Vox defendía en su programa electoral de julio la protección a los menores frente a la pornografía

El Gobierno anunciaba a finales de semana que quería ponerle coto al acceso de los menores a la pornografía. En una entrevista en El País, el presidente del Gobierno confirmó que aprobarán una ley integral para la protección de los menores en internet. Para Pedro Sánchez, esta situación es “una auténtica epidemia”.

Con las mismas palabras no lo define Vox. Sin embargo, en el programa electoral de la ultraderecha, la propuesta 199, hace referencia a este asunto y se muestra favorable al control de la pornografía a los menores. “Preservaremos desde los poderes públicos la inocencia de los menores y protegerlos frente a los riesgos presentes en los entornos digitales, tales como la adicción al juego o la pornografía o la mayor vulnerabilidad ante ciertos delitos”, afirmaban en julio los de Santiago Abascal.

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A pesar de mostrarse a favor del control de la pornografía, Pepa Millán, portavoz del grupo parlamentario de Vox, ha criticado al Gobierno por “acabar con la patria potestad de los padres para educar a sus hijos”. La extrema derecha considera que no se puede equiparar el control de acceso a la pornografía, con la educación sexual promovida por el Gobierno de coalición, que según ha dicho, no son adecuadas para menores.

Sánchez explicó que la ley de protección a los menores debía ser “un acuerdo de país” que debía estar acompañado de “una estrategia multidisciplinar”. Esta medida estaría compuesta por una estrategia educacional en materia de igualdad y con la creación de dispositivos que impidan el acceso de los menores a este tipo de contenidos, entre otras medidas.

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Paralelamente, el Ministerio de Juventud e Infancia anunció hace unas semanas la creación de un grupo de trabajo con 50 expertos. El objetivo es analizar la problemática y proponer medidas que permitan solucionaran esta situación que ya se recogía en el acuerdo del Gobierno de coalición con Unidas Podemos, en 2019, y que Sumar, en 2023, también pactó desarrollar.

La ultraderecha, a pesar de promover el control de este tipo de contenidos, al mismo tiempo, se posiciona en contra de la educación sexual o la educación en materia igualdad. Este tipo de contenidos son tachados por la formación como “ideológicos” y que solo contribuyen al “adoctrinamiento” de los menores. Por esta razón, proponen “garantizar el conocimiento previo y aceptación de los padres de cualquier contenido afectivo-sexual o ideológico que puedan recibir sus hijos en el aula”. Plantean, la derogación de “la Ley Herodes y todas las leyes que vulneran los derechos de los padres a educar a sus hijos en libertad”. Sugieren llevarlo a cabo acabando con “la presencia en el aula de activistas y asociaciones que pretendan adoctrinar ideológicamente a los niños”, esgrime su propio programa electoral.

El acceso a la pornografía

Según un informe de Save the Children, casi 7 de cada 10 (el 68%) accede a estos contenidos sexuales de forma frecuente y la edad de inicio ha descendido hasta los 12 años. Uno de los contenidos más buscados y consumidos están relacionados con prácticas de sexo grupales como el “gang bang y otras específicamente violentas como la multi penetración” de dos o más hombres a una mujer al mismo tiempo, lo que provoca efectos en la salud de manera inmediata, asegura Delicado. De esa forma, añade, se genera una serie de expectativas sobre la sexualidad que “siempre tienen que ver con formas violentas como tirar fuertemente del pelo, asfixiar con una bolsa o tapar la nariz mientras se produce una felación”.

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La iniciación al sexo empieza en el 20% de los casos con el porno cuando los menores solo tienen ocho años, según el mayor estudio publicado en España, en 2018, por investigadores de la Universidad de las Islas Baleares. El porno influye, según los expertos, en la concepción de qué es la sexualidad y, dado que mayoritariamente muestra una masculinidad dominante que cosifica y utiliza a la mujer, donde su cuerpo es un instrumento para la satisfacción de los hombres, apuntan los expertos.