De Vigo a Sudáfrica por la educación: “No queríamos que nuestros hijos crecieran en un entorno competitivo, sin exámenes”

La familia quería que sus hijos aprendieran inglés de manera natural

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La aventura de Adrián y
La aventura de Adrián y su familia en Sudáfrica. (Imagen Ilustrativa/Pixabay)

Adrián, un joven vigués de espíritu aventurero, y su esposa Gosia, de origen polaco, han dado un giro radical a sus vidas. Desde hace cinco meses, la familia vive cerca de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en busca de una educación distinta para sus hijos, Daniela, de 11 años, y Óliver, de 8.

“Nosotros queríamos que los niños tuvieran una educación sin presión, sin notas, sin exámenes. Es un lujo”, ha explicado Adrián al diario La Voz de Galicia.

Esta preocupación por el futuro de sus hijos, hizo embarcarse a la familia en un viaje de más de 12.000 kilómetros. “No queríamos que nuestros hijos tuvieran problemas con el inglés”, ha reconocido el padre, quien, aunque habla español con los pequeños y polaco con su esposa, no dominaba completamente ese idioma.

La opción de mudarse a Sudáfrica se presentó como una buena oportunidad para que los niños aprendieran el idioma de manera natural, sin la carga de los exámenes y la competitividad académica que marcaron la experiencia educativa de Adrián en su infancia.

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De Vigo a Sudáfrica en busca de una mejor educación para sus hijos. (Imagen: Google Maps)

El modelo educativo de la Green School

El deseo de ofrecer a sus hijos una educación diferente los llevó a elegir la Green School, un entro de enfoque liberal y creativo. “La escuela es una maravilla, su modelo es parecido a la educación Montessori, pero con algunas diferencias”, ha comentado Adrián.

Este sistema educativo no utiliza calificaciones y se enfoca más en el trabajo por proyectos, promoviendo la creatividad entre los estudiantes. Además, ofrece actividades como clase de cocina y huertos urbanos.

“Mi hija ahora está diseñando un proyecto, valorando cómo sacarlo al mercado, cuánto le va a costar y qué mejoras puede aportar al mundo”, ha explicado el padre.

La Green School, que tiene tres sedes en el mundo (Bali, Nueva Zelanda y Sudáfrica), fue la opción que más les convenció por sus valores. “No queríamos que nuestros hijos crecieran en un entorno competitivo. La Green School nos dio lo que buscábamos”, ha afirmado el vigués.

Green School en Sudáfrica. (Imagen:
Green School en Sudáfrica. (Imagen: Instagram)

Un estilo de vida relajado y en familia

A pesar de las preocupaciones iniciales sobre la seguridad, Adrián ha asegurado que su familia vive en una “burbuja dentro de una burbuja”, una zona segura cerca de Ciudad del Cabo.

“Antes de llegar teníamos miedo, pero ahora nos reímos de ese miedo. Los niños están creciendo en un entrono maravillosos, rodeados de naturaleza, y estamos muy cómodos aquí”, ha comentado.

Asimismo, el hecho de vivir en un lugar tan distinto les ha abierto nuevas perspectivas. “El ambiente aquí es muy abierto, la gente es viajera y eso nos ha permitido ampliar nuestra forma de ver el mundo”, ha expresado el padre.

Es más, también ha destacado que Daniela y Oliver han mejorado considerablemente su inglés en pocos meses, algo que le llena de satisfacción.

Las cosas más raras que le han sucedido a Leyre desde que vive en Ghana.

Un futuro prometedor

Aunque no saben qué les deparará el futuro, Adrián y Gostia están considerando quedarse en Sudáfrica de manera indefinida. “Nosotros, como padres, estamos muy cómodos. La escuela es excelente y tenemos tiempo para estar con los niños”, ha dicho el vigués.

Del mismo modo, el coste de la vida en el país sudafricano, según él, es más bajo que en otras partes del mundo, lo que le ha permitido vivir más relajadamente y centrarse en su familia.

Por lo pronto, la familia ha aprovechado para viajar y conocer más sobre el continente. “Hemos estado en Zimbabue y Botsuana, y hemos hecho un safari con los niños. Sudáfrica nos ha regalado una nueva vida”, ha sentencia Adrián.