Tiroteo, una ametralladora, drogas y política: los escalofriantes videos de la guerra barra que tiene en vilo a La Matanza

En la previa del partido con Midland, la barra de Laferrere se enfrentó a la vera de la ruta y por milagro no hubo muertos. Las imágenes del hecho y la historia de una batalla con venia municipal y sin detenidos

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El Far West fue el período histórico en el que Estados Unidos extendió sus fronteras hacia el Océano Pacífico en guerras primero contra las minorías étnicas, después contra México por Texas y, al final, entre los propios colonos por la fiebre del oro. Recreado por innumerables filmes de Hollywood, el Far West pasó a ser el Salvaje Oeste y se nutrió de cowboys y enfrentamientos armados. Pues bien, el Conurbano tiene su propio Far West y queda en La Matanza: este lunes, en la previa del partido entre Laferrere y Midland por una nueva fecha del torneo de Primera C, se enfrentaron las dos facciones que luchan por el poder de la tribuna Villera desatando una guerra a la vera de la Ruta 21 por donde pasaban innumerables colectivos, autos particulares, gente de a pie y combis. Y de milagro no hubo víctimas fatales, dado que, como se puede apreciar en los videos a los que accedió Infobae, hubo tiros por doquier y, según los testigos del hecho, uno de los barras estaba armado con una ¡ametralladora! En el hecho intervino la comisaría segunda de Laferrere y la causa recayó en la UFI 2 de La Matanza, a cargo del fiscal Daniel Pagnotta. Y, según fuentes de la investigación, quien tendría esa arma de guerra y habría hecho no menos de cinco detonaciones ya estaría identificado, y ahora buscan la identidad de varios barras más que participaron del tiroteo.

La historia viene de larga data e incluye negocios de droga, seguridad privada mafiosa en los negocios del centro de la localidad, peaje a las bailantas para permitirles abrir sin generarles incidentes, el manejo de las combis que trasladan trabajadores hasta Capital y las tareas para los partidos políticos que tanto les reditúan a los violentos y que hace imposible que se los destierre de los estadios y de la vida diaria.

El nuevo episodio empezó a gestarse un mes y medio atrás. El 25 de septiembre caía tras una investigación judicial de más de un año la jefatura de la barra brava de Lafe, que según la causa que llevaba el juez Néstor Barral tenía como cabezas a Edgardo el Gordo Vallejos y el Pelado Alexis. Ellos lideraban a los grupos de los barrios San Carlos, La Marconi, Spiro, Giardino y KM 24 y 26 de la Ruta 21. Fueron 15 en total los que terminaron presos acusados de manejar el narcomenudeo en Laferrere, Esteban Echeverría, González Catán, Virrey del Pino e Isidro Casanova. Y para abastecerse habían trabado relación con la barra de Atlético Medellín de Colombia, que proveía cocaína, y del Deportivo Capiatá de Paraguay, que hacía lo mismo con la marihuana. La investigación también dejó al descubierto cómo trabajaban tarifando todas las paredes del municipio para aquel que quisiera pintar sus consignas o candidaturas y la forma en que manejaban el negocio de los remises truchos. Era una organización que movía 500 barras y dejaba pingües ganancias.

Pero a partir de su caída, y si bien dieron indicaciones desde prisión para no perder el negocio, la vieja barra, denominada "La Eterna", decidió que era el momento de volver. Habían sido desplazados en 2013, después de liderar con mano de hierro la tribuna de Lafe, con Miguel Balladar y Héctor Roy Pastrana a la cabeza, quienes además militaban en la ONG barra Hinchadas Unidas Argentinas, que había viajado al Mundial 2010 con el apoyo del gobierno nacional. En aquel momento, La Eterna pesaba más en el negocio de las combis llamadas Lafer Bus y en la seguridad privada. Todo bajo el paraguas político de La Matanza, gobernada desde tiempos inmemoriales por el peronismo.

Con la idea del regreso, algunos hombres de La Eterna pensaron que este era el momento indicado, tras la prisión de sus rivales. Y fueron juntando gente de distintas barriadas. La idea era copar la tribuna en el partido frente a Midland, pero sus rivales, enterados del plan, se anticiparon. Y a varias cuadras del estadio los emboscaron y mostraron los dientes: un tiroteo infernal que terminó con una combi con cinco orificios de bala que por milagro no se cobró ninguna vida.

La historia, claro, no parece que vaya a terminar acá, porque los tambores de guerra están sonando y muy fuerte. Por eso es imprescindible que la política deje de financiarlos. Como ocurrió con otra barra del Municipio, la de Almirante Brown, el viernes pasado, cuando irrumpió y rompió la asamblea del club convocada para aprobar el balance. ¿Cómo llegaron hasta ahí? En micros de la Municipalidad de La Matanza, tal como muestra el video al que accedió Infobae y que ya está siendo investigado por la UFI 3 del doctor José Luis Marotto. Si mantienen ese apoyo, la pelea está perdida. Y las balas seguirán silbando y haciendo de esa zona del Conurbano un Far West diario.

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