El desconocido efecto secundario del paracetamol: ¿por qué este medicamento nos hace menos empáticos?

El efecto de este fármaco sobre ciertas regiones del cerebro tiene implicaciones en nuestra conciencia emocional

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Una mujer tomando un paracetamol
Una mujer tomando un paracetamol (Shutterstock)

Junto con el ibuprofeno o el Nolotil, el paracetamol es uno de los medicamentos estrella en los hogares para hacer frente al dolor o a la fiebre. Este analgésico y antipirético está indicado para tratar el dolor moderado, como por ejemplo los dolores postoperatorios, reumáticos, musculares, tortícolis... Con aproximadamente 25 millones de unidades vendidas al año, según datos de IQVIA de 2022, el paracetamol es uno de los fármacos más demandados.

Como ocurre con todos los medicamentos, el paracetamol cuenta con una serie de efectos secundarios a tener en cuenta, que pueden ir desde las náuseas hasta la somnolencia o las erupciones cutáneas. Sin embargo, este medicamento cuenta con un efecto adverso tan sorprendente como desconocido para la mayoría: el paracetamol nos hace menos empáticas.

En 2019, un equipo de científicos de la Universidad de Ohio (Estados Unidos) descubrió que este fármaco, además de ser reducir el dolor, también disminuía la activación de ciertas regiones del cerebro (la ínsula anterior y la corteza cingulada anterior) relacionadas con la conciencia emocional y la motivación.

Los resultados del ensayo, realizado con un experimento doble ciego con placebo, mostraron que las personas que tomaron paracetamol tenían menos sentimientos empáticos hacia otras personas. Al mismo tiempo, los participantes del estudio que recibieron la dosis del medicamento experimentaron menos placer personal.

La diferencia entre las puntuaciones de ambos grupos no fue especialmente pronunciada. De hecho, la media de las puntuaciones del grupo placebo fue de 6.76, mientras que las del grupo del acetaminofén fue de 5.85.

Una investigación anterior ya descubrió que quienes tomaban paracetamol durante tres semanas sentían menos dolor emocional que las personas a las que se les administró un placebo. No obstante, la capacidad para reconocer situaciones positivas y placenteras no se vio afectada.

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La importancia de la empatía

La empatía es una habilidad fundamental que influye de manera decisiva en nuestra vida diaria. Esta capacidad de ponernos en el lugar de los demás no solo nos permite entender mejor sus emociones, sino que también enriquece nuestras relaciones, mejora la convivencia social y contribuye al bienestar personal y colectivo.

En el terreno de las relaciones interpersonales, la empatía funciona como un puente emocional que fortalece los vínculos entre las personas, explica el psicólogo Javi Soriano para PsicologíayMente. Escuchar activamente, comprender y apoyar a quienes nos rodean genera confianza y crea un ambiente de cercanía genuina. De este modo, las interacciones se vuelven más profundas y satisfactorias, lo que contribuye a mantener relaciones duraderas basadas en el respeto y la comprensión mutua.

A nivel social, la empatía favorece la cohesión de las comunidades, ya que al comprender las perspectivas y emociones ajenas se fomenta un sentido de pertenencia y solidaridad. Esta conexión enriquece la vida de cada individuo, al mismo tiempo que también impulsa la armonía y el apoyo mutuo dentro de la sociedad, creando un entorno más humano y colaborativo.

En situaciones de conflicto, la empatía adquiere un papel esencial al facilitar la comprensión de las causas que originan los desacuerdos. Al ponerse en la piel del otro, es posible encontrar soluciones más equilibradas que tengan en cuenta las necesidades de todas las partes. Esto propicia un diálogo abierto, la búsqueda de compromisos y la resolución pacífica de disputas, lo que, a largo plazo, fortalece las relaciones y contribuye a un clima de mayor cooperación.

Otro de los beneficios destacados de la empatía es su impacto positivo en la salud mental y emocional. Según el psicólogo, comprender y compartir las emociones de los demás reduce la sensación de soledad y genera una red de apoyo mutuo que refuerza el bienestar psicológico. Además, cultivar la empatía promueve la autorreflexión, la autoconciencia y, en consecuencia, una mayor autoestima y satisfacción personal.