Segunda semana del juicio a Rubiales: tras las declaraciones de Jenni Hermoso y las jugadoras de la selección, es el turno de los acusados

Ya ha terminado la primera semana del juicio a Luis Rubiales, y la Audiencia Nacional enfrenta desde este lunes la segunda tanda de sesiones. Entre ellas, destacan las declaraciones del propio expresidente de la RFEF y del resto de los acusados: el exdirector de la selección española, Albert Luque; el exseleccionador femenino, Jorge Vilda; y el ex responsable de marketing de la Federación, Rubén Rivera.

La Fiscalía pide en su escrito de acusación dos años y seis meses de cárcel para Rubiales por los delitos de agresión sexual, por el beso no consentido a Jenni Hermoso, y por coacciones, además de la prohibición de acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros durante cuatro años e indemnizarla con 50.000 euros. Para el resto de acusados, el Ministerio solicita 1 año y seis meses, al estar solo acusados de coacciones.

Los cuatro estaban citados a declarar el miércoles, pero debido a los cambios que se han estado llevando a cabo durante esta semana, lo más probable es que comiencen el martes. Rubiales será el primero. El principal cambio ha sido la decisión de prescindir de sus hijas como testigos por su propia defensa, que estaban citadas en un inicio.

Ese mismo día declarará la actual entrenadora de la selección española femenina, Montserrat Tomé, cuyo interrogatorio es previsible que gire en torno a la decisión de no incluir a Jenni Hermoso en el equipo después que la futbolista no quisiera sacar un comunicado junto a Rubiales para quitar hierro al asunto. Según las versiones de las acusaciones, esto se debió a una decisión de la propia dirección de la RFEF para castigarla. El martes será el turno de diferentes peritos.

El juicio comenzó el pasado lunes, con uno de los momentos más esperados: la declaración como testigo de la propia Jenni Hermoso. En sus declaraciones ratificó que el beso no fue consentido y aseguró que “sabía que me estaba besando mi jefe, y esto no debe ocurrir en un ámbito laboral”.

En su relato, que más tarde ha sido confirmado por el resto de jugadoras de la selección, explicó cómo Rubiales la cogió de la cabeza para darle el beso, sin dejarle ninguna opción de negarse y afirmó que, aunque se la pudo ver en un modo festivo, eso no significaba que no sintiera “asco”. “Me puedo reír, estar saltando, pero por dentro estar sintiendo frustración. Mi forma de actuar no tiene que ver con la gravedad de los hechos”, añadió.

También habló de toda la “frustración” que sintió en ese momento y en todos los posteriores, mientras Rubiales y su séquito intentaban coaccionarla para que dijera que el beso había sido consentido: ”Tuve sentimientos encontrados. Es una situación que no elegí. En el mayor momento de mi carrera, tener el sentimiento de ¿por qué me ha pasado a mí?”

Tras un día en el que Luis de la Fuente y otros directivos de la RFEF aseguraron que no tenían nada que ver con las coacciones o negaron directamente la existencia de las mismas, el miércoles se sentó en la silla de declarar el hermano de la jugadora.

Rafael Hermoso confirmó las coacciones a su hermana y se centró en la que le afectó a él en primera persona por parte del exseleccionador Jorge Vilda, pues intentó convencerle de hablar con Jenni Hermoso para grabar el vídeo con Rubiales.

“Había venido dos veces a buscarme y me pilló dormido. Vino en tono afable y me preguntó que qué tal estaba, poniendo en alza a mi hermana. Estuvimos hablando de fútbol y de repente soltó el tema del beso. Dijo, como si fuera algo banal, que fue un beso consentido, entre dos personas que se aprecian”, relató de la conversación con el exseleccionador femenino.

Las compañeras de la selección Alexia Putellas, Irene Paredes y Laia Codina, relataron cómo Jenni Hermoso estuvo “enfadada y llorando” tras lo ocurrido en la entrega de medallas, y destacaron que ellas en todo momento intentaron animarla.