Rusia resucita ‘Intervisión’, su propio festival tras su veto de ‘Eurovisión’, con China y EE.UU. como participantes

El gobierno de Vladimir Putin devuelve a la vida este formato, que ya funcionó entre 1965 y 1980, con Venezuela, Egipto o Emiratos Árabes como participantes

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Rusia ha anunciado el regreso
Rusia ha anunciado el regreso de Intervisión, su propio Festival de Eurovisión. (X @EurovisionSpot)

Rusia mueve ficha en el tablero cultural internacional tras quedar excluida de Eurovisión por decisión de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). El veto, motivado por la invasión a gran escala de Ucrania en 2022, ha llevado al gobierno de Vladimir Putin a resucitar Intervisión, un festival musical que fue un emblema entre los países del bloque soviético y sus aliados comunistas entre 1965 y 1980. Este certamen, conocido entonces como el “Eurovisión soviético”, vuelve a ocupar la agenda de Moscú tras más de cuatro décadas en el olvido, en un momento de máxima confrontación con Europa Occidental.

El nombre de Intervisión procede de la Organización Internacional de Radio y Televisión (OIRT), la extinta red de televisión que compartían los países del Este. El festival, en sus años de mayor éxito, congregó una amplia audiencia y supuso un hito en la programación de la televisión socialista, dentro y fuera de Europa. En aquellos tiempos, llegaba a contar con la participación de países lejanos del bloque, como Cuba, estableciendo un escaparate para la música y la cultura de los estados alineados políticamente con Moscú.

La representante de Rusia en
La representante de Rusia en Eurovisión en el año 2018, Yulia Samoylova, cantado "I won't break". (Redes sociales)

La idea de recuperar Intervisión no es nueva. En 2009 el propio Vladimir Putin defendió públicamente la vuelta del certamen, y en 2014 se planteó de nuevo, entonces bajo la participación exclusiva de los países miembros de la Comunidad de Estados Independientes y de la Organización de Cooperación de Shanghái. Sin embargo, no ha sido hasta este 12 de junio de 2025, coincidiendo con el día nacional de Rusia, cuando la organización ha oficializado su regreso. Intervisión se celebrará el próximo 20 de septiembre en el Live Arena de Moscú.

A la espera de que la lista de participantes se amplíe, la organización ya ha anunciado oficialmente 20 países confirmados: Azerbaiyán, Bielorrusia, Venezuela, Vietnam, Egipto, India, Kazajistán, Qatar, China, Colombia, Kirguistán, Cuba, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Arabia Saudí, Serbia, Estados Unidos, Tayikistán, Uzbekistán y Sudáfrica. La presencia de Estados Unidos destaca especialmente entre los nombres avanzados, ya que supone la entrada al festival de una nación ajena al bloque tradicional de aliados rusos, en un contexto geopolítico especialmente tenso. La organización ha recordado que la lista no es definitiva y se irá actualizando a medida que se sumen nuevos países interesados.

Algunos estados ya han designado oficialmente a sus representantes para esta renovada edición de Intervisión. Kirguistán participará con el trío Nomad, Bielorrusia apostará por Nastya Kravchenko y Rusia estará representada por Shaman, un intérprete conocido tanto por sus canciones de tono patriótico —muy popular en los últimos años en Rusia— como por haber recibido personalmente el título de ‘Artista del pueblo’ de manos de Putin. La elección de Shaman ha despertado cierta polémica por el nombre de una de sus canciones, Mi lucha, que coincide con el título del libro más famoso de Adolf Hitler.

Resumen de las actuaciones de Austria, Israel, Estonia, Suecia, Italia y España en Eurovisión 2025. (EFE)

El retorno de Intervisión llega en un momento complicado entre Rusia y Europa por la hegemonía cultural y mediática. El certamen pretende consolidarse como alternativa a Eurovisión para todos aquellos países vetados, alejados o distanciados de las instituciones occidentales.

De esta forma, Moscú busca reforzar su presencia nacional e internacional, recuperando una fórmula que en pleno siglo XX sirvió como herramienta de soft power y escaparate para sus aliados. La expectativa ahora está puesta en saber si el festival logrará captar la atención de nuevas generaciones y conquistar un espacio propio en el fragmentado universo televisivo global.