Mientras el Gobierno negocia con los gremios y se debate entre su privatización, entrega a los empleados o cierre; Aerolíneas Argentinas necesitó este año una mayor asistencia del Tesoro que en 2023, cuando su déficit operativo era más del triple que en la actualidad.
Según precisaron a Infobae fuentes de la empresa, el año pasado la aerolínea de bandera había recibido transferencias de Nación por USD 30 millones para cubrir su rojo, que alcanzaba los USD 342 millones. Pero casi la totalidad de ese monto se logró cubrir por la brecha cambiaria. Esto se debe a que la compañía compraba dólares para afrontar sus gastos al tipo de cambio oficial y lo recaudado gracias a la venta de pasajes en el exterior ingresaba al MEP, cuya cotización llegó a ubicarse un 50% por encima.
A partir de los fuertes recortes que hizo la nueva gestión, el déficit operativo se redujo a USD 83 millones. Pero con una brecha entre ambos tipos de cambio que cae al 10%, el diferencial se debe cubrir con aportes del Tesoro.
A partir de los fuertes recortes que hizo la nueva gestión, el déficit operativo se redujo a USD 83 millones
Puntualmente, en lo que va de 2024 se pidieron USD 45 millones para gastos corrientes, a lo que se suma un total de $58.732 millones para financiar indemnizaciones por despidos y retiros voluntarios. Cabe destacar que la línea aérea pasó de tener una plantilla de 11.926 empleados en diciembre de 2023 a 10.592 en septiembre, de acuerdo al último informe de dotación de personal del Indec.
Son horas decisivas ya que este lunes se decidirá el futuro de la compañía. En medio de un conflicto gremial que no dejó de escalar en los últimos meses y que derivó en varios paros y asambleas, el Gobierno exigió a los sindicatos aeronáuticos un programa que garantice la operación sin medidas de fuerza por reclamos salariales. De lo contrario, advirtió que pedirá el ingreso de la empresa a un Plan Preventivo de Crisis o la cerrará definitivamente.
La fecha límite para la presentación era el viernes pero las negociaciones se extendieron hasta hoy. Está previsto que los funcionarios reciban a los representantes de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA).
Por el momento, parecería que las partes están acercando posiciones ya que el secretario gremial de APLA, Mateo Ferrería calificó de “positivo” el encuentro y prometió que se suspenden “todas las medidas de fuerza” en tanto sigan las conversaciones paritarias.
En diálogo con Radio Mitre, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, dijo que “el Gobierno va a hacer todo lo que tenga que hacer para que los pasajeros no sean rehenes”.
Los sucesivos paros llevaron a que el Gobierno decida declarar servicio esencial al transporte aéreo. Esto implica que se debe garantizar el 50% de la operación a pesar de paros gremiales. No obstante, el juez laboral Ricardo Hierrezuelo dictó una medida cautelar suspendiendo por tres meses la nueva normativa, al argumentar que el derecho de huelga está protegido en el artículo 14 bis de la Constitución y en tratados internacionales como el convenio de 1987 con la OIT. En este marco, el Ejecutivo busca llevar el fallo a la Corte Suprema.
De todos modos, el secretario de Transporte, Franco Mogetta, adelantó: “Vamos a ir por la privatización y si no se da la privatización, intentaremos que los empleados acepten la administración de la empresa. Y si no la aceptan, se cerrará. Pero Aerolíneas Argentinas no va a tener más el fondeo que tiene el Estado, que durante el kirchnerismo le ha costado 8 mil millones de dólares al Estado”.