Las lluvias de marzo podían acabar con la sequía de larga duración que atraviesa España, según la Aemet

El invierno ha sido seco en conjunto, aunque en el oeste y noroeste peninsular registraron precipitaciones entre el 125 y 150% del promedio normal y en áreas del tercio oriental no alcanzaron ni el 25%

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Vista del pantano de Sau,
Vista del pantano de Sau, a 22 de enero de 2024, en Barcelona. (Lorena Sopêna / Europa Press)

A finales de 2022, España quedó sumida en una sequía de larga duración que, tras tres años en los que el Gobierno se llegó a plantear llevar agua en tanques desde Valencia hasta Barcelona, podría llegar a su fin. Las lluvias que nos han acompañado cada día de este mes de marzo podrían sacar a la península de la agónica situación hidrográfica que llevo a muchas regiones a aplicar restricciones en los meses más caluros del año ante la escasez de agua embalsada. Es una de las conclusiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha presentado este martes su balance del invierno meteorológico y la previsión de la primavera.

A pesar de las lluvias de las últimas semanas -que ya corresponden a la primavera meteorológica-, el invierno meteorológico, que comprende los meses de diciembre, enero y febrero, fue seco, con una media 145 litros por metro cuadrado en la península, valor que representa el 77% de lo que sería normal para el periodo de referencia 1991-2020. No obstante, el agua se repartió de forma desigual en el país.

El invierno fue entre normal y húmedo en la mitad oeste de la Península, con excepción de puntos de Asturias, de Cantabria y de País Vasco donde ha mostrado carácter seco. Por el contrario, fue seco y muy seco en la mitad oriental peninsular y en ambos archipiélagos, llegando a ser extremadamente seco en pequeñas zonas del sur de Cataluña, sur de Aragón y del suroeste de Castilla-La Mancha. De este modo, mientras que zonas del oeste y noroeste peninsular registraron precipitaciones entre el 125 y 150% del promedio normal, en áreas del tercio oriental peninsular no se llegó ni al 25% de lo normal.

El episodio de lluvias que podría acabar con la sequía

A pesar de estas cifras, el episodio de lluvias generalizadas que atraviesa la península desde finales de febrero, con dos borrascas de gran impacto y una tercera en camino, podría marcar la diferencia. Durante la presentación de los datos, el portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha detallado que desde el 1 hasta el 9 de marzo “ha llovido tres veces más de lo que es normal”. De hecho, hay regiones que ya han superado la previsión de lluvias normal para la época del año. Por ejemplo, en Madrid, señalaba del Campo, han caído 100 litros por metro cuadrado, “que es lo que llueve en toda la primavera”. El experto también ha señalado que las sequías suelen acabar tras largos periodos de lluvia como el que estamos atravesando actualmente.

Varías comunidades autónomas tomaron medidas contra la sequía el verano de 2023.

El séptimo invierno consecutivo más cálido de lo normal

Respecto a las temperaturas, la Aemet destaca que ha sido un periodo con carácter "cálido o muy cálido" en prácticamente toda la España peninsular y en Baleares. Con una temperatura media de 7,8 grados, y un 1,2 grados por encima al del período de referencia 1991-2020 y sin ninguna ola de frío, se ha posicionado como el séptimo invierno cálido consecutivo.

Diciembre fue cálido, y tanto enero como febrero, muy cálidos. Aun así, entre el 13 y 19 de enero se registraron las temperaturas más frías de lo normal, con intensas heladas nocturnas y termómetros que alcanzaron el registro más bajo de todo el invierno, con -11,2 grados en Molina de Aragón. Por el contrario, también hubo un periodo muy cálido, del 9 al 22 de febrero. No obstante, la temperatura más alta durante el invierno se midió el 15 de diciembre en La Palma/aeropuerto, con 28,8 grados. En la Península, Murcia alcanzó 28,1 grados el 27 de enero.