Inflación y dispersión de precios: para un mismo bien, se registran brechas de hasta 80% en distintas zonas del país

Las diferencias de los valores de lista al público para un mismo producto se observan también en canales de venta dentro de un mismo barrio. La velocidad de variación de los valores deja sin referencias fiables al consumidor

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Por zonas y por tipo de comercios, las brechas de precios se acrecientan al ritmo de la inflación (Reuters)
Por zonas y por tipo de comercios, las brechas de precios se acrecientan al ritmo de la inflación (Reuters)

Los altos niveles de inflación -con tasas mensuales por encima del 6% en los últimos meses- generan cada vez más dispersión de precios. Un mismo producto puede costar hasta 60% más en diferentes supermercados del mismo barrio, y se pueden detectar brechas con distintas zonas del país, según los artículos que releva el Indec para elaborar el Indice de Precios al Consumidor, de hasta el 80 por ciento.

Los datos de los precios promedio por regiones relevados por el IPC Indec muestran que un detergente cuesta $175,85 en el Noroeste y $320,41 en la Patagonia, una brecha de 82% entre los dos precios. Otros ejemplos, con variaciones significativas se comprueban, según la zona del país:

- Un kilo de carne picada: $697 en el GBA y $997 en la Patagonia, una diferencia del 43%;

- Medio kilo de fideos secos: $121,18 en el Noroeste y $159,58 en la Patagonia, una brecha de 31,6%;

- Un kilo de pan francés: $265 en Cuyo y $343 en el GBA, una diferencia del 29,4%;

- Un kilo de harina de trigo: $143,83 en GBA y $184,56 en la Patagonia, una diferencia de 28 por ciento.

Pero también hay marcada amplitud de valores para un producto igual en supermercados diferentes ubicados en el mismo barrio de la Ciudad de Buenos Aires. Algunos datos recopilados de la página oficial Precios Claros, que muestra los precios de un mismo artículo en negocios de la misma zona, muestran algunos casos llamativos.

Hay marcada amplitud de valores para un producto igual en supermercados diferentes ubicados en el mismo barrio de la Ciudad de Buenos Aires

En supermercados de distintas cadenas de la zona de Almagro, el paquete de yerba mate de medio kilo de la marca Taragüí puede costar $312,51 o $459, una diferencia de 47% para el mismo producto en el mismo barrio. Otros ejemplos:

- Detergente Magistral por 300 ml, desde $272 a $324,99, una brecha de casi 20%

- Turrón Arcor de $38 a $61, una brecha de 60,5%

- Fideos Tirabuzón La Campagnola (500 gr), de $131,74 a $175, una brecha de 32,8%

- Galletitas de Salvado Hogareñas Tripack Arcor (600 gr), de $336,36 a $430, una brecha de 27,8%

- Galletitas Cracker Cereal Salvado Bagley (tres unidades), de $308,51 a $371,99, una brecha del 20,5 por ciento.

infografia

Amplitud que crece

Un relevamiento de la consultora Scentia hecho en junio de este año mostró que la diferencia de precios entre supermercados y comercios de barrio se separa cada vez más. “Desde abril de 2020 se produjo un quiebre en la velocidad de cambios de precios entre canales. Esta situación ha generado un gap que actualmente es de 25%”, destacó el informe.

Desde abril de 2020 se produjo un quiebre en la velocidad de cambios de precios entre canales (Scentia)

Cuando la inflación se acelera, aumenta la dispersión de precios en dos sentidos. Por un lado, es natural que haya para el mismo producto precios diferentes en distintas localizaciones geográficas. Una lata de tomate no vale lo mismo en el supermercado Jumbo de Palermo que un chino de Berazategui. Aumenta la variabilidad, probablemente crezca más en lugares de mayores ingresos y menos en los de menores ingresos”, dijo a Infobae Ricardo Delgado, economista y presidente de Analytica Consultora.

“Por otro lado, es interesante la dispersión que se da entre productos, bienes y servicios, en relación al promedio de inflación general del IPC. Se vio claramente en los últimos meses cuando se pasó de una inflación anual proyectada de 50% a 60% en marzo de este año a 70% antes de la corrida de junio y julio y ahora tocando el 100%. Esa variabilidad de precios relativos aumentó claramente y también en el componente central del IPC que es el rubro de alimentos”, destacó el economista.

"Es interesante la dispersión que se da entre productos, bienes y servicios, en relación al promedio de inflación general del IPC", dijo a Infobae el economista Ricardo Delgado
"Es interesante la dispersión que se da entre productos, bienes y servicios, en relación al promedio de inflación general del IPC", dijo a Infobae el economista Ricardo Delgado

En este rubro, hay alimentos con subas por encima del 100% (como verduras y legumbres) respecto al mismo mes del año pasado y otros en torno al 80% (leches, aceites) más en línea con la inflación. “Eso indica que hay varios problemas como la falta de coordinación. Cuando más alta es la inflación, menos referencia hay. Eso se vio muy claramente cuando entre junio y julio pasados se perdieron las referencias, no había precios y no se vendía. Hoy no estamos en esa situación, pero seguimos teniendo ese tipo de coletazos y sigue habiendo problemas para fijar precios. Además, la economía perdió las anclas inflacionarias, ya no es el dólar oficial (creciendo al 7% en lo que va del mes) ni las tarifas que se desanclaron con la segmentación de subsidios”, agregó Delgado.

La economía perdió las anclas inflacionarias, ya no es el dólar oficial (Delgado)

La incertidumbre es si el ancla inflacionaria pasará a ser el salario, si habrá una reapertura masiva de paritarias para recuperar la inflación pasada o una suma fija, el esquema que persigue el Gobierno.

“La dispersión de precios se da más que nada entre canales (almacenes, supermercados, autoservicios) y zonas del país. En porcentaje quizás la brecha no se disparó, pero nominalmente se incrementa en épocas de alta inflación. Si algo antes valía $100 y tenía una dispersión de 10% entre dos canales eran $10. Cuando empieza a valer $200 o $300 se empieza a ver $20 o $30 de diferencia”, detalló a Infobae Facundo Aragón, socio de la consultora Compass LA Business Analytics.

La consultora hizo una encuesta reciente entre consumidores donde solo el 3% de los encuestados pudo acertar el precio de un grupo de productos. De acuerdo al relevamiento, el mayor porcentaje de aciertos se dio en café instantáneo (con 11% de respuestas correctas) y yerbas (con 9%). “La inflación ascendente hace que el consumidor crea que las cosas salen más de lo que salen”, según el informe: el 80% de las personas entrevistadas estimó pecios mayores a los reales.

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