Cayetano Martínez de Irujo confiesa la complicada relación con su hermano, el duque de Alba: “Yo lo he intentado, pero tenemos formas de ser opuestas”

En un emotivo acto celebrado en el marco de los primeros Premios Espida del Deporte, Cayetano Martínez de Irujo ha sido distinguido por su dilatada trayectoria en el mundo de la hípica. El duque de Arjona, reconocido por su destacada carrera como jinete, compartió este momento especial junto a su prometida Bárbara Mirjan, con quien se encuentra ultimando los detalles de su boda, prevista para octubre en la finca sevillana que heredó de su madre, la recordada duquesa de Alba.

Cayetano se mostró visiblemente emocionado al recibir este reconocimiento, que representa una reivindicación a décadas de dedicación al deporte. “Lo recibo con ilusión porque yo he tenido pocos reconocimientos deportivos, desgraciadamente, con tanto empañamiento que me ha hecho toda la prensa social, pues se me ha reconocido poco y he hecho mucho por el deporte realmente, por mi deporte mucho, y por el deporte en general también. Y todo llega”, ha reflexionado ante los micros de Europa Press.

Su implicación con el deporte va más allá de su desempeño individual en competiciones de élite. Durante años, Cayetano formó parte de la Asociación de Jinetes Mundial, ocupando cargos de vicepresidente y presidente. De esa experiencia surgió la motivación para fundar en España la Asociación de Deportistas, con la intención de ofrecer respaldo a aquellos atletas que carecen de apoyo institucional. “Quise crear algo para mi país, crear algo magnífico, para ayudar a deportistas que no tenían nada”, ha explicado.

El amor de Cayetano por los caballos y la competición surgió cuando tenía apenas 16 años. “Yo siempre heredaba caballos de mis hermanos, porque era uno de los deportes que teníamos como parte de educación, y ya me empeñé en que me compraran un caballo a mí. Fui a Inglaterra a probarlo, y con ese caballo me seleccionaron para el equipo junior de España, y salté un campeonato de Europa”, ha recordado con nostalgia.

Durante la ceremonia de entrega de premios, Cayetano también se ha referido, por primera vez, al nuevo proyecto emprendido por sus sobrinos, los duques de Huéscar, quienes han lanzado una línea de perfumes bajo la marca Casa de Alba. Con cierta distancia, admitió no haber sido informado del proyecto: “No estoy enterado porque a mí no me han dicho nada”.

Su respuesta evidencia cierta decepción por haber quedado al margen de una iniciativa vinculada al legado familiar. “Yo creé la línea gourmet, con el aceite de Casa de Alba. Lo que pasa es que era incompatible, mi hermano Carlos y yo somos opuestos, la verdad, somos... Entonces tener al titular ahí, más que de perfil, pues no tenía sentido, tener una marca y no tener acceso al titular, y a los palacios, y a la infraestructura por la que se creó. Pues no tenía sentido, ¿no?”, ha afirmado.

Por ello, ha reconocido que las diferencias personales con su hermano Carlos dificultaron cualquier tipo de colaboración: “El titular es mi hermano. Yo lo he intentado pero no hay forma de... Tenemos mentalidades absolutamente opuestas, formas de ser totalmente opuestas también”.