Gita, el heroico perro que detuvo un coche de Policía y no se movió hasta que el agente lo siguió para salvar a un anciano

Keith Johnson había sufrido un mareo y se había caído al suelo sin poder levantarse, por lo que su mascota decidió salir a pedir ayuda

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Keith Johnson junto a su perra Gita. (Keith Johnson)
Keith Johnson junto a su perra Gita. (Keith Johnson)

Colton Wright es el nombre de uno de los ayudantes de la Oficina del Sheriff del condado de Stevens, en Washington (Estados Unidos). Como es habitual en su trabajo, se encontraba patrullando una zona boscosa cuando, cerca del mediodía, descubrió a un animal esperando cerca de la carretera.

“Cuando doblé una esquina sin visibilidad me la encontré sentada a un lado”, explica más adelante el agente a diferentes medios del país norteamericano. Se trataba de Gita, una perra a la que Wright intentó introducir en el coche para llevarla hasta su dueño, algo a lo que el animal se negó. Tampoco encontró un nombre y una dirección en el collar que llevaba, por lo que decidió sacarle una fotografía y preguntarles a los vecinos de la zona si sabían de quién era.

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Sin embargo, cuando iba a reemprender la marcha la perra decidió levantarse del suelo y, tras lanzarle una breve mirada al ayudante del sheriff, se introdujo por un camino hacia el interior del bosque. Y Wright, que afirma que entendió que de algún modo Gita quería que le siguiese. “El camino de entrada tenía cerca de un cuarto de milla -400 metros- de largo, estaba muy escondido y arbolado”. Así, tras seguir durante varios minutos a la perra, se encontró con un hombre mayor tendido en el suelo.

Gita, la perra que fue encontrada por el agente Colton Wright en el condado de Steven, en Washington. (Steven's County Sheriff/Facebook)
Gita, la perra que fue encontrada por el agente Colton Wright en el condado de Steven, en Washington. (Steven's County Sheriff/Facebook)

Una caída tras un mareo

El hombre en cuestión era Keith Johnson, un hombre diabético de 84 años que vivía en una cabaña del bosque. Esa mañana, a Keith se le había activado la alerta de su monitor de glucosa por un bajo nivel de azúcar en sangre. Sin embargo, antes de tomarse un zumo, este hombre explica que decidió salir un momento fuera de la cabaña con Gita, su perra, ya que se la había encontrado parada junto a la puerta”.

“De repente, me mareé, me desorienté y me caí”, narra Keith, que debido al dolor del golpe no logró levantarse de ahí durante toda la mañana. “Gita se me acercó mucho y se acostó. Yo me acurruqué junto a ella”, cuenta él. “Le pregunté si podía ir a buscar ayuda”, y entendiéndolo perfectamente, su perra se incorporó y salió para encontrar a alguien que pudiera salvar a su dueño.

Su única compañía desde la muerte de su mujer

“Vaya, me alegro mucho de verte”, le dice Johnson al ayudante del Sheriff cuando este lo encuentra cerca de la cabaña. Las imágenes del rescate fueron grabadas por la cámara que llevaba el agente y han sido mostradas en las televisiones estadounidenses. “Tu perra es una heroína”, le contesta Wright. “Te ha salvado la vida hoy”. “Ella es mi mejor amiga”, le contesta Johnson, quien finalmente fue llevado al hospital y atendido por los médicos.

Tras una cirugía de cadera, Johnson pasó cinco días en el hospital y fue trasladado a un centro de rehabilitación. “Lo estoy haciendo bastante bien”; comenta a medios como el Washington Post. Gita, su única compañía desde el fallecimiento de su mujer hace cinco años, sigue a su lado. “Me siento muy dedicado a ella, y ahora más aún”. Se espera que dentro de un mes, ambos puedan volver a casa.

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