Este es el tipo de leche que deben tomar las personas mayores para mejorar la memoria, según los especialistas

Uno de los grandes problemas superar la tercera edad es la pérdida de memoria, que se empieza a presentar por el desgaste neuronal y que se evidencia en enfermedades como el Alzheimer y la demencia senil.

De acuerdo con expertos una práctica que contribuye a la prevención de la falta de la memoria y la aparición de estas enfermedades es el consumo de bebidas lácteas como la leche después de los 65 años.

Los científicos del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación explicaron que el consumo de esta bebida láctea enriquecida con MFGM (Membrana del Glóbulo de Grasa de la Leche -Milk Fat Globule Membrane-, es decir, la membrana que recubre la gota de grasa de la leche materna y que está formada por compuestos proteicos y lipídicos) ayuda a la mejora en la memoria episódica, lo que quiere decir que la capacidad de recordar hechos acontecimientos recientes de sus vidas tiene mayor probabilidad, sugiriendo así, que contribuye con el deterioro cognitivo.

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Un estudio que se realizó con personas entre los 44 y 65 años de edad que fueron divididos en dos grupos, los que consumieron lecho enriquecido con MFGM y otros que ingirieron leche desnatada con la ausencia de este componente, comprobó la teoría.

La leche con este componente tiene una mezcla de osfolípidos, esfingolípidos, glicoproteínas y otro tipo de elementos que contribuyen al excelente desarrollo de la función cerebral y el sistema nervioso.

• Fosfolípidos: son los principales lípidos en las membranas celulares y juegan un rol esencial en el sistema nervioso.
• Esfingolípidos: contribuyen a la salud cerebral y la memoria.
• Fosfatidilserina: se asocia con mejoras en trastornos como la depresión, el estrés y el Alzheimer.

Siendo así, el consumo de leche enriquecida con este componente sería una excelente opción para combatir el deterioro mental que se presenta con mayor frecuenta en personas que están en la tercera edad o se acercan a ella, y una de las maneras de hacerlo es empezar a consumirla antes de ese rango de edad.

El consumo de leche no solo es esencial durante la infancia y la adolescencia, sino que también desempeña un papel crucial en la salud a lo largo de toda la vida. Según informó un análisis reciente, este alimento contribuye significativamente al mantenimiento de un sistema óseo saludable y a la prevención de déficits nutricionales, especialmente en personas con necesidades específicas, como aquellas en crecimiento o con enfermedades crónicas. Sin embargo, su consumo ha disminuido en los últimos años, en parte debido a cambios en los hábitos alimenticios y a la creciente popularidad de sus derivados.

De acuerdo con el informe, la disminución en el consumo de leche está estrechamente vinculada con la transformación del desayuno, una comida que tradicionalmente incluía este alimento como un componente esencial. A medida que las personas han comenzado a omitir o modificar esta primera comida del día, la leche ha perdido protagonismo en la dieta diaria. Además, la amplia disponibilidad de productos derivados, como quesos, yogures y otros lácteos, ha generado una competencia directa, aunque estos no siempre ofrecen los mismos niveles de nutrientes y minerales que la leche en su forma original.

A pesar de sus beneficios, no todas las personas pueden consumir leche sin inconvenientes. Según el análisis, una de las principales barreras es la intolerancia a la lactosa, una condición que dificulta la digestión de este azúcar presente en la leche. Esta intolerancia puede causar molestias gastrointestinales, como hinchazón, diarrea y dolor abdominal, lo que lleva a muchas personas a evitar su consumo.