Éxodo de empresas: los dueños brasileños de la ex curtiembre Yoma, muy cerca de irse de la Argentina

Se trata de Curtume CBR. Los motivos de una crisis por menor demanda internacional y caída de precios que profundizó la pandemia

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La empresa tiene 800 empleados en La Rioja
La empresa tiene 800 empleados en La Rioja

La curtiembre Curtume CBR, cuyos dueños son brasileros y que está instalada en la localidad riojana de Nonogasta, es otra de las firmas globales que están en crisis y de no poder seguir en la actividad, dejaría sus negocios en la Argentina.

Según pudo saber este medio, los empresarios reclamaron una ayuda financiera de 5 millones de dólares al gobierno provincial y en el caso de no acceder a la misma, peligra la continuidad de la fuente laboral de 800 trabajadores. En la actualidad y desde hace 4 meses, la actividad en la planta está paralizada.

La mencionada curtiembre, que formó parte del Grupo Yoma, hace 12 años logró reabrir sus puertas de la mano de la empresa brasilera Boom Retiro, para luego llamarse Curtume CBR. La empresa produce unos 5.500 cueros por día y su principal negocio es la exportación de cueros, hacia mercados como China e India, principalmente. Tiene 800 empleados.

Según comentó a Infobae el ministro de Industria de La Rioja, Federico Bazán, la crisis de la empresa empezó hace varios meses atrás y se complicó con la llegada de la pandemia. Mientras su principal negocio es la exportación y especialmente con el mercado de China, surgieron inconvenientes para acceder al mismo y cobrar por las ventas realizadas.

Curtume venía desde hace tiempo muy complicada y hoy estamos dialogando con los empresarios para salir de la crisis y mantener las fuentes de trabajo (Bazán)

“Como consecuencia de la pandemia la industria del cuero ingresó en un proceso de enormes dificultades y la demanda internacional se cayó en un 100%. Más allá de la asistencia del Estado para enfrentar la situación y que los trabajadores puedan cobrar sus haberes, Curtume venía desde hace tiempo muy complicada y hoy estamos dialogando con los empresarios para salir de la crisis y mantener las fuentes de trabajo", dijo el funcionario provincial.

Además, sostuvo: “Estamos muy preocupados por el presente de la empresa, y trabajando junto al gobierno nacional para encontrar una solución a la crisis. La empresa atraviesa una situación económica y financiera compleja que se profundizó con el coronavirus”.

Percibimos que la empresa busca quebrar para dejar el país, y con ello empujar a las casi 800 familias de trabajadores a una crisis como la que ya se vivió en 2005 cuando quebró la ex Yoma, con pérdidas masivas de trabajo e indemnizaciones irrisorias (Zalazar)

En el sector de la curtiembre, remarcaron que actualmente hay una baja de los precios internacionales y también afecta el negocio la falta de competitividad en el mercado local. Por otro lado, la curtiembre riojana se encuentra alejada de las principales zonas productoras, como el norte de Santa Fe, y eso deriva en un aumento de los costos de logística.

La posición del gremio

Federico Salazar, Secretario general del Sindicato de Empleados Curtidores y Afines de La Rioja (SECALAR), señaló que se está trabajando junto a las autoridades nacionales y provinciales en la búsqueda de una salida a la crisis, y manifestó: “La falta de certeza, con la continuidad del trabajo de parte Gilmar Harth, responsable de la empresa, nos preocupa. Percibimos que la empresa busca quebrar para dejar el país, y con ello empujar a las casi 800 familias de trabajadores a una crisis como la que ya se vivió en 2005 cuando quebró la ex Yoma, con pérdidas masivas de trabajo e indemnizaciones irrisorias”.

Desde el gremio denunciaron que la empresa “se lleva los cueros crudos desde Buenos Aires a Brasil para procesarlos y exportarlos, imposibilitándonos de hacer nuestro trabajo. Vemos con más tristeza la falta de criterio histórica, en no darle valor agregado a nuestros cueros, invirtiendo en tecnología que nos permita crear productos con cuero, que garanticen trabajo, desarrollo y estabilidad para nuestras familias curtidoras”.

“La incertidumbre hace mucho daño. Es momento de hacer y sabemos que ninguna queja en las calles nos llevará a buen destino, porque Chilecito atraviesa récord de contagios y como miembros de nuestra sociedad no vamos a poner en riesgo la salud de nadie. Deseamos de manera genuina que nuestra comunidad salga adelante una vez más”, sostuvo el representante de los trabajadores.

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