La otra vez que un caso de corrupción puso en jaque al PSOE: cuando Luis Roldán, director de la Guardia Civil, se fugó a Tailandia y fue perseguido por la Interpol

Provocó la salida del entonces ministro del Interior y el declive de la mayoría socialista que gobernaba el país bajo el liderazgo de Felipe González

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El exdirector de la Guardia
El exdirector de la Guardia Civil, Luis Roldán, en el Ministerio del Interior. (Ministerio de Justicia)

El escándalo de mordidas que presuntamente ha vinculado a Santos Cerdán ha provocado un terremoto político cuyo alcance es todavía difícil de estimar. Primero, porque ha dejado muy tocada la estabilidad parlamentaria que por ahora sostiene al gobierno; segundo, porque deja la confianza en el partido totalmente destruida. El rostro de Sánchez en aquella rueda de prensa posterior a conocerse el contenido del informe de la Guardia Civil sobre el caso Koldo lo dijo todo. Y no es para menos: con la salida de Cerdán se suceden dos secretarios de Organización de su máxima confianza que se ven implicados en escándalos de corrupción.

Aunque es atrevido decir por cuanto, el Ejecutivo seguirá adelante bajo la promesa de “contundencia” del PSOE con futuros implicados en la trama. Pero en Ferraz no puede decirse que toque descorchar el champán por salvar una bola de partido. La sombra de una moción, ya sea de confianza o de censura, como la que acabó con el gobierno de Mariano Rajoy, todavía sobrevuela la Cámara legislativa.

Ocurrió hace ya unas décadas, pero en las filas socialistas recordarán el caso de Luis Roldán, quien fue director de la Guardia Civil durante el gobierno de Felipe González. Militante socialista y de origen humilde, Roldán asumió el cargo en 1986, convirtiéndose en la primera persona civil al frente del Instituta Armado.

Pero Roldán no sería recordado por aquel hito. Tampoco por su excelente trayectoria en la lucha contra ETA, sino por protagonizar una huida que movilizó a unos 150 funcionarios y medio centenar de policías de nueve países, incluido España, además de siete agentes de la Interpol en operaciones que se extendieron por once países.

Ocurrió en 1993, cuando se destapó que el entonces director de la Guardia Civil se estuvo enriqueciendo ilícitamente aprovechándose de su cargo. Cesado de su cargo y de la militancia, el juez a cargo de la investigación solicitó el pasaporte de Roldán, pero este huyó del país sin ser detenido. Después de dos años en paradero desconocido e innumerables informaciones falsas que le localizaban aquí y allá, la fuga terminaría con su captura en Laos, Tailandia, y finalmente fue condenado a 31 años de prisión.

Un patrimonio millonario

El escándalo salió a la luz a raíz de una investigación periodística publicada por el ya extinto Diario 16, que destapó que el sueldo que percibía entonces Roldán no encajaba con el patrimonio millonario que disponía. Por su puesto, Roldán percibía alrededor de 3.600 euros, que puede considerarse un salario alto, pero que no se correspondía con las cuatro viviendas y propiedades rurales valoradas en 10 millones de euros.

Roldán señaló al entonces ministro del Interior, José Luís Corcuera, en su defensa en los tribunales, provocando su salida de la cartera y, más tarde, el declive de la mayoría socialista que gobernaba el país bajo el liderazgo de Felipe González.