeida en el Pleno.

Además, subrayó que “están apareciendo nuevos puntos de suciedad en determinados barrios debido a que los usuarios dejan residuos a pie de contenedor, manteniéndose los recipientes vacíos”.

Este fenómeno es especialmente acusado en Puente de Vallecas, Carabanchel, Usera y Villaverde, donde el abandono alcanza una media del 90%, frente al 50% del resto de distritos.

La basura se deja a
La basura se deja a pies del contenedor y no dentro. (Jesús Hellín/Europa Press)

Refuerzo de limpieza: 300 trabajadores más y brigadas de 24 horas

Para revertir la situación, el Ayuntamiento incorporará 300 operarios adicionales durante tres meses, centrados en la limpieza del entorno de los contenedores. Además, cada distrito contará con una brigada de limpiezas especiales 24 horas para atender las incidencias urgentes.

El área de Medio Ambiente explicó que esto permitirá resolverlas “de forma rápida mediante la movilización de los recursos necesarios, ya sean de limpieza, Selur, interbloques, recogida y contenerización”.

Las calles de Madrid llenas
Las calles de Madrid llenas de basura el pasado viernes 25 de abril (Noelia Tabanera)

Más control, inspecciones y sanciones

Además, el plan contempla campañas de inspección en contenedores vinculados a obras (donde se detectan depósitos indebidos y retrasos de retirada) y una campaña de concienciación dirigida al comercio para que respete los horarios y no “colapse” los contenedores.

“El principal problema de la suciedad se encuentra en el ámbito de la actividad comercial, por no respetar los horarios del servicio de recogida y colapsar los contenedores de residuos”, insistió Almeida.

Para ello, habrá informadores municipales situados junto a contenedores para disuadir del abandono y recordar el correcto uso de las fracciones de reciclaje. También se incrementará la coordinación entre Policía Municipal y servicios de Limpieza para mejorar la vigilancia y “el posible aumento de la eficiencia sancionadora”.

Otra de las medidas es la recogida “puerta a puerta”, obligatoria para comercios desde noviembre de 2021 en determinadas zonas, con el objetivo de que bares y tiendas utilicen los contenedores públicos para el cartón y el vidrio. Su presencia se ha reforzado, especialmente en el centro y en la calle Ponzano (Chamberi).

Más inversión, pero también más residuos

Almeida destacó que “el número de quejas y reclamaciones registrado está en mínimos históricos”, con una caída del 51% desde 2018 (de 2.831 a 1.443 en 2024). El Ayuntamiento ha incrementado la inversión en limpieza un 45% desde 2021, elevando el presupuesto de 59,6 euros per cápita a España y permitiendo movilizar cerca de 2.000 operarios más.

El contrato de contenerización, recogida y transporte de residuos, dotado con 240,3 millones de euros anuales, es el principal gasto y ha permitido renovar los contenedores y duplicar la frecuencia de recogida, pasando de 14 a 27 veces por semana desde 2019.