Así fue la increíble vida de Marty Reisman, el “estafador del ping pong” que fascinó a Nueva York

Apuestas clandestinas, amistades con celebridades y hazañas insólitas convirtieron al talentoso showman en un símbolo de audacia y extravagancia dentro y fuera del tenis de mesa. Su historia, marcada por hazañas y excesos , volverá a brillar con una película inspirada en su leyenda

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Apuestas, escándalos y talento: así fue la vida de Marty Reisman, el genio irreverente del ping pong

Marty Reisman, apodado el “estafador de ping pong”, fue mucho más que un prodigio del tenis de mesa. Su vida estuvo marcada por apuestas clandestinas, escándalos y un carisma que desbordaba los límites del deporte.

Entre partidas por dinero en los parques de Nueva York, hazañas improbables y amistades con celebridades, Reisman transformó un pasatiempo de barrio en un fenómeno de culto. Su nombre, envuelto en anécdotas que combinan la picardía, el talento y la provocación, respira una segunda vida en la cultura popular gracias a una película que busca recuperar su leyenda, según The Sun.

Ahora, la vida de Marty Reisman será llevada a la pantalla con el estreno de “Marty Supreme”, la esperada película de A24 dirigida por Josh Safdie y protagonizada por Timothée Chalamet. La cinta promete rescatar la leyenda del carismático jugador y acercar su historia única a nuevas generaciones.

El legado del carismático showman
El legado del carismático showman que desafió las reglas y conquistó Hollywood vuelve a sorprender con una producción que explora su universo de apuestas y genialidad (captura de pantalla)

Infancia, adversidad y el origen del mito

Nacido durante la Gran Depresión en un rincón humilde del Lower East Side de Manhattan, Reisman creció atravesando privaciones y desafíos. Su familia, de origen ruso, sufrió la ruina después de que su padre, Morris, perdiera una flota de taxis en partidas de cartas.

A los diez años, una crisis nerviosa lo llevó a pasar un mes en un hospital psiquiátrico, pero lejos de apagar su espíritu, aquel traspié fue el germen de su legado: en el ping pong encontró refugio, ambición y la puerta de entrada a un universo donde la astucia valía tanto como el talento.

El ascenso, la estafa y el escándalo

La habilidad de Marty para la competencia, y para el engaño, floreció desde su adolescencia. En los parques de Nueva York desafió a adultos con apuestas cada vez más altas, perfeccionando lo que él mismo definió como una “técnica de estafador”: convencer al rival de que era él quien tenía todo bajo control, solo para perder dinero ante el engaño involuntario de un joven prodigio. Pronto esa aura lo acompañaría tanto en la victoria como en la controversia.

Marty Reisman revolucionó el tenis
Marty Reisman revolucionó el tenis de mesa con apuestas clandestinas, escándalos y un carisma que trascendió el deporte (Captura de tráiler oficial de la película "Marty Supreme")

Su consagración llegó temprano. En 1949, con apenas 19 años, Reisman derrotó al húngaro Viktor Barna —cinco veces campeón mundial— en el Abierto Británico ante 10.000 espectadores en Wembley Arena, según Sky News.

Sin embargo, sus triunfos no se limitaban a lo deportivo: su presencia era magnética y extravagante. Llevaba gafas oscuras en interiores, estilizados sombreros Panamá y se lucía con proezas como partir un cigarrillo con la raqueta a 185 km/h.

Su vida privada exhibía tintes de leyenda urbana. Se escapó desnudo tras ser descubierto con una amante por el esposo armado, y llegó a ejercer de contrabandista en Hong Kong, ganando 700 libras esterlinas por viaje con lingotes de oro atados al cuerpo, relata The Sun.

El “estafador de ping pong”
El “estafador de ping pong” convirtió las calles de Nueva York en escenarios de desafíos, talento y espectáculo (Captura de tráiler oficial de la película "Marty Supreme")

El mundo de las apuestas y los desafíos extremos jamás lo abandonó. A los quince años, apostó USD 500 a su propia victoria en un torneo nacional, ignorando que el presidente de la federación estadounidense sería su rival, lo que terminó con su expulsión escoltada por la policía, recuerda Sky News.

Su tendencia a desafiar los límites tuvo consecuencias, como la suspensión tras cargar gastos indebidos a los organizadores del Abierto Británico. “No era ningún santo, ni le interesaba serlo”, reconocía en sus memorias, según NBC.

Logros, espectáculo y herencia duradera

Más allá del estigma de hustler, Reisman se consolidó como un deportista excepcional. Ganó 22 títulos importantes entre 1946 y 2002, incluidas cinco medallas mundiales, y fue dos veces campeón nacional de Estados Unidos, en 1958 y 1960, de acuerdo a The Sun.

La “mafia del ping pong”
La “mafia del ping pong” en Manhattan reunió a celebridades y jugadores en torno a la figura magnética de Reisman (Captura de tráiler oficial de la película "Marty Supreme")

Lo notable fue su vigencia: en 1997, con 67 años, ganó el campeonato nacional en la modalidad hardbat, reafirmando su influencia y su defensa de la tradición frente a las nuevas tecnologías en el tenis de mesa.

La faceta de showman fue inseparable de la competitiva. Junto a Douglas Cartland, recorrió Estados Unidos en giras con los Harlem Globetrotters, presentando rutinas que mezclaban acrobacias, trucos con raquetas y humor, narra NBC. Sus ideas y su carisma influyeron en una generación entera y contribuyeron al resurgimiento de la modalidad clásica del deporte. “Fue el primer verdadero rockstar del juego”, resumió Paul Stimpson, de Table Tennis England, a Sky News.

Carisma, amistades y la “mafia del ping pong”

El magnetismo de Marty Reisman trascendió los márgenes del deporte. Dotado de una inteligencia rápida, un humor filoso y una personalidad envolvente, atrajo tanto a jugadores de barrio como a reconocidos actores y pensadores. Forjó lazos y amistades con figuras como Susan Sarandon, Dustin Hoffman y el ajedrecista Bobby Fischer, publicó The Sun.

Marty Reisman revolucionó el tenis
Marty Reisman revolucionó el tenis de mesa con apuestas clandestinas, escándalos y un carisma que trascendió el deporte (Captura de tráiler oficial de la película "Marty Supreme")

Como anfitrión de un mítico club de tenis de mesa en Manhattan, fue el eje de una red informal apodada la “mafia del ping pong”: un círculo donde convivían el juego, la extravagancia y la fascinación por lo marginal y lo genial.

En esas mesas neoyorquinas, los límites entre deporte, espectáculo, apuesta y mito se volvieron borrosos. Reisman, siempre fiel a su irreverencia, llevó el ping pong al centro de una escena cultural que encontraba en los márgenes su verdadero atractivo.

De la leyenda al cine

Décadas después, la historia de Marty Reisman —cargada de duelos, maniobras insólitas y genialidad— volverá a la luz con el estreno de Marty Supreme, la película de la productora A24 dirigida por Josh Safdie y protagonizada por Timothée Chalamet. La cinta, que llegará a los cines el 25 de diciembre, propone reconstruir el mito de quien hizo del tenis de mesa un escenario para la estafa, el espectáculo y la leyenda.