Los lectores no defraudan a los autores este domingo de chaparrones en la Feria del Libro

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Pilar Martín.

Madrid, 28 may. Los chaparrones de agua que han protagonizado el primer fin de semana de la Feria del Libro de Madrid no han impedido que el parque del Retiro se haya llenado de lectores en busca de libros, y tanto es así que las bolsas que reparte la organización a las casetas semanalmente ya se han agotado.

Así lo ha confirmado a EFE Eva Orúe, la directora de la Feria del Libro de Madrid: "la organización reparte bolsas a los expositores, que no tienen la obligación de utilizarlas. En total hacemos 300.000 bolsas que deben durar toda la feria y hacemos el reparto en tres veces, el primer miércoles antes de feria, primer miércoles de feria y último miércoles de feria, pues ahora mismo ya estamos sin bolsas y eso es una buena señal".

Eso sí, advierte Orúe, aunque este dato sea significativo no hay que "lanzar las campanas al vuelo", porque aún quedan "muchos días" hasta el 11 de junio.

"Hoy me he dado una vuelta y ya cuesta caminar (...) la gente viene igual porque sabe que lo que llueve en estos días básicamente son chaparrones, y te puedes cobijar bajo los magníficos todos de las casetas y que por lo tanto puedes sobrevivir 10 minutos allí", añade.

En cuanto a la marcha de la feria desde su arranque el viernes, la directora de la cita recuerda cómo este día (con una tarde de tormentas) la gente "estaba más temerosa", pero ayer fue un "día espléndido", por lo que confía en que pueda decir lo mismo al término de este domingo electoral.

Pero ni la amenaza de lluvia ni las urnas han perjudicado la llegada de lectores, no sólo de Madrid, sino de otros puntos de España como Palma de Mallorca, la ciudad donde viven y desde la que han venido sólo para la feria Marc y Lorena.

"Si llueve pues se abre el paraguas", afirma Lorena, quien junto a su pareja ha viajado a Madrid para que Carma Chaparro, Dolores Redondo o Luis Moreno les firmen sus libros.

Un acto que Chaparro agradece, según declara a EFE: "Madre mía, son cosas que yo hacía como lectora cuando me iba con la mochilita a las ferias a ver a mis escritores favoritos, y ahora que lo hagan los lectores, que hagan esos viajes tan largos, que cojan un avión, que se vengan a Madrid, es señal de que me dejen un espacio en sus casas y en sus corazones".

"Para mí -añade- es el mayor regalo que puedo recibir. Esta mañana yo venía pensando que no iba a haber gente porque claro, iban a hacer una cola lloviendo y además para comprar un libro para que se moje. Pero los lectores no defraudan".

Y no le han fallado tampoco a Manuel Vilas, quien se ha sorprendido también de que ahí estuvieran esperándole sus seguidores, muchos más, se sorprende, que el año pasado.

Experto en grandes colas de lectores es el sevillano Francisco de Paula, Bluejeans, para quien días como el de hoy, con el suelo mojado y el cielo amenazando tormenta, están ahí haciendo cola dos horas antes de que llegue a la caseta.

"Es un ejemplo de lo que es ser amante de la lectura, que no hay tormenta que se interponga. Hay que valorar que vengan, que compren el libro, aquí hay gente muy jovencita que a lo mejor solo tiene esos 20 euros y se los gasta en un libro. Es increíble", dice al tiempo que saluda a una de sus lectoras, Cris.

"Mira, aquí la tenemos con su con su bebé, así que se me juntan dos generaciones. La conocí cuando tenía 17 o 18 años y ya viene con su hijo", afirma este escritor que hasta el 11 de junio llevará a cabo 11 sesiones de firmas en la feria.

La Feria del Libro de Madrid, cuyo lema este año es "Somos de Ciencias y de Letras", celebra su 82 edición y hoy también ha contado con las sesiones de firmas de Ian Gibson, Juan Gómez Jurado, Juan José Millas, Elvira Lindo o Fernando Aranburu, entre otros. EFE

pmv/pss