Qué es la teoría triangular del amor, la técnica que siguen las parejas que más tiempo duran, según la psicología

El amor no entiende de trucos ni de artimañas: surge o no surge, es o no es. Sin embargo, si hay algo que comparten las parejas felices y que más tiempo duran es que cumplen la teoría triangular del amor. Este concepto, desarrollado por el psicólogo estadounidense Robert Sternberg en 1986, es uno de los modelos más influyentes para comprender las relaciones amorosas.

Según la teoría de Sternberg, el amor se compone de tres elementos esenciales: intimidad, pasión y compromiso. Cuando estos tres están presentes en una relación, las probabilidades de que la pareja funcione son muy elevadas.

La intimidad se refiere a los sentimientos de cercanía, conexión emocional y confianza que se desarrollan entre dos personas. Este componente es clave para generar un vínculo afectivo profundo, basado en el apoyo mutuo, el entendimiento y la comunicación abierta. En una relación íntima, las personas comparten pensamientos, emociones y experiencias personales, lo que fortalece su conexión.

Es importante destacar que la intimidad no necesariamente incluye aspectos físicos, ya que se centra principalmente en el plano emocional. Es un componente esencial en relaciones de amistad y amor romántico, y suele ser el cimiento de vínculos sólidos y duraderos.

La pasión está vinculada al deseo físico, la atracción romántica y la intensidad emocional, por lo que representa el aspecto más impulsivo y excitante del amor, caracterizado por la energía y la necesidad de estar cerca de la otra persona. La pasión incluye elementos como el interés sexual y la fascinación, lo que la convierte en un componente esencial en relaciones románticas en sus etapas iniciales.

Sin embargo, la pasión tiende a fluctuar con el tiempo y, si no se cultiva, puede disminuir. Por ello, mantener este componente activo requiere esfuerzo y creatividad dentro de la relación.

El compromiso implica la decisión consciente de mantener y proteger una relación a pesar de las dificultades. Este componente tiene dos dimensiones: a corto plazo, representa la decisión de amar a alguien, mientras que, a largo plazo, implica el esfuerzo constante por sostener la relación.

El compromiso es lo que brinda estabilidad y seguridad en una relación, ya que implica dedicación y responsabilidad. Es un elemento especialmente importante en relaciones de largo plazo, como los matrimonios, donde las decisiones conscientes son fundamentales para superar los desafíos.

La combinación de estos tres elementos genera diferentes tipos de amor y define la dinámica de las relaciones amorosas. Por ejemplo, una relación que combina intimidad y compromiso, pero carece de pasión puede ser una relación estable y cercana, pero quizás menos apasionada. Por otro lado, la combinación de pasión e intimidad, sin compromiso, puede caracterizarse por ser intensa pero temporal.

La teoría triangular del amor de Sternberg no solo ayuda a comprender las relaciones, sino que también brinda herramientas para reflexionar sobre su estado actual y permite identificar fortalezas y áreas de mejora dentro de una relación, fomentando la posibilidad de construir un amor más equilibrado y satisfactorio.

Para Sternberg, estos tres elementos básicos son los pilares que determinan el tipo de amor que experimentamos. Cada uno de ellos aporta características únicas, y su interacción genera relaciones diversas y complejas, adaptadas a las necesidades y circunstancias de las personas involucradas.